lunes, 27 de enero de 2014

La divertida noche de los zombies (1988) de Ken Wiederhorn



Thom Mathews y James Karen repiten pero en la piel de otros personajes
Secuela de "El regreso de los muertos vivientes", aunque más bien yo diría una especie de remake encubierto, aunque con sus apreciables variaciones. En primer lugar quiero comentar que en la mayoría de sitios que he leído sobre esta película, la ponen a parir en detrimento de la primera. A mí la verdad me gustan mucho las dos, son simplemente distintas aunque vienen a contar lo mismo. Este film es más light, es evidente, está más edulcorado principalmente porque el protagonista es un niño y la trama deriva a ajustarse un poco más a una vertiente un poco más infantil, por así decirlo. 

El Dr. Mandel (Philip Bruns) tratando a un muerto viviente

Jesse (Michael Kenworthy), el niño protagonista
Dicho esto, tampoco me parece que se pueda comparar a una película de Disney como he leído en alguna que otra crítica en diversos sitios, puesto que a esta película tampoco le falta alguna que otra escena un tanto gore (como por ejemplo una a la que un zombie lo parten por la mitad y su mitad superior continúa andando u otra en la que le hunden un destornillador en la cabeza a otro zombie). Quiero decir con esto que a la película no le falta violencia (sin pasarse siete pueblos) y maquillajes grotescos bastante efectivos, aunque sí que el tono gore sea relativamente rebajado (aunque tampoco es que existiese un nivel muy elevado de sangre en la primera), y por supuesto, se anule todo atisbo de erotismo picantón (presente el primer film gracias a la presencia de Linnea Quigley). 

''No me tires del pelo, capullo"

Cualquiera diría que acabas de salir de la tumba
Por lo demás es una película muy disfrutable, incluso resulta más divertida que la primera, teniendo aquí más peso la comedia que el terror (en la primera había más equilibrio entre ambos géneros). El resultado es una película más cándida, más cachonda y enormemente disfrutable. Importante es señalar que se mantiene el toque enormemente ochentero tan especial, por lo que repito, a los nostálgicos de esta década nos hace gozar de lo lindo. No me parece peor que la primera, simplemente distinta, ambas se pueden complementar y ambas sirven para pasar un rato verdaderamente cojonudo y entretenido. A destacar ese gran homenaje que le hacen al "Thriller" de Michael Jackson, cuando aparece un zombie vestido igual que el propio Michael Jackson en dicho videoclip e imita sus famosos pasos de baile y al personaje del doctor (interpretado por Philip Bruns), que es sin duda el más divertido de la película y que suelta alguna que otra perla verdaderamente desternillante. En mi opinión, es una muy buena secuela, con la que se puede pasar un rato muy distraído y sobre todo, divertido. 

"Déjame que me coma tu cerebro"

*MI MOMENTO FAVORITO: el desternillante homenaje al videoclip "Thriller" de Michael Jackson, que ya he comentado anteriormente. 

Un zombie con mucha marcha

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