viernes, 24 de enero de 2014

Morbo (1972) de Gonzalo Suárez



Ana Belén y Víctor Manuel, unos recién casados muy fogosos
En los primeros setenta, en nuestro país, ya empezaban a existir algunos realizadores que tímidamente, tontearon lo justito con lo que después caracterizaría el más puro "destape". Gonzalo Suárez fue uno de ellos, y con la intención de despertar cierto morbillo en el espectador (como indica su título), hizo este productillo de cuatro pesetas, que cuenta con la peculiaridad de estar protagonizado por la pareja de cantantes Ana Belén y Víctor Manuel, muy jovencitos ellos, cuando todavía no eran ni matrimonio ni lo habían petado con "la puerta de Alcalá". La película, más rutinaria, sosa y vacía no puede ser. Viéndola (y la verdad, no sé ni cómo llegué a poner los ojos en ella ni cómo demonios la pude localizar), me recordó inconscientemente a esa pseudomierda que posteriormente realizó el magnánimo genio de la caspa más mierdera, Lars Von Trier, llamada "Anticristo". De hecho "Morbo", me dio la sensación, en más de una ocasión, de que perfectamente le podría haber servido de ligera inspiración al director danés, para la creación de su abominable, putrefacta y casi pornográfica obra. 

Desde el minuto 5, Ana Belén se quedará en bragas casi toda la película

Si digo esto es porque "Morbo" y "Anticristo" parten de un planteamiento muy similar, véase a una pareja de enamorados aislados en medio de un paisaje natural (un puto bosque), sin aparentemente nada a su alrededor. A medida que van pasando el tiempo, una especie de locura los irá inundando y así en resumidas cuentas, se va pasando el metraje de ambos petardos; lo que podría llamarse así de forma clara, no comerse mucho la cabeza construyendo un guión atrapante. Eso sí, en determinado momento, "Morbo" tirará por otros derroteros, en unos quince minutos finales en los que se intenta meter algo de suspense; lamentablemente llegan demasiado tarde, habiéndonos tragado más de una hora de tedio y aburrimiento. 

Abriendo los regalos de boda

¿Hay algo en el bosque?
Básicamente la película está compuesta por las interpretaciones de Ana Belén y Víctor Manuel, los cuales serán, por consiguiente, los dos únicos personajes existentes en el relato. Hacen de dos recién casados que se van a vivir una luna de miel en una caravana, en medio de un claro apartado en el bosque, y ya está. Se pelean, se reconcilian; a ella no le mola los regalos que le han hecho sus amigos y los rompe, toman el Sol, se emparanoian porque les perturba el silencio, luego piensan que alguien los vigila; y así básicamente es toda la película; vamos un puto aburrimiento. No obstante supongo que el film, les serviría de sugestión al público masculino de la época (porque me imagino que en su momento se estrenaría en cines), ya que la señorita Ana Belén se pasa toda la peli, no desnuda (bueno era 1972, si llega a haberse hecho este film tres años después, seguro que habría sido más atrevida), pero sí con muy poquita ropa, véase lencería casi transparente. Hilarante es esa escena, en la que paran en una gasolinera y Ana Belén, se quita el vestido delante del dependiente quedándose en bragas y sujetador, como si nada, ¡qué desinhibida la chica! 

Ruidos extraños no les dejan dormir por la noche

Víctor Manuel va a comprobar qué son esos ruidos
Por lo demás, tampoco es que la peli tenga ninguna escena muy subidita de tono, ni medio erótica ni nada por el estilo; vamos que se limita a intuir más que a mostrar; lo segundo ya se lo guardaron bien para el inminente destape. En el acto final, intentan remontar un poco el aburrimiento, metiendo de golpe y cajón la presencia de un extraño tipo, algo psicótico (interpretado por el nominado al Oscar Michael J. Pollard), que vive en una casa cercana medio derruida, con su mamá ciega, paralítica y también psicótica (¡un cuadro la mujer!). Estos dos personajes, le hacen adquirir un cierto aire al film de survival, tratándose de dos perturbados de la España profunda que sin mediar palabras, quieren liquidar a la pareja, debe de ser porque se han metido en su territorio. Una pena, que esta interesante vuelta de tuerca argumental se produzca tan tardía, porque de haber ido enfocada en este sentido, quizás y digo, quizás, habría resultado un film mínimamente interesante y no el rollo de tomo y lomo que es. Insufrible y pesada y afortunadamente, muy olvidada. 

Un psicópata (Michael J. Pollard) se quiere propasar con la pobre Ana Belén

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