domingo, 20 de octubre de 2013

Llama un extraño (1979) de Fred Walton



La canguro Jill Johnson (Carol Kane)
siendo aterrorizada por teléfono
Esta película realmente, es una gran pena. Una pena, porque podría haber sido un enorme y grato clásico de terror. Los primeros 20 minutos de la película son excepcionales, geniales, cargados de una tensión sofocante, una atmósfera aterradora y una actuación de la joven Carol Kane magnífica plasmando la angustiante situación que está viviendo su personaje de canguro indefensa, a cargo de dos niños inocentes que duermen el piso de arriba, ante las llamadas de un desconocido. La voz de éste es espeluznante y ese mensaje que le transmite a la muchacha da escalofríos: "¿has ido a ver a los niños?". Lamentablemente, pasados estos majestuosos 20 mintuos iniciales, la película se convierte en un absoluto bodrio. La trama de un policía (Charles Durning), más que patoso y con 50 kilos de más que persigue inutilmente al psicópata (Tony Beckley) que recién fugado del psiquiátrico se transforma en un pelele de cuidado. Los esfuerzos interpretativos de ambos actores se pierden en el declive. La historia se vuelve pesada y torpe y lo que es peor tan soporífera y aburrida que todo interés por ella desaparece. 

Éste es el psicópata (Tony Beckley), por favor, mirad qué pena da

El film quiere aportar dramatismo, puesto que el psicópata, quiere reinsertarse en la sociedad, tener amigos y una vida social. Pero, de verdad, ¿por qué cojones meten este rollo patatero en una película con un inicio tan aterrador?, ¿por qué no directamente hicieron directamente un drama social denunciando la posible o imposible reinserción de los criminales?, ¿qué memeces son éstas?, y lo peor de todo, ¿pretendían hacer que llegásemos a compadecernos de un tipo que al inicio había matado a dos inocentes niños? Nada tiene sentido, de verdad la historia adquiere unos niveles de patetismo alarmantes. 

John Clifford (Charles Durning), el patoso policía
con sobrepeso que persigue al "criminal"

El final intenta ligar con el majestuoso comienzo retomando la historia de la canguro, ahora casa y con hijos; pero ¿qué pasa?, que llevamos tragándonos durante una hora una historia que se ha deshinchado como un globo y que ha perdido toda seriedad, por lo que deja de interesarnos. Así mismo, el clímax del desenlace me parece penoso, incongruente y demasiado precipitado. La niñera es de nuevo atacada por el loco, que se suponía que quería rehabilitarse y aparece el poli gordinflas, en el momento justo y lo mata de un tiro. ¿Y el poli por donde entró?, ¿cómo llegó tan rápido si hasta entonces había sido un patoso de cuidado? En fin, todo es de auténtico chiste. 

El psicópata quiere hacer amigos

En resumidas cuentas resulta un film fallido como pocos y enormemente decepcionante. Si hubiese sido un cortometraje resumido a los 20 primeros minutos habría sido infinitamente mejor. Me gustó mucho más un remake que hicieron en 2006, ya que desarrolla durante toda la película los 20 minutos citados con la canguro siendo acosada. Sin ser nada del otro mundo, resulta un interesantísimo ejercicio de suspense y por lo menos es mucho más entretenida. De verdad, no exagero, es un auténtico bodrio. 

Jill Johnson, con unos años más, sigue siendo acosada por llamadas inquietantes

*MI MOMENTO FAVORITO: pues los 20 primeros minutos, que son fantásticos y repito, si la película hubiese seguido por ese camino habría sido un excelente clásico del género y no la puta mierda que es. 

''¿Has ido a ver a los niños?''

2 comentarios:

  1. 100% de acuerdo contigo, suscribo todas y cada una de las cosas que has dicho ;-)

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  2. jajaja, gracias, por una vez un remake sirvió para mejorar una peli retro...

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