domingo, 21 de julio de 2013

Suspiria (1977) de Dario Argento



Suzy Bannion (Jessica Harper)
Creo que muy pocas películas pueden igualar a "Suspiria" en el apartado visual. Estamos ante una obra de arte viviente. En 1977 Dario Argento estrenó su obra magna, la película que lo consagró como el gran director que es, una película excepcional, uno de los más gráficos ejemplos de la concesión de que el cine es Arte. Con un guión más bien simple, Argento creó una auténtica pesadilla onírica envuelta en una fotografía colorista que inunda la pantalla dando la sensación de estar en un mundo irreal. Transforma el interior de una academia de baile en un lugar asfixiante y aterrador, lleno de cacofonías escalofriantes, pasillos interminables, personas que son lo que no parecen y un misterio que perturba a la joven protagonista víctima de una pesadilla sofocante que también sufre la visión del espectador. 

Suzy con Mme. Blanc (Joan Bennett) y
Miss Tanner (Alida Valli), dos señoras que no son de fiar
 
Un joven Miguel Bosé pululaba entre el reparto
La historia nos transporta al interior de la Academia Tanz, en Alemania, una prestigiosa escuela de danza a la que acudirá la joven americana Suzy Bannion (Jessica Harper). La noche que Suzy llega, un sádico mata a una de las alumnas de una forma verdaderamente despiadada. Pero éste será el comienzo de una serie de situaciones tensas que se vivirán dentro de los muros de la Academia. Extraños comportamientos de los miembros del personal, escalofriantes ruidos que parecen proceder de las entrañas del edificio, misteriosos pasos que se escuchan en medio de la noche, un brebaje que obligan a la prota a beberse y que la hace caer en un letárgico sueño, muertes inexplicables, sumado todo esto al aterrador pasado de la Academia, son los elementos que convertirán dicha estancia de Suzy (como ya he dicho) en una infernal y angustiante pesadilla, de la que despertar sería todo un consuelo.

El Arte y la muerte unidos en uno

El interior de la academia resulta tan bello como inquietante
Con momentos pertubadores e impactantes, la maestría de Argento ha creado escuela y sus influencias pueden presenciarse en muchos directores posteriores. Sus escabrosas e irreales escenas de muertes han supuesto un antes y un después en el panorama cinematográfico (echar un vistazo a las pelis de Tarantino) y asistimos a un festival de violencia y sangre derramado con mejor estilo imposible. Dario Argento siempre ha dicho que concebía sus películas como obras de arte y eso puede presenciarse en el cuidadísimo aspecto estético de "Suspiria" donde las luces, la arquitectura, las sombras todo es importante y ayuda a crear una película redonda, aterradora y una experiencia más que recomendable. Sin lugar a dudas es toda una obra maestra y un regalo sin igual para la vista. 

Una trampa mortal

¿El pájaro de las plumas de cristal?
Como curiosidad, "Suspiria" resultó ser la primera (y mejor) parte de una trilogía planificada por Argento, denominada "Las tres madres". Éstas resultan ser tres seres malignos y perversos dotados de poderes mágicos, cada una de ellas tiene una residencia diferente en una ciudad distinta del mundo y desde estos aposentos, son capaces de expandir el mal allá donde deseen (la Academia Tanz, en Alemania, resulta ser una de estas aterradoras y espantosas guaridas). La segunda parte fue "Inferno" dirigida por Argento en 1980 y la tercera "La madre del mal", que no vio la luz hasta 2007 (la que es sin duda la de menor calidad).

¡La muerta viviente!

*MI MOMENTO FAVORITO: la película tiene un inicio brutal, en el que se nos mostrará un visceral doble asesinato. La secuencia es un claro ejemplo de la elegancia de Dario Argento en mostrar con un excelente buen gusto una sangrentada magna, cargada de violencia y gore.

Así acaba una de las pobres víctimas

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