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viernes, 31 de enero de 2014

Un extraño está mirando (1982) de Sean S. Cunningham



La pequeña Julie (Shawn von Schreiber) y
su adinerado padre Steve (James Naughton)
Después de esa grandísima joya llamada "Viernes 13", Sean S. Cunningham dirigió (un par de años después del grandísimo éxito de ésta), este discretísimo y desconocido film repleto de suspense. Se trata de la adaptación de una novela de la reputada Mary Higgins Clark, que nos cuenta el pesadillesco cautiverio de una niña Julie (Shawn von Schreiber) y de la novia de su padre, Sharon (Kate Mulgrew), a manos de un peligroso psicópata (Rip Torn), que las mantiene encerradas en un zulo mugriento, oculto bajo el metro de Nueva York. Me parece una lástima que "Un extraño está mirando" no tenga más relevancia ya que me parece un excelente thriller. Cunningham se alejó por completo de los asesinos en campamentos de verano y cambió de registro manteniendo el tipo de manera más que notable. 

La novia de Steve, Sharon Martin (Kate Mulgrew), una famosa presentadora de televisión

Un psicopata (Rip Torn) secuestra a Julie y a Sharon
La película, a pesar de su simplicidad argumental, funciona a la perfección. La ayudan una magistral ambientación, los escenarios del metro de Nueva York logran transmitir una sensación de angustia y tensión que abunda durante toda la película. Los actores están muy pero que muy bien escogidos y cumplen muy correctamente, logrando que sus interpretaciones sean muy creíbles; destaco a la sufrida protagonista, Kate Mulgrew y al psicópata Rip Torn, quien logra fácilmente que le cojamos verdadero asco. Lo mismo se puede decir de la banda sonora del reputado Lalo Schifrin, que es excelente y acompaña muy bien al film (tal vez sea cosa mía pero por momentos me recuerda a la de "Viernes 13"). 

El preocupado padre recibiendo las instrucciones para el rescate

Sharon y Julie encerradas en un zulo oculto bajo los túneles del metro
Puede que a veces sufra algunas carencias en el ritmo volviéndose éste algo lento en algunos fragmentos, pero en mi opinión esto a su vez hace aumentar la tensión que va creando a medida que van sucediéndose los acontecimientos hasta el final, y eso es lo más destacable de este film, es un prodigio de suspense y sabe cómo mantener en vilo al espectador. A mí me cautivó y además, sin haber puesto muchas expectativas en él, aún sabiendo quién era el nombre que se encontraba tras su realización y mi estima a "Viernes 13". Pues realmente me sorprendió. Es una pena que Cunningham no tuviese más representación en el género, dedicándose en el futuro prácticamente a producir, pues tanto "Viernes 13" como ésta y la posterior "La gran revancha" me parecen films muy estimables, que van deambulando entre el terror y el thriller, poseedores de un gran encanto. 

El psicópata no tiene reparo en matar a quien sea con tal de salirse con la suya

Sharon seduce al secuestrador para intentar escapar
Lamentablemente Cunningham lejos de la magnífica "Viernes 13" no volvió a conseguir ningún reconocimiento como director, y me parece algo injusto porque al menos tanto ésta, como la posterior "La gran revancha" (de la cual ya hablaré) son muy pero que muy interesantes. En fin, la verdad es que recomiendo esta nostálgica y desconocida joya encarecidamente a todo aquél que desee disfrutar con una buena película de suspense, no la déis de lado porque no sea muy conocida o por el hecho de que no os mole "Viernes 13", aunque sea del mismo director, no tienen nada que ver. Un film muy reinvindicable y mucho mejor de lo que parece a simple vista.

La pequeña Julie intenta escapar de su secuestrador

*MI MOMENTO FAVORITO: la pelea final, entre la pobre y desvalida Sharon (Kate Mulgrew) y el villano cabrón (Rip Torn). 

