martes, 24 de diciembre de 2013

Plácido (1961) de Luis Gª Berlanga



El prota Plácido (Cassen) con su familia
Durante mucho tiempo he escuchado y leido comentarios sobre esta película, apuntándola como una de las obras maestras más grandes del cine español, sino la mejor incluso. Bueno, el hecho de que la hubiese realizado el ilustre Luis Gª Berlanga, el cual había sido el responsable de "Bienvenido Mister Marshall", la cual sí que me parece efectivamente una de las joyas más extraordinarias del cine de nuestro país, le atribuía muchos puntos a favor en lo referente al interés que despertaba en mí el visionar esta supuesta obra maestra. Yo creo que "Plácido" en realidad es una falsa concepción más que otra cosa y me explicaré. El film contó con el beneplácito para su realizador, de haber sido nominada al Oscar a la mejor película extranjera (algo seguramente sorprendente en aquella época), además de llevarse el elogio en festivales internacionales tan prestigiosos como el de Cannes y cosechar estupendas críticas y patatín y patatán. Por lo tanto, todo esto ha ido adjudicándole a "Plácido" unas connotaciones tan positivas como irreales, en mi opinión. Cuando yo vi "Plácido", pues la verdad me llevé una rotunda y absoluta decepción. En primer lugar porque ya había tenido el gusto de visionar la para mí mejor película de Berlanga, "Bienvenido Mister Marshall", la cual sí me parece un excelente ejercicio de magno cine patrio y que me parece que este "Plácido" no le llega ni a la altura de los talones, ni en mensaje, ni en historia y ni en el tratamiento de sus múltiples personajes, por mucho que se glorifique a esta segunda. Y en segundo lugar, me había fabricado en mi cabeza la idea preconcebida de que era una joya tan maravillosa, en base a las estupendas críticas y comentarios que había leido sobre ella, que la verdad no tuve ni por un instante la sensación de toparme con ningún atributo que la hiciese destacar, al menos, de otros films, en mi opinión mejores, y a los que no se les ha dado tanto bombo. 

Cocinex promociona: "Pongan un pobre en su mesa"

Plácido suplica que le ayuden a recuperar su carromato
El primer error que yo me topé en "Plácido" es que sea señalada en todas partes como una comedia, y francamente me parece que como comedia no es muy efectiva, no es divertida y presenta un sentido del humor tan negro que acaba inclinándola más hacia el drama. Sí es cierto que el tono de la historia pretende quitarle cierta seriedad a la tan triste realidad que nos presenta el argumento, pero eso no quita que me siga pareciendo poco eficaz como comedia, y sino yo planteo la cuestión; ¿a cuántos de aquéllos que la han visto le ha producido alguna carcajada? Creo que el hecho de "venderla" en cierto sentido como una comedia, es por el afán de vincularla con la obra suprema de su director "Bienvenido Mister Marshall", la cual sí que es una comedia en toda regla, presenta una realidad de la época en nuestro país (cosa que también hace "Plácido"), pero la trata de una forma diferente y más divertida. "Plácido" no, es un film más serio de tipo más realista; de hecho me ha recordado en muchos aspectos a los films neorrealistas italianos de Visconti o Rossellini; no hay más que ver los momentos en los que se muestra la forma de vida del desdichado protagonista, Plácido, que vive prácticamente en la miseria con su familia, y aunque sí que es cierto que la vitalidad que los personajes muestran le quitan dramatismo a su situación, tampoco convierte a la película en la comedia que muchos pretenden vitorear que es. 

Los ricachones "solidarios" promocionando el evento navideño

Plácido le pide ayuda a Gabino (Jose Luis López Vázquez),
el organizador del evento solidario
El film presenta una clara crítica a la sociedad de la época, eso es indudable. Se sitúa, por supuesto, en fechas navideñas en la que a la gente parece aflorarle más su lado solidario; una solidaridad que la hora de la verdad es pura hipocresía y falsedad. Lo que el film plantea es una especie de movimiento en pro de la campaña publicitaria de unas cacerolas, que proclama que los más pudientes y miembros de las clases altas, sienten a alguien desfavorecido a cenar a su mesa durante la Nochebuena. Así veremos a unos cuantos personajes muy variopintos, representantes, seguramente de los estereotipos sociales de la época (aunque francamente, creo que mirando la sociedad de hoy en día la cosa poco ha cambiado). En medio de este entuerto veremos al pobre Plácido, peleándose contra el viento y la marea, por intentar pagar la letra de un carromato que es su medio de vida, viéndose involucrado en medio de alguna que otra peripecia, mínimamente simpática, pero como ya he dicho, con un humor muy simplón que en ningún momento acaba aniquilando el componente dramático de la historia. En el reparto se pueden ver algunas de las figuras más icónicas y representativas del cine español como Jose Luis López Vázquez, Amparo Soler Leal, Agustín González o Antonio Ferrandis (el posterior e inolvidable Chanquete de "Verano azul"). No obstante, el peso protagónico recae en un tal Cassen (quien hace de Plácido), el cual tengo que reconocer que hasta que vi este film, no tenía ni puñetera idea de quien era; y el que además, no posee el desparpajo interpretativo ni simpaticón de muchos otros como el propio Jose Luis López Vázquez o un Pepe Isbert, como para resulta entrañable. El mayor problema de la película es que es muy repetitiva, muy pesada, los gags que presentó el director para intentar hacer gracia a mí la verdad me parecieron irremediablemente caducos, faltos de chispa. 

Este viejo se les muere...

Plácido al fin podrá pagar la letra de su carromato
Hay quien pueda decir, bueno era 1961, el humor ha cambiado mucho; eso no me parece una excusa pues "Bienvenido Mister Marshall" es de 1952 y sigue pareciéndome muy divertida, entrañable y simpática, así que si que me veo en la libertad de penalizar el, desde mi punto de vista insisto, chapucero trabajo que han realizado a la hora de intentar atribuirle comicidad a una historia que hubiese ganado más, quizás con el atributo de drama cómico, que no de comedia con tintes de drama (que no es lo mismo aunque a priori parezca muy similar). Debo concluir diciendo que no me ha gustado nada, además el final me parece muy flojo, muy simple; me dio la sensación de que había perdido el tiempo; el protagonista consigue pagar la letra de su carromato y seguir viviendo su vida como hasta ese momento, ni más ni menos. "Pues vale", exclamé yo instantes después de aparecer la palabra "FIN"; ''¿a quién le importa?". Me dejó la peor de las sensaciones que me puede producir un film; la más amplia indiferencia; me había tragado una historia vacía, que no aportaba ninguna evolución y que en resumidas cuentas tenía la misma intensidad que cualquier chascarrillo popular. Vale, que está muy bien que el señor Berlanga le echase un par de huevos para criticar aspectos peliagudos de la sociedad española durante la época franquista, pero mal vamos si de una película, pasado un siglo por ella, todavía se sigue señalando dicho aspecto como único punto fuerte, la conclusión es que independientemente de ese prehistórico argumento, no queda nada y eso es lo que me transmitió este Plácido; un gran nada. Si queréis ver una película navideña española mucho más tierna y entrañable, yo recomendaría mil veces más "La gran familia".

El famoso carromato coronado por la estrella de Oriente

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