jueves, 16 de enero de 2014

Los hermanos Marx en el oeste (1940) de Edward Buzzell



Quentin Quale (Groucho Marx)
Hubo quien señaló que esta película comenzó a suponer el declive de los geniales hermanos Marx, algo con lo que sin lugar a dudas, no estoy de acuerdo, porque el film me hizo reir con creces. Sí es cierto que la carrera de los cómicos comenzó a ser un tanto irregular a partir del inicio de la década de los cuarenta, pero más por las vivencias personales de cada uno, que por el descenso de la calidad de sus películas o por el mero hecho de que el público les comenzase a dar la espalda. Problemas con el juego o con la bebida (sobre todo por parte de Chico) comenzó a hacer estragos en la relación profesional de los geniales artistas y por consiguiente, se comenzó a desquebrajar el fabuloso trío humorístico que habían forjado. No obstante, aún en esta fase tan dispersa de su trayectoria, brindaron grandes joyitas de la comedia, como la que nos ocupa. En esta ocasión, como bien indica el título, los hermanos Marx se lanzan a la conquista del Salvaje Oeste, donde no escasearán los típicos gags característicos de su alocado humor. 

''¿Qué te hace suponer que hay indios por aquí?''

La parejita de enamorados de turno;
Terry (John Carroll) y Eve (Diana Lewis)
Groucho, Chico y Harpo deberán encargarse de recuperar la escritura de una ansiada propiedad llamada "la cañada del muerto", que está en posesión de unos maleantes, que pretenden hacer fortuna con ella. Si los hermanos Marx consiguen arrebatarle dicha escritura, lograrán hacer posible el amor entre una parejita de enamorados, distanciados por la rivalidad existente entre sus respectivas familias. El resultado, no podía ser de otra manera, será una serie de circunstancias hilarantes al extremo. En sí, la peli ofrece nuevamente el esquema típico marcado por films anteriores de los hermanos Marx como "Una noche en la ópera", "Un día en las carreras" y "Una tarde en el circo", con el trío protagonista ofreciéndose a hacer de los oportunos Cupidos para que logre fluir el amor entre los enamorados de turno. Un punto a favor de esta peli, es que la historia de amor, tiene menos peso en la acción, por lo que se ahorran muchos momentos pastelosos, lo cual es un detalle, que en mi opinión, se agradece. Por otro lado, no pueden faltar los habituales números musicales, que no resultan tan largos como en otras de las pelis ya mencionadas. Curiosamente hay que decir que es el único film de los hermanos Marx en los que las canciones aparecen dobladas en castellano, cosa que la verdad, me parece bastante perjudicial, porque en inglés ganan un porrón más. 

Groucho se marca un dueto con la cabaretera Lulubelle (June MacCloy)

Harpo tocando una improvisada harpa
En sí los peores momentos, desde mi punto de vista, son los correspondientes al solo de piano y harpa de Chico y Harpo respectivamente, que se marcan en todas y cada una de las pelis que han hecho (a excepción de "El hotel de los líos"). No obstante, estos "defectillos", por llamarlos de alguna manera, son como ya he dicho atributos indispensables en la filmografía de estos maestros del humor, así que todo fan que se precie sabrá pasarlos por alto. Por lo demás, en mi opinión estamos ante otro grandísimo clásico, un tanto original por el hecho de mezclar el western con la comedia, un experimento que si bien no me equivoco no se había realizado nunca antes (si no es así por favor quien sea que me corrija), y que posteriormente dio mucho juego en otras producciones (véase por ejemplo "Sillas de montar calientes" de Mel Brooks), y otra peli de los Marx divertidísima y que nada desmerece si se compara con otros films suyos de más prestigio, muy bien realizada y enormemente efectiva a la hora de pasar un gran rato. A continuación voy a señalar algunos de los momentos más alocados, divertidos y entrañables de la peli: 

Chico y Harpo despluman al panoli de Groucho

El alocado viaje en diligencia (digno de la grandeza
de la escena del camarote en "Una noche en la ópera")

Harpo utiliza métodos muy poco ortodoxos para abrir la caja fuerte

"Suelten las pistolas y manos arriba"

"Recorre la pradera...''

*MI MOMENTO FAVORITO: por supuesto, merece una mención especial el demencial viaje en tren, el cual los Marx mantendrán en marcha, a toda costa; bajo el famoso e icónico grito de: 

''Traed madera, traed madera''

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