Para sobrevivir no queda otra, hostiar al secuestrador

Extraños en un tren (1951) de Alfred Hitchcock



Guy (Farley Granger) y Bruno (Robert Walker),
manteniendo una peligrosa conversación a bordo de un tren
Aquí traigo otra de esas fabulosas obras maestras del señor Hitchcock, para mí uno de los mejores y más grandiosos directores que se han visto en el Séptimo Arte, porque aunque logró unificar de forma gloriosa dos puntos imprescindibles que deben de tener las buenas películas (de verdad), magnífica técnica, pero sin olvidar lo fundamental, entretener al público y Hitchcock fue un maestro, no sólo en el arte de confeccionar excelentes películas, sino a la hora de mostrar absoluta dedicación al público. Pues bueno, "Extraños en un tren" llegó a manos de Hitchcock, en un período bastante regulero para él, pues llevaba a cuestas, muy a su pesar, tres sonoros fracasos; "La soga" (a pesar de su maestría, no cuajó en el público de la época), "Atormentada" (un film de su filmografía claramente menor) y "Pánico en la escena" (una peli que a mí personalmente me encanta, pero que está bastante denostada en general). Así pues, Hitchcock buscaba desesperadamente volver a contar con un éxito, de los que habían caracterizado, en líneas generales, su carrera y fue cuando se topó con un librito de suspense, que había cosechado cierta relevancia, escrito por una mujer, Patricia Highsmith. 

Guy con su novia Ann (Ruth Roman)

Hitchcock haciendo su característico cameo
Tanto para Hitchcock como para la autora, la adaptación de cierta obra resultaba una generosa oportunidad, para ella el ganar el prestigio de que el maestro del suspense se hubiese interesado por su trabajo (decir que fue su primera novela, de una serie de éxitos literarios, entre ellos el más recordado "El talento de Mr. Ripley") y para él, aprovechar una historia que había llamado la atención del público, en el terreno literario, para potenciar su esperado éxito. Y bueno, el acuerdo fue muy rentable para ambos, pues el éxito de "Extraños en un tren" devolvió a Hitchcok su posición dominante en las taquillas del momento y le propició un buen empujón a la fama a la autora del libro, Patricia Highsmith, hasta el punto de convertirse en una de las escritoras de suspense más reconocidas del siglo (con el permiso de Agatha Christie). 

La mujer de Guy, Miriam (Laura Elliott) se niega a divorciarse

Bruno entra en contacto con Miriam, su víctima potencial
Y bueno, "Extraños en un tren" es otra de esas magnas obras de tenso suspense características de su autor. Nos cuenta la historia de dos tipos que se conocen en un tren. Uno es un tenista, Guy Haines (Farley Granger, repite con Hitchcock tras "La soga") cuyo divorcio le trae muchos problemas, y el otro un perturbado de cojones, Bruno Antony (Robert Walker), que no aguanta a su anciana madre, con la que vive. Es magnífica la forma en la que Hitchcock nos presenta a los dos protagonistas, pues sólo mostrándonos sus zapatos durante el inicio de la peli, ya nos hacemos una idea de las personalidades de cada uno. La cuestión es que entablan conversación y se cuentan sus problemas y el perturbado le plantea una especie de pacto al tenista, para que ambos salgan beneficiados. Como él no soporta a su madre y el tenista quiere deshacerse de los problemas que le acarrea su mujer, la cual no desea divorciarse, el tipo plantea acabar con las vidas de ambas, pero para descartarse como culpables y conseguir coartadas perfectas a ojos de la poli, el tipo se ofrece a ser el asesino de su esposa, mientras que el tenista debería de ser quien se ocupase de despachar a la madre. 

Bruno le reclama a Guy el crimen que le ha "prometido"

Guy no hace mucho caso porque piensa que Bruno está de broma, pero no es así. Una noche Bruno persigue a la mujer de Guy, Miriam (Laura Elliott) y la estrangula. Guy se queda horrorizado, pero será entonces cuando Bruno comience a presionarlo para que ahora le corresponda con su parte del pacto; o sea, que liquide a su madre. La aparentemente tranquila vida de Guy, se convertirá en un auténtico infierno y más cuando su nueva novia, Ann Morton (Ruth Roman), se entere de tan escabroso asunto. 

Barbara, la hermana de Ann, interpretada por la hija de Hitchcock, Patricia

Pues bueno, en la línea de Hitchcock, "Extraños en un tren", nos presenta una montaña rusa de tensas emociones. Su realización es impecable, la puesta en escena soberbia; fotografía, dirección artística y demás aspectos técnicos, increíbles. Además, es atrapante desde el minuto uno, entretenidísima y por completo absorvente. Yo recuerdo estar viéndola y no poder quitar la vista de la pantalla; en serio (aunque me repita), insisto una y otra vez, el señor Hitchcock era un auténtico genio a la hora de dar al público lo imprescindible para que se quedase enganchado con sus envolventes tramas. No creo que pueda aportar más a lo dicho, una joya del thriller, Hitchcock en estado puro; un trabajo digno de un maestro irrepetible. 

