sábado, 15 de febrero de 2014

Maniquí (1987) de Michael Gottlieb



La egipcia Emmy (Kim Cattrall), víctima de una
maldición que la convertirá en maniquí
"Maniquí" fue una comedia romántica de tipo fantástico que, de manera inesperada, se convirtió en un gran éxito cuando se estrenó. El film trata sobre un chaval, Jonathan (el muy popular en los ochenta, Andrew McCarthy), que se dedica a la decoración de escaparates de unos grandes almacenes. Resulta que un día descubre que uno de los maniquíes, tiene vida propia, y que en realidad es una mujer del Antiguo Egipto, que responde al nombre de Emmy (la sensual Kim Cattrall, unos cuantos años de ser Samantha en la famosa serie "Sexo en Nueva York"), convertida en maniquí a consecuencia de una especie de maldición. Gracias a ella Jonathan, no sólo conseguirá el éxito profesional, también descubrirá el amor, puesto que entre ambos surgirá un emotivo romance y es que ella, sólo se verá libre de su maleficio, cuando encuentre a un hombre que consiga amarla de verdad. Mientras tanto, pulularán por ahí una serie de personajes que querrán hundir a Jonathan, dando como consecuencia un buen porrón de hilarantes situaciones. 

El enamoradizo prota, Jonathan (Andrew McCarthy)

Prendado de este maniquí
Comentar varias cosas de "Maniquí". La primera es que se trató de una especie de nueva versión de la mítica peli "Venus era mujer" de 1948, protagonizada por Ava Gardner, en la que ésta interpretaba a una estatua que cobraba vida y se convertía en una atractiva mujer. No es exactamente un remake, como he llegado a ver señalado por ahí, pero sí que se nota la clara fuente de inspiración. Lo segundo es que, a pesar de que fue un éxito de taquilla, la crítica la destrozó. Concretamente hubo pasmarotes expertos en cine que llegaron a decir que era una basura, sólo apta para personas con retraso mental. La verdad me parece algo muy ofensivo por parte de quien llegase a producir semejante argumento, que considero de todo menos crítico, a fin de cuentas no ejerce ningún juicio con respecto a la película, sino que ofende directamente al público que se interesó por ella, y fue mucho en su época, porque el film sólo en Estados Unidos recaudó más de 40 millones de dólares (más el porrón que hizo en el resto del mundo). Por lo tanto debe suponerse que esta gente era retrasada; es más, yo debería entonces declararme un débil mental, porque a pesar de las ciertas lagunas que presenta la historia y su dudosa faceta a la hora de presentar un argumento sólido, me gustó bastante. 

Emmy cobra vida y el amor surgirá entre ella y Jonathan

El torpe guardia de seguridad Felix (G. W. Bailey)...
A ver, siendo francos, "Maniquí" no es ninguna maravilla. Presenta ciertamente un humor bastante bobalicón, personajes muy hilarantes y situaciones un tanto surrealistas para provocar la risa facilona. Es más, soy el primero en reconocer que si se hubiese tratado de una película tal cual, pero realizada hoy en día, probablemente yo sería de los que apuntase que es una mierda. Pero, aquí llego a la tercera cuestión y es que el film presenta una estética excesivamente ochentera, un look muy característico de esa década tan gloriosa y claro, en un nostálgico de la misma como yo, eso influye mucho desde una vertiente positiva. Esa ambientación tan retro hizo que, ante todo, yo disfrutase como un condenado del visionado de "Maniquí". Y bueno, tengo que reconocerlo, a mí el personaje del guarda panoli (interpretado por G. W. Bailey, el patoso teniente Harris de "Loca academia de policía") me resultó muy gracioso, al igual que su adorable perro, al que llama Rambo (en su acusada devoción al personaje de Stallone). 

...y su perrito Rambo

Incluso el hilarante personaje del negro gay (Meshach Taylor), y su estrambótico atuendo, me resultó carismático y me arrancó alguna sonrisa. En resumidas cuentas, "Maniquí" me pareció una película muy entretenida, graciosilla y sobre todo, entrañable. Y es que creo que todo nostálgico de los ochenta, probablemente caiga rendido a sus pies, cual enamoradizo tontorrón. 

El hilarante gay, Hollywood (Meshach Taylor) y sus estrambóticos estilismos

Uno de los villanos, Richards (James Spader, con un pelo
que parece que se lo ha lamido una vaca)
Mención aparte merece el tema principal de la banda sonora, "Nothing gonna stop us now", interpretado por el grupo Starship, tema que, aparte de haber sido un gran exitazo, también resulta una preciosa canción de amor; incluso fue nominado al Oscar a la mejor canción (aunque se lo llevó "The time of my life" de "Dirty Dancing", otro genial temazo). Pues bueno, con todo lo dicho, sino tienes miedo de que te unan al club de los tontos que pueden llegar a disfrutar con el visionado de un film bobalicón y simplón, pero adorable y nostálgico, le puedes echar un ojo a esta "Maniquí". Si eres un irremediable amante de los ochenta, ¡tienes la obligación de verla!, eso sí, si eres un bohemio intelectual de refinadísimos gustos cinematográficos, huye de ella porque te parecerá un insulto a tu inteligencia y dedícate a repasar una vez más la letárgica filmografía de Tarkovsky, Bergman o Fellini.

¿Romperá el amor el maleficio de ella?

*MI MOMENTO FAVORITO: llamadme tonto, pero el instante en el que el rocambolesco (ya no sé que adjetivo dedicarle) Hollywood (Meshach Taylor) derriba a unos polis que persiguen al prota, Jonathan (Andrew McCarthy), con una manguera a presión, para darle tiempo al otro a escapar; pues la verdad, me pareció muy gracioso. 

"A ver quien es el guapo que pasa por aquí"

2 comentarios:

  1. Debo de ser un completo deficiente porque ¡ME ENCANTA esta película! Es divertida, muy amena y un producto típicamente ochentero súper entretenido. ¡Vivan los retrasados! jajajaja

    ResponderEliminar
  2. No todos podemos ser listos, hombre, ¿qué le vamos a hacer? jajaja

    ResponderEliminar