miércoles, 10 de julio de 2013

Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock



Marion Crane (Janet Leigh) huyendo de la justicia
Una de las obras cumbres de Alfred Hitchcock, una obra maestra y un film, que sin pretenderlo, fue instaurador de un mogollón de referencias posteriores que serían la base de una altísimo porcentaje de la producción cine de terror durante las siguientes décadas. Se trata de una adaptación de una famosísima novela de Robert Bloch, del mismo título, que a su vez se inspiró en el escabroso y espeluznante hecho real del asesino Ed Gein, un granjero solitario que estaba obsesionado con su madre, que practicaba la necrofilia y el canibalismo, se hacía ropa con piel humana y tenía un buen puñado de elementos decorativos en su casa, compuestos a base partes de cuerpos humanos. Este ser tan perverso, real (ejemplo de que la realidad siempre será más espantosa que cualquier historia de ficción), fue una inspiración no solo para la creación del personaje del desequilibrado Norman Bates, también sirvió como fuente de referencia para la creación de personajes tan famosos de ficción como los lunáticos sádicos de "La matanza de Texas" o el criminal Buffalo Bill de "El silencio de los corderos"

Cualquiera diría que Norman Bates (Anthony Perkins) está como una chota

La espeluznante casa de los Bates
Pero hablando de "Psicosis", cuando Hitchcock planteó la posibilidad de llevarla a cabo, todos los estudios pusieron el grito en el cielo. Aparentemente el libreto no daba para más que ser una mera explotación de serie B, violenta y que no levantaría un interés masivo en salas comerciales. En cambio Hitchcock apostó con el proyecto y decidió llevarla a cabo de manera independiente sin contar con el respaldo de ninguna productora. Debemos de agradecer la insistencia de Hitchcock, porque no haber existido "Psicosis", no sólo nos habríamos perdido todo un peliculón, también habría quedado coja la historia del género de terror al haberse omitido la cuna que le sirvió de principal inspiración para el nacimiento de otros grandes clásicos que bebieron del potencial aterrador de su abuela "Psicosis"

Lila (Vera Miles) y Sam (John Gavin) se convierten en investigadores

El grito más famoso de la Historia
La historia arranca con una joven, Marion Crane (Janet Leigh, nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria), que manga la suculenta cantidad de 40.000 dólares y se da a la fuga con dicho botín. Durante su viaje seremos testigos de las paranoias que le van comiendo el coco y de los dilemas que le sobrevienen a la cabeza acerca de si continuar adelante con su fechoría o si debe cumplir la ley y devolver el dinero que no le pertenece. La cuestión es que llega la noche, la chica está cansada y se para en un motel de carretera bastante aislado. El recepcionista, todos bien sabemos, que es el pirado de Norman Bates (un genial Anthony Perkins), abuelo de una buena oleada de psicópatas cinematográficos. El destino de Marion también buenamente lo conocemos, se da una duchita y la "madre" de Norman la cose a puñaladas (acompañada por "chin", "chin", "chin" característico). Norman se ve en la obligación de encubrir a su perturbada madre, con la habita en una casa contigua al motel, así que hace desaparecer las pruebas del asesinato. Tras la desaparición de Marion, entran en acción la hermana de ésta, Lila (Vera Miles), su novio Sam (John Gavin) y un detective (Martin Balsam) contratado para encontrar el dinero robado. Ambos deberán ser los encargados de indagar qué puñetas esconde Norman y los oscuros y aterradores testimonios que podrían relatar las paredes del motel Bates si pudiesen hablar. 

Lila Crane ante la aterradora verdad
El detective Arbogast (Martin Balsam)
"Psicosis" es una obra fundamental, Hitchcock (nominado al Oscar al mejor director) aportó una forma distinta de narrar una historia, una forma nueva de sobrecoger al público y sobresaltarlo y una nueva fórmula que aparte de entretener te mantiene en vilo para descubrir qué nueva sorpresa se tiene reservada el maestro del suspense. La película fue un enorme éxito que desmintió la absurda suposición de que el libreto sólo daba para convertirse en una mierdecilla de serie B. A día de hoy es considerada justamente una grandísima obra maestra del cine y una de las más recordadas y famosas de su director. Verdaderamente es una película estupenda, con un manejo del suspense tan brillante que sigue sorprendiendo con más de medio siglo a cuestas.

¡Vaya cara de loco!

*MI MOMENTO FAVORITO: aquél en el que Lila Crane (Vera Miles) se cuela en la casa de los Bates y descubre la auténtica cara de la Sra. Bates.

¡No le vendría mal un poco de Photoshop!

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