jueves, 18 de julio de 2013

La soga (1948) de Alfred Hitchcock



La desgraciada víctima
"La soga" es una de las películas mejor consideradas de la filmografía de Alfred Hitchcock, por muchos críticos considerados como una obra maestra. Méritos no le faltan puesto que Hitchcock realizó un experimento cojonudo al rodar la película en un único plano secuencia, es decir del tirón, sin cortar ni un solo momento la grabación (salvo en los obligatorios cortes de la bobina cuando ésta finalizaba, disimulados por Hitchcock fingiendo un fundido a negro al acercar la cámara a la ropa de alguno de los personajes, partiendo posteriormente del mismo punto, esto sería algo complejo de explicar para aquél que no entiendo un poco de lenguaje cinematográfico o tecnicismos de filmación de una película). 

El arcón de la muerte

El profesor Rupert Cadell (James Stewart)
Por otro lado, no sólo la forma en la que "La soga" está rodada hace llamativo y revolucionario este film, es digno de señalar la buena dosis de intriga y suspense que Hitchcock sabe transmitir con un grupo reducido de personajes y un único escenario, con una casi por completa ausencia de acción. La historia cuenta como dos compañeros de piso asesinan a un amigo, estrangulándolo con una soga, por el mero placer de comprobar lo que se siente al arrebatar una vida humana. Posteriormente esconden el cadáver en una arcón y allí lo mantienen mientras celebran una fiesta en el apartamento donde viven, a los que para más inri han invitado al padre, a la novia y al mejor amigo del muerto. El invitado estelar, será un avispado profesor de ambos, tanto de los anfitriones como de la desgraciada víctima (interpretado muy correctamente por James Stewart), quien comienza a ir sospechando que algo raro pulula en el ambiente. 

La fiesta sigue su curso

Los nervios van caldeando el ambiente
"La soga" fue un film arriesgado, porque era francamente difícil plantear una trama con tal nivel de suspense, tan simple, en un escenario tan teatral y sin las característicos elementos de los films habituales de Hitchcock. No obstante, el maestro del suspense supo salir del paso y como de costumbre, logró enganchar con otra excelente película. En mi opinión, no es de mis favoritas de este gran director, precisamente por la cuestión de que a veces estás esperando que ocurra algo más emocionante de lo que en realidad ocurre, pero hay que comprender que la limitación del espacio narrativo no lo permite. Ahora bien, hay que reconocer que para lo poquito que ofrece "La soga" estamos ante una película de suspense correctísima y muy entretenida (su corta duración también ayuda a que su visionado sea muy leve). Hay que destacar cierta curiosidad sobre la que se ha hablado mucho y es que parece palparse cierta homosexualidad implícita en los personajes protagonistas, tal vez esta apreciación pueda ser muy cogida por los pelos, aunque en alguna ocasión sí que parece poder intuirse cierto acercamiento algo afectivo entre estos dos personajes masculinos, no obstante esta fue la premisa a la que se agarró el gobierno franquista para prohibir la película en España durante unos cuantos añitos.

Brandon (John Dall) y Phillip (Farley Granger) ¿homosexualidad implícita?

*MI MOMENTO FAVORITO: el profesor Rupert Cadell (James Stewart), acabará cayendo en la cuenta de todo, dando lugar al único momento conflictivo, en sí, de la película.

"¡Se sienten, coño!"

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