Se ve que Bruno le ha cogido gustillo a eso de estrangular

*MI MOMENTO FAVORITO: el asesinato de Miriam (Laura Elliott) a manos de Bruno (Robert Walker), que está rodado de una forma magistral, siendo apreciada por los espectadores desde el reflejo de las gafas de la víctima. 

Reflejo mortal

jueves, 30 de enero de 2014

La matanza de Texas 3D (2013) de John Luessenhop



¡Madre mía!, pero ¿cómo se puede llegar a semejante nivel de ridículo?
¡No os lo perdáis!, ahora Leatherface pasa a ser el bueno de la película. La verdad, me parece que 2013 ha sido un año bastante nefasto para el cine de terror, y me refiero a la calidad de las películas que se han estrenado, aunque lamentablemente muchas de ellas han hecho buenos resultados en taquilla (véase "Mamá" o "Expediente Warren"), aunque sean unas soberanas mierdas. Pues bueno, el año se inició con esta basura, que prometía ser una especie de nuevo resurgir de la mítica saga (también denominado reboot). Yo, como ya he dicho muchas veces, soy bastante enemigo de los remakes o reboots (llamadlo como queráis), sobre todo de pelis de terror y sobre todo si éstas pertenecen al período comprendido entre la década de los setenta y los ochenta (en mi opinión la mejor y más genial para este género que ha existido y visto lo visto, existirá). No obstante, tanto el remake de "La matanza de Texas", realizado en 2003, como la posterior precuela de éste, me gustaron muchísimo, así que por unos instantes, la idea de que apareciese otro film de la misma franquicia, más moderno y en 3D, pues no me pareció tan descabellada y la verdad, me llamó mucho la atención. Pero a medida que me fui enfrentando con el visionado de este engendro, esta expectación de fue disolviendo como una pastilla efervescente en agua. 

Cameo de Gunnar Hansen, quien hizo de Leatherface en "La matanza de Texas" original

La prota, Heather (Alexandra Daddario), primita de Leatherface
Esta nueva "matanza", me parece una película verdaderamente lamentable. Mala, mala, pero mala hasta la saciedad. Vamos lo que se puede decir una puta mierda, pero MIERDA, así con mayúsculas. Este nuevo bodrio está al nivel de las tan deplorables tercera y cuarta partes (de 1990 y 1994 respectivamente), sus realizadores se han cargado la seriedad que le habían devuelto a la saga Marcus Nispel y Jonathan Liebesman en 2003 y 2006, con las dos más que aceptables producciones que fueron el remake y la precuela sucesivamente. Esta nueva versión (por llamarla de alguna forma) es patética, y lo peor de todo, elimina por completo el espíritu que Tobe Hooper y compañía supieron atribuirle a la original y por consiguiente convertirla en un estandarte inigualable. Resulta que Leatherface ya no es ese carnicero malvado, psicótico y cruel que hizo helar la sangre a todo aquél que vio el film de 1974. 

¡Ay mami!, ¿qué será lo que tiene el negro?

No pueden faltar unos jovenzuelos garrulos
No, ahora es un bobo retardado que quiere vivir en paz y tranquilo, que es perseguido por polis corruptos que lo quieren destruir como hicieron con sus familiares, ¡al lorito!, que ahora el clan de caníbales son ciento y la madre (¿de dónde coño salieron tantos si se supone que ésta es una secuela directa de la primera y en ésa sólo eran cuatro?), y para más inri, resulta que no son tan mala gente, sólo una familia presionada por las circunstancias. La película es absurda, ¿cómo se explica que ahora de golpe y porrazo se pinte a esta familia de caníbales enfermos e hijos de puta, que mataron brutalmente a un montón de gente, les arrancaban la piel para hacer adornos en su casa, se los comían y disfrutaban con sus carnicerías, como unos inocentes perseguidos por un sistema corrupto que los quiere eliminar? En fin, una historia verdaderamente horrorosa. 

¡Cuidado con eso, que corta!

