viernes, 19 de julio de 2013

Sopa de ganso (1933) de Leo McCarey



Rufus T. Firefly (Groucho) y la Sra. Teasdale (Margaret Dumont)
Por méritos evidentes esta película es una de las más famosas y recordadas de los hilarantes y geniales hermanos Marx. "Sopa de ganso" es magnífica se mire por donde se mire. Una crítica hacia la política, loca y divertidísima. Groucho hace otro de sus más famosos personajes, un dictador llamado Rufus T. Firerfly, que se mofa de todo tipo de situación por drástica que sea, ya sea una crisis económica o una guerra. A su lado Chico y Harpo haciendo de las suyas, más disparatados que nunca y bueno a Zeppo, pues hacerle una mínima mención ya que fue su última película, obviamente se daría cuenta que no valía, si ese fue el motivo de su retiro es digno reconocerle el mérito de haberse retirado, remitiéndome a múltiples críticas: quien no vale, no vale. 

Chicolini (Chico) y Pinky (Harpo) con el embajador Trentino (Louis Calhern)

Abandonado por el sidecar
Nos narra la delicada situación en la que se encuentra un pequeño país llamado Freedonia, cuyo líder es Rufus T. Firefly, que se encuentra amenazada por la actitud invasora del país vecino, Sylvania, cuyo líder, el embajador Trentino (Louis Calhern) tiene fama de belicoso. Chicolini (Chico) y el mudo Pinky (Harpo) son dos alocados espías contratados por Trentino para espiar a Firefly, aunque éstos no tendrán ningún reparo en aliarse al bando contrario, una vez que la inevitable y disparatada guerra entre ambas naciones estalle. Pues bueno, lo cierto es que poco puedo decir de "Sopa de ganso" que no se haya dicho ya, es pura diversión, no hay lugar para el aburrimiento, las carcajadas están aseguradas y es una obra donde los Marx ya demuestran con creces su inmenso talento para el humor. El tiempo no ha matado su valor, es más recomiendo verla hoy en día en tiempos de crisis para comprobar cómo los problemas de los que ya se burlaban los Marx hace casi ochenta años, siguen estando vigentes y desgraciadamente muy presentes hoy en día. Para el recuerdo queda la inmortal escena del espejo o las finales de la guerra entre Freedonia y Silvania. En definitiva, es una joya de la comedia, una película para ver y olvidarse de los problemas sin parar de reir.

Los hermanos Marx preparados para la guerra

*MI MOMENTO FAVORITO: la famosísima y desternillante escena en la que Groucho duda de si lo que tiene ante él es su propia imagen reflejada en un espejo o es en realidad un imitador "imitando" (valga la redundancia) sus gestos.

¡Como en un espejo!

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