viernes, 20 de diciembre de 2013

Jungla de cristal 2: alerta roja (1990) de Renny Harlin



Bruce Willis vuelve a ser el teniente John McClane...
Una vez más el poli más duro de Los Ángeles, el detective John McClane (de nuevo Bruce Willis). tendrá una Navidad, de todo menos tranquila. Si en "Jungla de cristal" ya se tuvo que enfrentar a un porrón de terroristas muy cabrones, en un altísimo rascacielos, ahora tendrá que enfrentarse a otro grupito de violentos terroristas, no iba a ser menos, en un aeropuerto y en medio de una peligrosa tormenta de nieve. Era de esperar, tras el monumental éxito de la primera parte, que John McClane iba a regresar con otra arriesgada aventura, llena de riesgo, tiros y explosiones. En el comentario que le dediqué a la primera parte, dije que no fue un film que a mí me entusiasmase demasiado; reconozco que dentro del género es una película importantísima, pero a mí concretamente no me moló demasiado, me entretuvo, pasé el rato y punto, no me llamó la atención especialmente. Sin embargo, no pasó lo mismo con esta segunda parte; la cual sí que me encantó. 

...y de nuevo se tendrá que enfrentar a un cruel enemigo; en
esta ocasión al coronel Stuart (William Sadler)

El aeropuerto bajo el control de los terroristas
En mi opinión, me resultó mucho más atrapante que la primera, con muchísima más tensión, emoción y en resumidas cuentas; un film más memorable. La trama se desarrolla, como ya he dicho en un aeropuerto, que ha sido tomado por un grupo de terroristas, encabezado por el perverso coronel Stuart (William Sadler), un enemigo más macabro que el de la primera y con menos escrúpulos. Este tipo y su comando, se han encargado de inutilizar los sistemas de control del aterrizaje de los aviones que se encuentran todavía volando y lo por lo tanto, se han convertido en los encargados de dirigir el tráfico aéreo. Teniendo las vidas de los cientos de tripulantes que se mantienen en el aire, en sus manos, utilizarán esta premisa como chantaje para conseguir la liberación de un peligroso dictador sudamericano y traficante, el general Esperanza (Franco Nero), que se encuentra recluido. 

John peleando contra uno de los malos

La mujer de John, Holly (Bonnie Bedelia)
a bordo de uno de los aviones secuestrados
Su propósito es que se le facilite la liberación y huida a dicho maleante, o de lo contrario se encargarán de hacer estrellar los aviones que continúan volando. McClane por lo tanto, se meterá en el entuerto, ya que en uno de esos aviones, viaja su mujer Holly (Bonnie Bedelia), desde luego la pobre, qué mala suerte tiene, hayá donde hay terroristas de por medio, allí va ella. Total, que el pobre McClane tendrá que volver a arrastrarse por un sin fin de tuberías, tendrá que verse involucrado en un porrón de tiroteos y todo tipo de peleas, que lo dejarán (pues como en la primera) lleno de mierda hasta las cejas; en su intento por salvar la tan fastidiosa situación. 

Antes de ser el malvado T-1000 en "Terminator 2",
Robert Patrick ya apuntaba maneras haciendo de villano

John intentando hacer que no se estrelle un avión
El resultado, para mí, es óptimo. Como ya he dicho, me parece que supera a la primera en todo; la historia me resultó más interesante, tiene más tensión y escenas más crudas (me dejó boquiabierto la que hacen estrellarse un avión con todo el pasaje -con niños y todo- sin que el pobre McClane pueda conseguir evitarlo; ¡vaya mala baba!). También es más violenta, el film tiene un montón de muertes y además no escatima en mostrar algún toquecillo gore (véase un degollamiento totalmente explícito, en su parte cercana al final). El argumento además, ofrece sus sorpresas, véase algunos buenos que resultan no ser tan buenos, y en general muchos más golpes de efecto que su antecesora. El McClane de este film además, resulta más socarrón, más irónico y suelta perlas más divertidas; vamos que me cayó bastante mejor que en la primera película, que la verdad se me hizo un poco irritante. 

John volando por los aires

El villano principal, el general Esperanza (Franco Nero)
Además, los malos son verdaderamente unos hijos de puta; mucho más odiosos que en la primera "jungla", así que yo tuve un mayor deseo de que los muy cabrones pagaran las consecuencias de sus atroces actos; que afortunadamente este castigo les llega con creces, en una escena final cojonuda. A destacar la excelente dirección de Renny Harlin, que ya demostró tener un excelente talante y profesionalidad con el film "Pesadilla en Elm Street 4, el maestro de los sueños", y que nada le tiene que envidiar a su antecesor John McTiernan, el cual no se pudo ocupar de la realización de ésta porque estaba en medio del rodaje de "La caza del Octubre rojo". En resumidas cuentas, que me parece una secuela cojonuda, para mí la mejor de todas las que componen la saga de "Jungla de cristal"; otro de esos curiosos casos en los que la segunda parte me parece que bate con creces a la primera (sin desmerecerla por supuesto y sin quitarles sus méritos). 

¡Qué tajo!

*MI MOMENTO FAVORITO: esa escena final en la que John McClane (Bruce Willis) hace volar por los aires el avión en el que se están escapando todos los cabrones de los terroristas, soltando su mítica frase. 

''Yipi ka yei, hijo de puta''

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