¿Coitus interruptus?
Lo gracioso es que han hecho falta cuatro personas (entre ellas Adam Marcus, el soplagaitas responsable de la mierda de "Jason se va al Infierno") para crear semejante guión, deben de ser cuatro tipos más retrasados que el propio Leatherface. La película no es seria, pero lo más gracioso y lamentable es que no es algo que pretendiesen. Por ejemplo la segunda parte de Tobe Hooper, era una auténtico desmadre, una parodia que provocaba risa, pero estaba hecha con esa intención, había un motivo que lo justificase. Pero ésta se supone que es un film serio, pero crea auténticos ataques de risa involuntarios (equiparables al bodrio por ejemplo de la tercera parte de 1990). Por otro lado, el apartado técnico también es lamentable, nada sorprende, la dirección es nefasta y plana. Los actores también son de pena, no se salva ni la prota, la guapa Alexandra Daddario, que pasa de esquivar la sierra de Leatherface, a convertirse en su ángel de la guarda, y es que, no os lo perdáis, la chica y el asesino resultan ser parientes, y claro, la familia tiene que estar unida por encima de todo. 

Leatherface está enfadado

Da gusto ver lo mucho que se quiere la familia
Encima, apenas hay gore, hay muy poquitas muertes y éstas no son nada del otro mundo. Para rematar la faena, los efectos sangrientos cantan a la legua que son digitales; nada de elaboración artesanal de la de antes (como sí pudo verse por ejemplo en la precuela de 2006). En definitiva, la película es una grandísima mierda, otro nuevo insulto a la franquicia que había logrado seriedad en calidad con el remake y la precuela de 2003 y 2006 y que se la han vuelto a cargar de lleno en un espectáculo lamentable y vergonzoso. De verdad, os recomiendo que ni se os ocurra pagar ni un céntimo por adquirirla de ningún modo, si tenéis curiosidad a pesar de todo (como la tenía yo) los más adeptos de la saga, os recomiendo (ni lo dudéis y me da igual la incitación implícita) que os busquéis algún método de visualización que no requiera un desembolso económico, aunque sinceramente ver este bodrio, no es una experiencia recomendable y hundirá el estima de lo que más améis el film original. 

También tiene un cameo Marilyn Burns, la heroína de "La matanza de Texas" original

La maldición de Damien (1978) de Don Taylor



Damien Thorn (Jonathan Scott-Taylor) algo más crecidito
En 1976 se estrenó uno de los pelotazos más grandes del cine de terror y una de las películas, también, más influyentes de los films, llamémoslos, de temática satánica. Me estoy refiriendo, por supuesto a "La profecía", la cual nos dio a conocer a otro de los malvados más perversos y a la vez de apariencia más inocente, del celuloide del terror, el hijito del mismo Satanás, Damien Thorn. Al final de la primera parte, este niñato diabólico, logró escapar de la muerte a manos de su padre adoptivo (interpretado por Gregory Peck), quien estuvo a punto de enviarlo al mismo Infierno clavándole unas dagas sagradas, único objeto que es capaz de destruir a este cabroncete. La mala suerte, es que la poli tiroteó al pobre hombre, que lo único que quería era salvar a la Humanidad, antes de lograr tan duro objetivo. 

Los tíos postizos de Damien, Richard (William Holden) y Ann (Lee Grant)

La cara del Anticristo
Ahora Damien está viviendo bajo el techo del hermano de su difunto padre adoptivo (en esta ocasión Gregory Peck es sustuido por otro actorazo, William Holden) y su mujer (la para mí súper rancia, Lee Grant), por supuesto en una lujosísima mansión, acorde con su estatus social elevado. Así que pasan unos años y Damien, ahora con 13 años, ya es un preadolescente que a diferencia de en la primera película, comienza a ser consciente de su función en el mundo de los mortales. Si bien en "La profecía", el niño no era causante directo de las diferentes muertes que envuelven a su figura, aquí el muchacho ya aprende a dar rienda suelta a sus diabólicos poderes y en sí, ya adquiere su aura macabra, digna del hijo del Diablo. Por supuesto, en la línea de su antecesora, los habrá que descubran el origen del chaval, e intentarán detenerlo; y claro, no tendrán un final feliz. 

