martes, 24 de septiembre de 2013

Luz que agoniza (1944) de George Cukor



Paula Alquist (Ingrid Bergman)
"Luz que agoniza" es una película fantástica de uno de los períodos de mayor esplendor del Séptimo Arte en los que Hollywood brindó al público grandes maravillas cinematográficas. Lo que nos ocupa es un tenso thriller, muy al estilo Hitchcock, que tiene la poderosa y fascinante virtud de resultar magnético, porque te mantiene pegado al asiento desde su comienzo hasta que aparecen las palabras: THE END. Antes de nada, es obligatorio decir que no se trata de una historia original, ya que en realidad es un remake (sí, ya en aquella época se hacían remakes, aunque con calidad, no como hoy en día) de otro film clásico británico llamado "Luz de gas" (en inglés ambos comparten el mismo título "Gaslight") de 1940. En lo personal, he de decir que descubrí antes este film que el otro (también debido a que es más fácil de localizar, debido a su mayor fama), por lo tanto mi primer encuentro con la historia que nos presenta me sorprendió más. Pero supongo que en este aspecto debemos agradecer la existencia de la versión de 1940, ya que fue la responsable de la existencia de esta otra emblemática película de 1944, y ya de paso, todo sea dicho, el film original, aunque más limitado, también resulta un magnífico clásico la mar de interesante. 

El matrimonio con Gregory Anton (Charles Boyer) no será un lecho de rosas

Por las noches la luz de gas desciende ¿por sí sola?
La película nos presenta un argumento muy intrigante, ambientado en el Londres victoriano. Una joven aspirante a cantante, Paula Alquist (Ingrid Bergman), se casa muy enamorada con un pianista, Gregory Anton (Charles Boyer), un tipo super amable que logra encandilarla fácilmente. Resulta que ambos se trasladan a vivir a una enorme casona, propiedad de la difunta tía de ella, una famosa cantante de ópera que fue asesinada diez años antes, sin que nunca se supiese quién fue el culpable. Al principio, todo es felicidad, pero al pasar el tiempo la actitud del marido empezará a cambiar. Se convierte en un tipo obsesivo y de un carácter despectivo hacia su mujer. Para colmo ella empieza a oir ruidos en la casa, cuando el marido abandona por las noches la casa, ruidos que parece no oir nadie más. La pobre mujer parece estar volviéndose loca, o ¿acaso alguien está intentando que ella pierda definitivamente los nervios?

¿La pobre Paula se está volviendo loca?

El detective Cameron (Joseph Cotten)
verá algo raro en el matrimonio Anton
Y ahora es cuando digo que tiene una buenísima dirección, una ambientación lúgubre y angustiante que te mete de lleno en la historia, una trama que engancha de principio a fin y unas interpretaciones magníficas que engrandecen este clásico todavía más. En fin, puede que estas palabras suenen a lo típico que se suele decir, pero desconozco otros términos para transmitir estos aspectos, y como no levanto falsos testimonios, pues no me importa repetirme a la hora de comentar films de este tipo. Y cómo no, también en mi línea a la hora de abordar un comentario, me toca destacar algo en especial del film, en este caso a alguien, y es que si existe alguien que brille con especial intensidad en "Luz que agoniza", ésa es Ingrid Bergman, demostrando ser una reina, una diosa de la interpretación. Ella sola se come la película con una actuación desgarradora, inmejorable, que quita el hipo. Su sola mirada representa el drama humano, la soledad, la angustia, el temor, así que no me queda más que decir que fue merecidísimo su Oscar a la mejor actriz por este papel. Mencionar también que fue el debut de la posterior y popular Jessica Fletcher de la serie "Se ha escrito un crimen", Angela Lansbury que contaba con 17 años de edad y que está también muy correcta (de hecho contó con una nominación al Oscar). Por supuesto no voy a desmerecer a nadie, ya que el resto del resparto también está fantástico y decir más está de más. Una maravilla del séptimo arte que en mi opinión se merecía mucho más el Oscar a la mejor película que el rancio y pesadísimo musical "Siguiendo mi camino", que fue el absoluto vencedor ese año.

Una jovencísima Angela Lansbury interpreta a una insolente criada

*MI MOMENTO FAVORITO: una vez descubierto el pastel (no desvelaré el meollo de la cuestión), Paula (Ingrid Bergman) le plantará cara a su marido Gregory (Charles Boyer), rompiendo definitivamente ese halo de indefensión que había caracterizado al personaje.

Por primera vez Gregory se verá indefenso ante Paula

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