sábado, 19 de octubre de 2013

El crepúsculo de los dioses (1950) de Billy Wilder



El prota Joe Gillis (William Holden) flotando fiambre en la piscina
Bueno, aquí otra de esas obras maestras imperecederas de la Historia del Cine, un melodrama con tintes de cine negro e intriga maravillosamente orquestado por uno de los grandes, el señor Billy Wilder, ya coronado como una magna figura en el panorama hollywoodiense. Billy Wilder ha sido el autor de magnas películas, y ésta precisamente es una de sus obras más encumbradas, ¿por méritos propios? Pues sí, ya que la película es un proyecto extraordinario que combina una sólida historia, magníficas interpretaciones y una soberbia dirección. La película ya tiene un arranque increíble, como no podía ser de otra manera, vinculándose a la narrativa típica del cine negro, la historia se nos cuenta a modo de flashback, con el personaje principal narrándonos los acontecimientos vividos que le llevaron hasta su fastidiosa situación actual. La novedad que nos presenta el film, es que la historia nos la va a contar un cadáver, sí señor, desde el principio ya sabemos que nuestro querido prota es un fiambre y él mismo nos va a relatar qué fue lo que le llevó a acarrear semejante destino, siendo esto además un recurso muy utilizado posteriormente tanto en cine como en series de televisión, véase por ejemplo el caso de "American Beauty""Mujeres desesperadas" (que también nos narra la historia un personaje que ha pasado a mejor vida). 

La lunática ex-estrella Norma Desmond (Gloria Swanson)

El velatorio de un mono
Así que comenzaremos a ser testigos de las peripecias de un escritor sin éxito, Joe Gillis (William Holden), repleto de deudas y sin prácticamente sitio donde caerse muerto. Este tipo tendrá la suerte, o la desgracia mejor dicho, de llegar a formar parte por casualidad, de la vida de Norma Desmond (estupenda Gloria Swanson), una antigua actriz de cine mudo, olvidada por los grandes estudios y que vive recluida en su gran mansión, rodeada de recuerdos y de ilusiones de volver a ser la gran estrella que fue. La mujer verá en Joe, la posibilidad de alcanzar de nuevo el éxito y le propondrá que sea el autor de un guión que supondrá su vuelta delante de las cámaras. El escritor se convierte en un aprovechado, ya que accede a seguirle la corriente a Norma, con la única intención de llevar una vida más acomodada. Este reprochable comportamiento, por lo tanto, acabará costándole caro. Amor, obsesión, locura, serán muchos de los elementos que influirán en el terrible destino de nuestro prota. 

Viendo antiguas películas de Norma

El sirviente de Norma, Max (Erich von Stroheim)
La realización de "El crepúsculo de los dioses" (no sé de dónde se sacaron el título en español, por cierto, ya que el original es "Sunshet Boulevard"), tiene su historia, una historia muy pero que muy curiosa. Analizando la peli a grandes rasgos, puede verse claramente cómo el guión atenta claramente contra la industria del cine, el cómo ésta desprecia y da de lado a grandes estrellas, cuando consideran que ya no les son elementos de rentabilidad, y deja en evidencia el uso que les dan cual simples marionetas. En ese momento, Wilder, para poder llevarla a cabo, mintió a los productores y les dijo que estaba haciendo un film diferente, con una historia que distaba mucho de la real. Éstos picaron y le permitieron al director seguir adelante, quedándose espantados cuando vieron el material una vez terminado. Se comenta incluso que lo pusieron a parir, acusándole de atentar contra la industria de la que vivía, pero eso no evitó, seguramente, que lo perdonaran después del éxito del film, y es que en resumidas cuentas, la pela es la pela y eso es algo que se puede presenciar, a modo de crítica, en el film en la presencia de nuestro rufián protagonista, que es capaz de aprovecharse de una lunática por tener la barriguita llena todos los días. 

Joe Gillis con Betty Schaefer (Nancy Olson)

Cameo de Buster Keaton
A la vez, "El crepúsculo de los dioses" es un claro homenaje a ese período de las Antípodas del Séptimo Arte, el cine mudo y como tal podremos ver desfilar por la pantalla antiguos iconos de aquella época, algunos a modo de cameo como Buster Keaton, el director Cecil B. DeMille (ambos interpretándose a ellos mismos), o en un rol más protagónico como Erich von Stroheim (popular director de cine mudo y también actor) que interpreta a Max, el fiel sirviente de Norma Desmond o la propia Gloria Swanson. De hecho, Gloria Swanson en cierto modo, hace un de un personaje que podría haberla retratado perfectamente a ella misma (aunque seguramente no tan desquiciada), es decir una actriz de talento, estrella del cine mudo sometida a un largo periodo de inactividad profesional, al ser en cierto sentido olvidada por los estudios. No obstante, hay que decir que la señora Swanson recuperó con creces su antiguo atributo de estrella gracias a esta película, la cual a día de hoy, la ha convertido además, en un auténtico mito (sobre todo la escena final). En fin, un maravilloso experimento de crítica del cine, dentro del propio cine, como ya he dicho espectacularmente realizado por Billy Wilder y que con toda justicia ha pasado a convertirse en una obra maestra de gran fuerza y fastuosidad. 

El director Cecil B. DeMille con Norma Desmond

*MI MOMENTO FAVORITO: el más mítico del film, un instante verdaderamente acojonante, en el que se llevan detenida por asesinato a Norma Desmond (Gloria Swanson) y ella desciende las escaleras, metida en su mundo de fantasía, creyéndose una gran estrella admirada por todos los que la rodean.

''De acuerdo, Mr. De Mille, estoy lista para mi primer plano''

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