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jueves, 29 de enero de 2015

Big (1988) de Penny Marshall



El pequeño Josh (David Moscow)
¡Qué película más entrañable! Tal vez no sea perfecta, de acuerdo, seguramente aquel que presuma de ser un intelectual curtido y requetecurtido en lo referente a lenguaje cinematográfico podría exponer cientos de aspectos en los que ''Big'' podría ser mejorable, de acuerdo, pero de una cosa no cabe duda, es una de esas joyas que nos ha emocionado y seguirá emocionando a un amplio número de personas que tuvimos la suerte de verla o bien en nuestra juventud-infancia-adolescencia más ingenua e inocente. ''Big'' nos cuenta la historia de un niño, Josh (David Moscow), el cual desea más que nada, pues lo que muchos deseamos cuando somos unos renacuajos; ser adulto, y tendrá la suerte de que su deseo le será concedido cuando se lo pida a una misteriosa máquina en una feria. Recuerdo cuando veía esta película de niño me decía a mí mismo: ''guau, ¡qué pasada, poder ser mayor de la noche a la mañana!, sin nadie que te diga lo que tienes que hacer, sin tener que ir al colegio y aguantar a los maestros petardos de turno, con libertad para cualquier cosa''

Josh desea ser mayor...

...y su deseo se hará realidad
Pues bueno, Josh amanece al día siguiente como un hombre hecho y derecho (en apariencia física) y con pelo en el pecho (con el rostro de un inigualable y magnífico Tom Hanks), y vivirá en su carnes de primera mano lo que significa ser un adulto, aunque en realidad conserva la mentalidad de un niño de 12 años. Verá pues que ser una persona mayor no es tan divertido como parece, y que si bien está el pro de poseer independencia y libertad sin que nadie te pueda limitar, también existen otros contras como otro de responsabilidades (de las que nos somos conscientes siendo tiernos infantes y que según vamos creciendo, nos vamos dando cuenta de su jodida existencia). El film por lo tanto representa un fantasioso relato la mar de tierno, disfrutable tanto para pequeños como para adultos, en el que en resumidas cuentas se nos expone la premisa de ''no tengas prisa, disfruta cada momento de tu vida'', ''la vida es un recorrido con diferentes etapas, cada etapa llega a su tiempo, y cada etapa posee sus virtudes e inconvenientes''.

El Josh adulto (Tom Hanks) mantiene la mentalidad de un niño de 12 años

Josh pasándolo pipa con su mejor amigo Billy (Jared Rushton)
Recuerdo que cuando la vi siendo un crío ''Big'' me fascinó por sendos motivos, porque me permitía la posibilidad de visualizar el mundo adulto desde los ojos de un infante -lo cual era maravilloso- y ahora, vista años después, me sigue fascinando por otros motivos porque me hace enmarcarme en otro contexto distinto y opuesto, me hace ver el mundo de un niño desde los ojos de un adulto y a la vez irremediablemente me obliga a transportarme automáticamente a aquellos maravillosos y nostálgicos años en los que pelis como ésta tanto me hicieron disfrutar e incluso soñar despierto. Ésa es la magia, que tanto recalco, que poseían muchas de estas magníficas joyas de los ochenta, la capacidad de transmitir valores, a la par que entretener, algo que (es que me cago en la leche) hoy se ha perdido en la mayoría de films que desfilan por la taquilla. En fin, afortunadamente siempre nos quedará la posibilidad de seguir visionando una y otra vez genialidades como ésta. 

Las chispas saltarán entre Josh y Susan (Elizabeth Perkins)

Por cierto, hay que destacar el hecho de que gracias a este trabajo, se comenzó a considerar a Tom Hanks en Hollywood como el gran actorazo que en realidad es, bastante encasillado durante los ochenta como intérprete de segunda fila únicamente válido para encarnar personajes un tanto bobalicones dentro del género de comedia; y es que esta magnífica interpretación le valió su primera nominación al Oscar, pues dentro de su vertiente cómica (indudablemente inherente en su papel) también supo demostrar un arrollador toquecito dramático, lo cual comenzaba a dar muestras de su envidiable versatilidad.
 
Susan no puede imaginarse que en realidad está tratando con un niño de 12 años

*MI MOMENTO FAVORITO: siempre quedará especialmente para el recuerdo ese número musical sobre ese gigantesco piano. 

¡Gran dúo!

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