lunes, 3 de febrero de 2014

Critters 2 (1988) de Mick Garris



Bradley Brown (Scot Grimes) algo más credicito
Como ya he dicho cuando comenté la primera "Critters", se tratan para mí de unos bichitos absolutamente entrañables. Los Critters fueron un elemento muy importante en mi niñez, recuerdo haber visto estas películas por la tele en La2 en el programa Alucine, que emitían pelis de terror los Sábados por la noche, o haberlas alquilado en un videoclub cercano a mi casa y habérmelo pasado bomba con su visionado. Ahí radica el atractivo de films como "Critters", la nostalgia que te despierta el verlos años después y sobre todo el pasar un rato la mar de entretenido. En fin, esta segunda parte me parece relativamente inferior a la primera, principalmente porque la primera aportó el factor sorpresa y manejaba muchísimo mejor el suspense, pero aún así, mantiene el toque especial que convierte en films memorables estas piezas tan ochenteras. Aumenta el humor, "Critters 2" tiene más comedia, tiene más bichos, algo más de mala leche e incluso más acción. Aún así me gusta más la primera, sin desmerecer esta secuela que la verdad está muy bien. 

Vuelven los Critters con ganas de armar más bulla

Los caza-Critters vuelven a ponerse en marcha
Como bien nos desvelaba el final de su antecesora, tras la destrucción de los peligrosos bichos que atacaron a la familia Brown, el dúo de caza-critters espaciales que acudió a la Tierra para lograr la destrucción de los propios Critters, obvió la existencia de un puñadete de huevos que éstos dejaron como recuerdo. Ahora, ha pasado algo de tiempo y estos huevos están a punto de ser desquebrajados para dejar salir a sus voraces inquilinos. Así que los cazadores espaciales tendrán que retomar su anterior misión y regresar al planeta Tierra, para aniquilar de una vez por todas esta amenaza. Aunque ahora los Critters, no atacarán una granja aislada, sino que la tomarón con todo el pueblo y sus estragos serán lógicamente mayores. 

Este par pasándoselo pipa

Los Critters no han perdido el apetito
Como puntos destacables del film apuntar que contó con el regreso de caras que ya habían participado en la primera película, como Scott Grimes, el valiente Bradley Brown quien ya ha pasado la pubertad, Don Opper, que en la primera era el borrachín del pueblo y ahora adquiere el rol de ser un caza-Critter más (sería además el único actor que repetiría en todas las pelis que se harían de la saga), o Terence Mann, quien en la primera hacía del cazador cuyo rostro se transforma en el de un famoso cantante pop (interpretado por él mismo), quien en ésta conserva la misma cara (recuerdo, estos cazadores espaciales tienen la habilidad de transformarse en todo aquél que les resulte llamativo). Aparte, el film aporta escenas muy interesante y memorables, como un prólogo ambientado en el espacio, que me recordó bastante a "Aliens", el primer ataque de los Critters, siendo éstos todavía muy chiquitajos, pero muy letales, la muerte del tipo vestido de conejo de Pascua, el Critter parlante (que se reserva una graciosa sorpresa) y sobre todo el final con todo el ejército de Critters unificado formando una enorme bola letal (¡una excelente escena!). 

Memorable muerte del conejo de Pascua

Una caza-Critters muy sensual
R.I.P. Roxanne Kernohan (1960 - 1993)
Mencionar además, la aportación erótica picantona que plasman en esta secuela, con la intervención de una modelo playboy muy resultona, Roxanne Kernohan, la cual no se priva en mostrar sus dos atributos más llamativos. Este bellezón resulta ser el aspecto elegido por uno de los caza-Critters para su transformación, a la cual observa en un póster desplegable real de un número del playboy. Lo gracioso es que el extrarrestre, copia hasta la grapa incrustrada en la foto de la modelo; un detalle verdaderamente divertido y que atestigua el aire desenfadado y guasón de este tipo de producciones tan (sí, sé que me repito, pero me da igual) entrañables. Decir también, en mención póstuma, que esta joven, Roxanne Kernohan, falleció la pobre con 32 años en un accidente de coche en 1993. 

Charlie (Don Opper) trata de evitar que el caza-Critter
se convierta en el mismísimo Freddy Krueger

Como punto muy negativo, tenemos a un personaje la mar de gilipollas, un pueblerino con aires  de guaperas muy subiditos que va de macarra del pueblo y principal enemigo del chaval protagonista, Wesley (Tom Hodges), al que yo, personalmente, tenía una ganas inmensas de que los Critters le diesen el pasaporte que se merecía, por ser tan subnormal y desgraciadamente, no lo matan. 

Lo que hubiese molado ver a este imbécil con las tripas colgando

Pero bueno, en resumidas cuentas, la considero algo inferior a la primera (que me parece fabulosa y de verdad, un auténtico clásico), pero sin lugar a dudas es una secuela muy divertida, entretenida y muy pero que muy disfrutable por todo amante del cine fantástico ochentero. Merece mucho la pena recordarla.

"Hamburguesas, carne sin huesos"

*MI MOMENTO FAVORITO: esa escena final con todo el ejército de Critters, convertido en una inmensa bola gigante y letal asolando todo el pueblo.

Me parece que éste va a palmar,...
¿no lo dije yo?

1 comentario:

  1. genial entrada, la segunda parte me parece más entretenida además de que asume mejor que es una comedia, recuerdo que la escena del conejo de pascua se me quedó grabada porque cuando la ví por primera vez empecé por esa parte y no sabía lo que veía e igual la escena de la bola gigante fue muy memorable, saludos.

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