Alrededor de Damien no faltarán los accidentes

Uno de los protectores de Damien (Lance Henriksen)
"La maldición de Damien" me parece una secuela cojonuda. Si bien, la primera es un grandísimo clásico, ésta no se queda atrás, ni muchísimo menos. Como continuación es grandiosa, buenísima, muy entretenida y excepcionalmente realizada. Cuenta con un buen porrón de muertes, muy originales y muy bien diseñadas; muchas de ellas resultan grotescos accidentes que perfectamente podrían haber servido de inspiración a las de la famosísima saga de "Destino final". El guión está muy bien construído además, utiliza muchos de los aspectos característicos de la primera parte, pero a diferencia de muchas otras secuelas pachangueras, no se muestra una reiteración de los mismos golpes de efecto y se reserva otros muy buenos (por ejemplo, se mantiene la idea de que un representante del reino animal, sea uno de los guardianes protectores de Damien en la Tierra, si en la primera era un inmenso rotweiler, aquí se presenta en forma de un mortífero cuervo, verdaderamente espeluznante). Afortunadamente, la cosa también resultó bastante rentable en taquilla, con un presupuesto de algo más de 3 millones de dólares, recaudó 26 millones sólo en Estados Unidos, lo que supuso un muy notable éxito y permitió la realización de un episodio más, que cerraría de manera definitoria la historia del malvado Damien. En fin, un excelente film, de calidad muy similar a la de su maravillosa antecesora; por supuesto, es absolutamente imprescindible. 

¡Cuidado con ese cuervo!

*MI MOMENTO FAVORITO; como en alguna otra ocasión, me veo en la obligación de señalar dos concretos, porque no me he podido decantar especialmente por ninguno de ellos: 

- Uno: la terrible muerte de la periodista, Joan Hart (Elizabeth Shepherd), a la que el cuervo guardián de Damien, le saca los ojos. 

Parece sacado de "Los pájaros"

Dos: otra brutal muerte, la de un médico negro (Meshach Taylor), que es seccionado en dos mitades, al desprenderse el ascensor en el que iba montado. 

A tripa descubierta

Río Bravo (1959) de Howard Hawks



Chance (John Wayne), el sheriff más duro del oeste
Como ya he dicho en otros comentarios, el western es un género que nunca me llamó la atención, siempre lo he considerado muy repetitivo, lleno de clichés (para que luego critiquen al terror, que por lo menos con el paso de los años sí ha experimentado una evidente evolución) que no han presentado variedad ninguna. No obstante, como soy partidario de que, para criticar un film hay que verlo, pues no le he hecho ascos al visionado de westerns milenarios y representativos como por ejemplo éste, dirigido por el magnánimo Howard Hawks. La razón por la que me llamó especialmente la atención esta película fue porque, según las fuentes, supuso una fuente de inspiración muy importante para que John Carpenter (director de "La noche de Halloween", "La niebla" o "La cosa") realizase un entrañable clásico de serie B en 1976, "Asalto a la comisaría del distrito 13" (la cual ya comentaré). Pues bueno, así que, sin tener muchas expectativas me animé a ver la tan adorada por la crítica "Río Bravo". Pues bueno, no puedo ser embustero, la película no me gustó demasiado (y es que cuando digo que el western no me llama es por algo), no tengo más remedio que decir que se trata de otro petardazo sobrevaloradísimo, no sé exactamente en base a qué. 

Un típico salón, que todo western debe tener

Como ya he dicho, el sheriff es durísimo
Las conexiones entre este film y "Asalto a la comisaría...", son bastante simples y muy pero que muy circuntanciales; lo que me hace gracia es que hay quien sostiene que el film de Carpenter es un remake encubierto de "Río Bravo", a lo que yo me pregunto, ¿pero qué películas ve la peña? El único y mero parecido argumental que veo es que parte de una premisa un tanto similar, pero no nos engañemos, hay un abismo entre ambas. En esta película tenemos a sheriff durísimo (no podía ser otro que John Wayne), quien detiene a un tipo por asesinato y lo mantiene encerrado en la diminuta cárcel del pueblo en el que él es la autoridad. Resulta que el criminal es el hermano de un tipo muy influyente y claro, éste hará todo lo que esté en su mano para liberar al hermanito del cautivero, aunque implique una hazaña criminal. Pero el sheriff, que tiene los huevos más duros que un pedrusco, a pesar de ser un viejo casi cascadete, se mantendrá en sus trece y junto con un grupito de palurdos ayudantes, un borrachuzo (Dean Martin), un viejales cojo (Walter Brennan) y un chavaluco que le da a la guitarrita (el guaperas de esa época Ricky Nelson), tendrán que custodiar al asesino esquivando cuantas balas les dediquen los matones que el ricachón mande contra ellos. 

