domingo, 16 de marzo de 2014

Solo ante el peligro (1952) de Fred Zinnemann



El prota, el sheriff Will Kane
(Gary Cooper, ganador del Oscar al mejor actor)
En otras ocasiones he dejado bien claro mi poca, más bien nula, pasión por el western; aunque como siempre se suele decir, siempre existe una excepción que confirma la regla. Pues bien, "Solo ante el peligro" es mi excepción y es que la verdad es un film que me encantó. Me parece una absoluta joya y, aunque en forma es una peli de vaqueros, existen en ella una serie de elementos que la convierten en un western atípico, dotado de una personalidad clamorosa y majestuosa. El film posee muchas virtudes, pero la más notable de ellas es que en sí, a pesar de estar ambientada en el Antiguo Oeste; en un pueblo con su taberna, con su sheriff y con sus tiroteos; no se rige por las normas establecidas en el western clásico y se apoya más en la concepción de una historia cercana al thriller. Digamos que el argumento resulta más deudor del propio Hitchcock que de John Ford o Howard Hawks (autores por excelencia de westerns clásicos). La película gira en torno a la tensa espera de un sheriff, Will Kane (excelente Gary Cooper), de algo tan aterrador como es su propia muerte inminente. Resulta que un criminal al que hace tiempo él mandó a prisión, acaba de salir de ésta y acompañado de dos compinches suyos (uno de ellos un todavía relativamente desconocido Lee Van Cleef, reconocido villano en posteriores westerns famosos), se dirige al pueblo del sheriff para vengarse. El pobre Will Kane intentará por todos los medios encontrar apoyo entre la gente de su pueblo, para que le ayuden a combatir la amenaza que se le viene encima, pero se dará cuenta de que todos le darán la espalda. El tiempo pasa, los bandidos se acercan y el sheriff no tendrá otro remedio que plantarles cara, completamente solo.

El sheriff y su reciente esposa, Amy (Grace Kelly)

Los planos del reloj serán muy significativos
"Solo ante el peligro" es una película que desde el principio atrapa de manera irremediable. Una peculiaridad que posee el film, y que además se convierte en una cualidad asombrosa a la hora de generar un gran suspense, es que la acción sucede a tiempo real. Es decir, que los 80 minutos que dura la película son exactamente 80 minutos reales en la pantalla, de los cuales iremos siendo testigos por los planos que se nos muestran de diferentes relojes que van delatando el tiempo restante que le queda al pobre protagonista de encontrarse con sus enemigos. Como ya he dicho, a pesar de su ambientación de western, no es un western al uso, sino un tenso film de suspense y el guionista Carl Foreman y el director Fred Zinnemann, hicieron un trabajo sencillamente espectacular, uno construyendo una historia arrolladora que contagia el interés al espectador y el segundo componiendo una sucesiva serie de imágenes que se transforman en un absoluto deleite visual y que encima, arropan de manera sobresaliente el texto. Destacar al genial Gary Cooper, cuyo papelón le valió un merecido Oscar al mejor actor. 

Los villanos se aproximan para despachar al sheriff (el del medio es Lee Van Cleef)

El pueblo entero le da la espalda al sheriff
Me parece imprescindible destacar la labor de Cooper porque logró encarnar un sheriff, como yo digo real, no como los arquetipos de John Wayne. O sea que el sheriff encarnado por Cooper, es una persona que se ve que sufre, que lo pasa mal, que tiene miedo y que, a pesar de su valor (que indudablemente tiene), vemos en él todo tipo de emociones que nos transmiten realismo y nos compenetran con su situación. Es la diferencia de un actor con verdadero talento y otro afincado en un estereotipo del que nunca se pudo desembarazar, pues a John Wayne pocas veces le he visto quitarse su disfraz de sheriff rudo, inexpresivo, invencible (incluso siendo ya un vejete cascadete) y fanfarrón. Por otro lado, Cooper está arropado por unos secundarios de lujo, véase a Lloyd Bridges (padre de Jeff Bridges) que también desempeña un excelente rol, a la mexicana Katy Jurado, al mismísimo Lon Chaney Jr. (el eterno Larry Talbot en "El hombre lobo") o a la principiante y bellísima Grace Kelly, para la cual éste supuso su primer papel importante en el cine. 

Helen Ramírez (Katy Jurado) y el ayudante Harvey Pell (Lloyd Bridges)

El antiguo sheriff Martin Howe (el mítico
Lon Chaney Jr. de "El hombre lobo")
Curioso me parece señalar otro aspecto, ya que hablo del personaje de Grace Kelly, y es que en la mayoría de los westerns, se suele mostrar un exacerbado machismo, la mujer es un mero elemento de estorbo, cobardes sumisas arraigadas a la imagen dominante del hombre. Pues bien, aquí encontramos una agradable excepción y es que el personaje de la futura reina de Mónaco, la esposa del sheriff Kane, no es una palurda cobarcida que agacha la cabeza y deja de lado a su marido aspirante a cadáver, todo lo contrario, cuando llega la acción se queda para pelear por él, e incluso (algo que me llamó mucho la atención), con un par de cojones ella solita se carga a uno de los bandidos que intenta atentar contra la vida de su cónyuge. La verdad me parece un hecho bastante reivindicativo, puesto que siempre me ha parecido que el western ha sido el género más misógino existente en el panorama cinematográfico (aunque claro, lo más cultos repipis no lo reconocerán en ninguna de esas que con tanto arraigo señalan como obras maestras, épicas pertenecientes a dicho género). Curiosidades aparte, vuelvo a señalar que "Solo ante el peligro" es una maravillosa obra maestra, un thriller enormemente tenso (deudor del mismísimo Hitchcock), y una película tan amena que cuyo visionado pasa literalmente en un suspiro. Vamos que es de visionado absolutamente obligatorio. 

Como bien señala el título, solo ante el peligro

*MI MOMENTO FAVORITO: el tenso enfrentamiento final en el que el sheriff Will Kane (Gary Cooper), se las tendrá que ver con sus atacantes. 

A este sheriff no lo váis a torear

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