jueves, 12 de diciembre de 2013

Eduardo manostijeras (1990) de Tim Burton



Edward (Johnny Depp) siendo construido
Y no puede haber una Navidad sin que se deba prescindir de visionar este magnífico clásico. Con él el director Tim Burton alcanzó lo más alto de su carrera y si ya había maravillado a muchos, con su desbordante imaginación en "Bitelchus", aquí ya es para quitarse el sombrero. Y es que "Eduardo manostijeras" es de esas películas que podría tirarme horas y horas, describiendo sus múltiples aciertos y todavía me quedaría corto. Sinceramente, me parece que es una película que no se puede describir con palabras, hay que verla y disfrutarla, sentirla y vivirla. Es un elogio a los sentidos, auténtica poesía visual, si existe una película que reproduzca con una similitud impresionante lo que es la magia, ésa es ésta. Un cuento de fantasía, a ratos muy divertido y a otros muy triste, muy melancólico y en cada uno de los minutos de su metraje, enormemente entrañable. 

La adorable Peg (Dianne Wiest) saca a Edward a pasear,
el pobre descubrirá un mundo nuevo para él

Vincent Price, en su último trabajo en el cine
R.I.P. (1911 - 1993)
La película nos cuenta la historia de Edward (Johnny Depp; lo de Eduardo es por la traducción del título, pero vamos quedaría enormemente cutre denominarlo Eduardo, cuando hasta en castellano lo siguen llamando Edward, no lo modificaron con el doblaje, gracias a Dios, todo sea dicho), un ser diferente. Una especie de humano, creado (un poco al estilo monstruo de Frankenstein), por un inventor (maravillosísima última aparición en el cine de gran Vincent Price), quien deseaba más que a nada, un hijo que nunca tuvo, a quien poder adoctrinar y cuidar. El problema es que el inventor fallece repentinamente, sin haber terminado de construir a su creación. El pobre Edward nunca pudo llegar a disponer de unas manos humanas, en su lugar (como bien señala el título) tiene unas inmensas tijeras, lo cual le dificulta mucho llevar una vida normal. Este ser tan "oscuro" ha vivido toda su vida recluido en un apartado castillo, situado en la colina de un pequeño pueblecito, mogollón de colorista; hasta que es encontrado por una simpática vendedora a domicilio (la adorable Dianne Wiest), la cual lo animará a salir de su reclusión y convertirse en un miembro más de la sociedad. Así, seremos testigo del intento, por parte de Edward, de ser un ciudadano normal y corriente, a pesar de las dificultades que su aspecto, de por sí, conlleva. Durante el desarrollo iremos viendo como este ser tan extraño, tan oscuro, de un aspecto tan terrorífico incluso, será el que en resumidas cuentas, tendrá más corazón; y conseguirá que los espectadores sintamos su soledad e irremediablemente sintamos una amplia compasión por él. 

Al putón de Joyce (Kathy Baker) le ponen cachondota las cuchillas de Edward

Kim (Winona Ryder) se dará cuenta de que su novio
Jim (Anthony Michael Hall) es un soberano gilipollas...
Para mí "Eduardo manostijeras" es una de las obras maestras más impresionantes de los noventa, y por supuesto una de las mejores obras de su autor, en la que plasmó todo su asombroso potencial, como artistazo que ha demostrado ser, tanto a la hora de ofrecer una historia entretenidísima e inolvidable y aportar un trabajo visual que a día de hoy me sigue pareciendo simplemente arrollador. Y es que realmente todo es destacable en la película (cosa que de pocas se puede llegar a decir). Los actores son excelentes; a destacar a Johnny Depp en un papel que lo catapultó definitivamente a la fama y que ha conseguido plasmar un auténtico icono del Séptimo cine de una manera apabullante y única; lo mismo digo de la "fetiche" de Tim Burton por aquel entonces, Winona Ryder (antes de que cogiese por costumbre desvalijar tiendas), que está estupenda también, para mí esta chica hace la mejor interpretación de su carrera, amén de la aparición ilustre, que ya he mencionado antes, de la estrella del terror Vincent Price, y de la estrellita de los ochenta Anthony Michael Hall (visto en las entrañables "16 velas", "La mujer explosiva" o "El club de los cinco") más crecidito, haciendo un personaje que fácilmente acabaremos odiando de lo despreciable que es. 

...y que el "monstruo" es en realidad más humano que muchas otras personas

Edward se convertirá en un muy cotizado peluquero
Al nivel visual, pues es que es de auténtica Obra de Arte con mayúsculas, de nuevo Burton tira de sus influencias del expresionismo alemán, véase el castillo del protagonista, oscuro y siniestro, cuya decoración se contrapone con el colorismo de las viviendas del pueblecito, influenciadas por un estilo más luminoso y purista; bueno seguro que también tiene su nombre, pero como debo reconocer mi incultura en este campo, no lo puedo mencionar; no obstante quedo agradecido a todo aquél que me quiera facilitar el nombre de tan colorista movimiento artístico. Y ya nos queda otro apartado que, la verdad, consigue emocionarme y ponerme el vello de punta; esa preciosísima banda sonora de Danny Elfman, la cual cada año prácticamente (salvo éste) me ha tocado escuchar como leitmotiv del anuncio de la Lotería de Navidad. La banda sonora de "Eduardo manostijeras", en mi opinión es una de las composiciones más bellas que he tenido la ocasión de escuchar a lo largo de la extensa serie de películas que he visto en mi vida; una auténtica joya que potencia aún más el ya de por sí, arrollador valor artístico del film. 

Las maravillosas figuras que Edward hace con sus tijeras

La verdad es que no sabría expresar de manera acertada las múltiples sensaciones que "Eduardo manostijeras" me ha aportado las innumerables veces que la he visionado. Es un film tan maravilloso, que la verdad, sólo puedo decir a todo el mundo que siga disfrutándola, sobre todo cada Navidad, y a todo aquél que no la haya visto (¿será posible que exista alguien?, seguro que sí, porque de todo tiene que haber), que no lo dude y que disponga de ella para descubrir la única experiencia que resulta presenciar cada uno de sus fotogramas. Y para finalizar vuelvo a repetir, y a grito pelao; ¡una joya imprescindible, asombrosa y maravillosa a partes iguales!

Detrás de las cámaras: maquillando a Johnny Depp 

*MI MOMENTO FAVORITO: si existe un momento preciso que me emociona como ninguno, y que incluso, lo reconozco, a día de hoy me sigue haciendo derramar alguna lagrimilla, es ese final con el personaje de Kim (Winona Ryder), ya de viejecita, contándole la historia a su nieta, mientras Edward (Johnny Depp) en su castillo modela las figuras de hielo, haciendo que la nieve caiga sobre el pueblo. 

''Antes de que él viniera, no nevaba nunca...
si no estuviese vivo, ahora no estaría nevando''

2 comentarios:

  1. na naaaa naaa naaa naaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!na naaa naaaa naaa naaaaaaaaaaa!!!!!
    lo has reconocido?? ES ICE DANCEEEEE!!! por supuesto!jejeje ;)

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  2. por un momento pensé que diria na na na na batman!!!, excelente articulo, la tenia en el olvido, la buscaré

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