El ayudante borrachuzo del sheriff (Dean Martin)

Una nada remilgada señorita (Angie Dickinson)...
Viendo "Río Bravo", pues la verdad no he presenciado por ninguna parte la obra maestra tan excepcional que se vitorea que es. Los por qués son muy simples. En primer lugar, el film no es que nade, es que bucea en los míticos y más que vistos estereotipos del western; vale como representante del género es obvio, pero es que me parece que cae en el más absoluto de los ridículos, involuntariamente, en más de una ocasión, lo que en mi opinión, hace que cueste mucho tomarla en serio. Así pues veremos como los malos son más tontos que aquél que vendió la moto para comprar gasolina y serán abatidos a tiros por los protagonistas, que son inmunes al fuego enemigo. Se me hace ridículo ver a John Wayne, con unos cuantos años a cuestas, como tipo durísimo e implacable, que con un simple gesto tumba a cualquiera y ni Dios puede con él, resulta ridículo ver lo fofo que está y en cambio cómo es posible que en los tiroteos consiga librarse de recibir ni un simple tirito, para que luego se rían de las pelis de Schwarzenegger, Stallone, Seagal o Van Damme, pues ¿qué diferencia hay entre éstos y John Wayne? Bueno, al menos los otros tenían una constitución que hacían más "creíbles" sus condiciones de tipos imparables, pero es que a John Wayne sólo le falta el bastón. 

...se pasa todo el rato haciéndole insinuaciones al sheriff

Los guardianes de la cárcel
Por otro lado, supuestamente la película es seria y nos debe transmitir tensión y suspense; el argumento así lo dispone; cuatro tipos asediados por un ejército de asesinos profesionales que vienen a machacarlos, no es para andarse con bufonadas. Sin embargo, el film está inundado por un incómodo toque humorístico que mata el posible suspense, ya de por sí apagado y flojo, porque ya sabemos de antemano que los protas son invencibles y los malos van a caer como moscas porque son gilipollas. Así pues resulta vergonzoso ver, por ejemplo, el tiroteo final y comprobar como los propios protas hacen chistes y se lo toman a guasa. Por favor, ¿de verdad eso crea la sensación apropiada que debería de crear? Se lo pregunto a los críticos experimentados y cultos que ven en este film un estandarte artístico digno de admirar. 

El guapito Ricky Nelson se une al clan

Éste va a sacar a su hermano de la cárcel, sea como sea
Pero aquí no acaban las gilipolleces. Resulta que meten de golpe y porrazo una especie de subtrama romántica (bueno, romántica por llamarla de alguna manera). Así que aparece en escena una chica (la provocadora Angie Dickinson, a la que yo siempre recordaré por su participación mítica en la genial "Vestida para matar" de Brian De Palma), que no para de insinuarse al sheriff, cual vulgar putilla, porque se ve que la pone muy caliente. Pasando por alto el hecho poco creíble de que una mujer de muy buen ver como la Dickinson, perdiese la cabeza por un viejales como Wayne así como así, me veo en la obligación de destacar las participaciones de ambos como los fragmentos más lamentables de la película, que más que incorporar interés, estorban. Pero menos creíble es el alarde de hombrío del propio sheriff, que a pesar de que la chica se lo pone a huevo en incontables ocasiones, siempre la rechaza; igual, de tan machito que va el señor sheriff, éste en realidad prefería a los jovencitos como Ricky Nelson. En fin, bromas a parte, la película está llena de momentos vacíos y absurdos como éstos, o hasta el propio momento musical que se marcan los cuatro protagonistas varones en la comisaría a ritmo de guitarrita cantando pesadísimas cancioncitas, de esas tan típicas del oeste, que yo encima, aborrezco. Además, que encima la película casi alcance las dos horas y media, perjudica mucho a la hora de que uno pueda llegar mínimamente a entretenerse. 

Letárgicos momentos musicales

En resumidas cuentas, a mí "Río Bravo" me parece que de obra maestra cinematográfica no tiene nada. Me ha dejado muy bien clarito que John Wayne no era buen actor (nunca cambia la cara de palo que le caracteriza), que tiene un guión atroz, que le sobra mucho metraje, que posee momentos de humor ridículos que le quitan la seriedad que requería su argumento y que en definitiva, es un film pesadísimo. Para quien la quiera, yo no pienso volver a verla nunca más, otra de esas razones por las que siempre diré que a pesar de lo mucho que se vitoree, el western es uno de los géneros más repetitivos y más sobrevalorados que han existido a lo largo de la Historia, a los hechos me remito; en la actualidad se encuentra casi en clandestinidad. 

Con cuatro tiritos estos viejales pueden con los malos malosos