domingo, 5 de enero de 2014

El día de la bestia (1995) de Alex de la Iglesia



El cura protagonista (Alex Angulo)
Y para ir fulminando el especial navideño que con mucha dedicación he querido realizar a través de mis humildes palabras, durante estas pertinentes fechas que ya tocan su fin, aquí traigo esta supuesta "obra maestra" de nuestro cine. Durante muchísimo tiempo, he escuchado por ahí en boca de muchos que se hacían llamar expertos en cine y he leido un buen porrón de críticas especializadas las cuales aseguraban y proclamaban a los cuatro vientos que "El día de la bestia" era un prodigioso peliculón; una pasada, una obra de culto, vamos, la ostia y la reostia. Mi pregunta es, después de haberla visto, ¿cómo es eso posible? Vale que yo acepto cualquier posible gusto, pero por favor, ¿cómo se puede llegar a señalar que este bodriaco infumable puede ser una obra maestra (que se dice muy pronto)? O sea que hay quien sostiene que esta caca (las cosas llamémoslas por su nombre) puede estar al nivel de algo como "Lo que el viento se llevó" o "Rebeca" o incluso "Lawrence de Arabia" si me apuras. 

El heavy de Jose María (Santiago Segura)

El curita cultivándose en música satánica
Pero es que no salgo de mi asombro cuando, todavía mucho tiempo después de verla, observo con horror como siguen apareciendo a porrones infinitas críticas positivas que alaban esta película como una obra de arte. Vamos a ver, ¿acaso me estoy volviendo loco, o es que estamos ante una de las películas más sobrevaloradas de la Historia? Si "El día de la bestia" merece el apelativo de obra maestra, cuál es que merece por lo tanto una casposa y cutre peliculilla con auténtico tufo a pachanguera serie B. Y ahora planteo una cuestión, si el argumento hubiese sido utilizado por una película americana, por ejemplo, ¿creéis que se habría llevado ese mismo porrón de críticas positivias? Yo creo que no. Por qué no cuenta con el mismo nivel de apreciación un "El diablo metió la mano" o un "House on Haunted Hill" o incluso un "Re-animator" si ambas tiran por unos derroteros  y explotan unas fórmulas que no desmerecen (más bien todo lo contrario) si se comparan las utilizadas en esta borregada filmada por el señor Alex de la Iglesia. Claro hombre, que son americanas y ya se sabe, cine de terror cachondo de serie B es igual a mierda, ¡hala!, viene un realizador español y hace una grandísima mierda que apesta a cutrez por todos los lados y por ir de bohemios van los expertos de turno y la glorifican como una portentosa creación artística. 

Una virgen para sacrificar (¡qué chiste!, ¿verdad?)

Los tres salvadores de la Humanidad, ¡menudo consuelo!
Para mí "El día de la bestia" no es que sea una mala película, es que es mucho peor, una grandilocuente mierda, carente de toda lógica y de el más mínimo sentido del humor mínimamente inteligente (¡al lorito, hay por ahí quien ha señalado que la peli posee un humor "inteligente", por eso digo esto). Lo peor no es que haga uso de un humor castizo muy chabacano, lo peor es que dichos toques cómicos no resultan para nada divertidos, sino burdos, ridículos y con sendas características de haber sido concebidos por alguien con cierto retraso mental. Pero lo que me parece más delecnable es que curiosamente "El día de la bestia" se convirtió en un grandísimo éxito nacional y acabó cosechando tal apogeo de seguidores que a día de hoy es un film de culto. La historia no puede resultar más idiota. Tenemos a un cura (Alex Angulo), que cree haber descifrado no sé qué mierda en el Apocalipsis, que le avisa del nacimiento del Anticristo en la Navidad de 1995 en Madrid. Así que el tipo se apresura a destruirlo, para ello empieza a hacer todo tipo de macarradas, porque según él, haciendo el mal le hará estar más cerca del Diablo. Se acaba aliando con dos tipejos más patéticos que él, un desaliñado aficiondo al metal (Santiago Segura) y un presentador de televisión (Armando de Razza) que va de ser un experto en las ciencias ocultas, pero que resulta ser un estafador. Pues este trío de lumbreras van a hacer una misa negra para lograr invocar a Satanás en persona (o en cabra, no lo tengo yo muy claro) y además serán los encargados de salvar al mundo del Mal, porque es la voluntad de Dios, ¡Madre mía! si Dios existiese, grato favor nos habría hecho mandado a semejantes personajes como salvadores del mundo que tanto curro le costó crear (no lo olvidemos, en siete días). 

Los tres memos en medio de una misa negra

Resulta que las torres Kio delatan el lugar del nacimiento
del Anticristo, ¡tócate los huevos!
Lo que nos depara el metraje serán una serie de absurdeces varias, personajes frikazos que supuestamente deben cumplir con la misión de motivar la risa en el espectador (en mi caso, simplemente me dieron vergüenza) y una contínua procesión de acontecimientos que, a mí me parece, que la hacen distanciarse de cualquier cosa similar a lo que se podría catalogar como una obra de humor inteligente, ni tan siquiera a una obra con una historia coherente y fácilmente digerible. A veces me da la sensación de que "El día de la bestia" es mero vehículo de disfrute para visionar o bien borracho o cargado de drogas (blandas, no seamos extremos) hasta las cejas, lo que me hace pensar que hay mucho fumao por ahí suelto entre el mundillo de la crítica de cine especialiazo. Bueno, digo esto irónicamente, pero es que es una percepción que no lograba borrarme de la mente mientras "disfrutaba" de este soberano engendro fílmico. Y para colmo de males, viene rematada por uno de los finales más lamentables, más subnormales y más atroces que yo haya tenido la desgracia de visionar en cualquier película existente en el amplio mundillo del Cine. ¿Pero qué ostias de final es ése?, ¿qué tomadura de pelo nos quería vender el señor Alex de la Iglesia con ese final de mierda? y lo más alarmante ¿qué cojones ven los intelectuales y expertos en cine de majestuoso en esta porquería de desenlace? Por favor a mí que me lo expliquen, porque desde luego yo no me drogo, aunque quizás debería hacerlo para lograr cogerle el gustillo a obras maestras como ésta. 

Mina (la encantadora Nathalie Seseña)

'Eh, mira tronco como vuelo''
Por otro lado, las interpretaciones me parecen abominables, podría rescatar, y lo digo, en serio a la excelente Nathalie Seseña o incluso a la veterana Terele Pávez, pero el resto (y sobre todo el trío protagonista) me parece atroz; al Armando de Razza ese, gracias a Dios no lo he visto en ningún otro film, no hay por donde cogerlo y Santiago Segura (y mirad que me cae bien el tío) resulta intragable haciendo de catetón rollo gótico heavymetalero raro (no sé cómo definirlo). En fin, que vuelvo a repetir que me parece un grandísimo bodrio que inexplicablemente se convirtió en un gran éxito y en una de las pelis más alabadas y glorificadas del cine español. Quiero creer que esta apreciación ha sido posibilitada, porque desde luego, "El día de la bestia" sí que es verdad, que resultó un proyecto distinto dentro del cine español en el momento en el que apareció y tal vez, por lo mucho que se alejaba del estereotipo de "españolada", logró hacerse su hueco entre los espectadores que le dieron su visto bueno. Aún así, para mí siempre será una infernal (nunca mejor dicho) mierda, pero de las que apestan y mucho, por muy numeroso que sea el club de fans que apoyen su valor cinematográfico, para mí, completamente inexistente. 

¡Vaya pintas que me lleva el Señor Diablo, por favor!

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