domingo, 12 de enero de 2014

Trainspotting (1996) de Danny Boyle



El elenco de protagonistas. ¡Menuda panda de lumbreras!
¡Vaya tela tiene esta peliculita! No cabe duda de que ''Trainspotting'' es una película sorprendente, para bien o para mal. Su principal fuerza es que no deja indiferente a nadie gracias a un par de escenas, de verdad, por lo grotescas que resultan o lo verdaderamente sobrecogedoras que son; puntazos que la convierten en un film llamativo. Ahora bien, rescatando algunos de estos pasajes (véase por ejemplo la famosa escena del bebé trepando por las paredes) he de decir que no me parece para tanto. Es curiosa, sí, pero no una obra maestra como muchos afirman. Es de esas películas sobrevaloradas que por lo que sea un determinado sector apunta como joyas inconmesurables. Para mí "Trainspotting" no es tal cosa. He de decir que partía de la base de que el tema no es de mi gusto por lo tanto no me impliqué demasiado en la trama, también he de decir en su contra que la utilización de según que otra escena escatológica me repugnó tanto que hace que tache dichos fragmentos como innecesarios y algún que otro bastante ridículo. 

Renton (Ewan McGregor) saliendo literalmente de un water
(y no limpio precisamente). ¡Lo que hace el mono!

Sí, sí, eso que le cae a la chica por la cara
es "caquita" (por decirlo "fisnamente")
Me sorprende porque contó incluso con una nominación al Oscar al "mejor guión" y francamente no me parece merecida. La razón es porque considero el guión de "Trainspotting" una de sus mayores bazas en contra. La historia es más simple que el mecanismo de un chupete; no se trata más que una mera sucesión de sketches protagonizados por un puñado de personajes drogados haciendo el mono todo el rato, actuando de forma irracional, alucinando mundos paralelos y en resumidas cuentas teniendo un comportamiento de auténtico retardo mental. Vale, soy consciente de que esta repetición de necedades desarrolla en conjunto una acertada crítica hacia el abuso inconsciente y enfermizo de las drogas, como el que realizan los personajes protagonistas; pero claro, tanta subnormalidad junta, pues tengo que reconocer que no me ha llegado a interesar. 

Ewan McGregor no tuvo ningún reparo en mostrarse como Dios lo trajo al mundo

Begbie (Robert Carlyle) es un tipo muy violento
Tampoco he llegado a conectar con ninguno de los personajes, a todos los he encontrado gilipollas rematados y durante todo el metraje me ha importado un huevo lo que les pasaba, como si se caían por una terraza y se reventaban los sesos, o los atropellaba un tren de mercancías o simplemente se ahogaban en un water lleno de mierda. Aunque eso sí, es digno reconocer el mérito de los actores a la hora de encarnar a unos personajes tan poco usuales y tan extremos; a destacar rostros que posteriormente se harían populares como Ewan McGregor (que me parece un excelente actor) o Robert Carlyle (quien poco después sería el prota de la famosa "Full Monty"). Para mí no pasa de ser una película curiosa y reconozco muchas de las virtudes que posee y que por ello a mucha gente le pueda parecer buena, ya que realmente (en sí) no es mala, pero no es una película que volvería a ver por gusto, tiene sus momentos, pero el resto ni fu ni fa incluso se me hizo a ratos algo aburrida. La peor pega que mi perspectiva le atribuye, es que el tema no lo encuentro nada interesante, aunque también es para agradecerle un buen par de pelotas a la hora de excederse en ciertos límites establecidos en el mundillo del cine más convencional. Pasable sin más.

Ni drogados pierden el tiempo. ¡Cuánto vicio!

*MI MOMENTO FAVORITO: la escena más grotesca e impactante, en mi opinión, es la que ya comenté antes del bebé gateando por el techo ante los aterrados ojos de Renton (Ewan McGregor). Una alucinación especialmente macabra; el bebé hasta gira la cabeza como la niña de "El exorcista"

El hermanito de Regan, sólo le falta vomitar potaje verde

No hay comentarios:

Publicar un comentario