miércoles, 26 de marzo de 2014

La mujer y el monstruo (1954) de Jack Arnold



El grupito de científicos protagonistas ante
un fósil prehistórico descubierto en el Amazonas
Todo un gran clásico del cine de terror de los cincuenta, "La mujer y el monstruo" (sí, ridículo y bochornoso título colocado en español inexplicablemente en lugar de "La criatura de la laguna negra" que debería de haber sido la traducción literal), contó con el respaldo del público del momento y se convirtió en un gran éxito (llegando a generar dos secuelas más). Contó con la realización muy acertada de un experto en el género, Jack Arnold, posterior autor de maravillas de terror y ciencia ficción de serie B como "Tarántula" o "El increíble hombre menguante", las cuales le hicieron convertirse en todo un renombre en lo referido a este tipo de producciones concretas. "La mujer y el monstruo" nos sitúa en plena jungla amazónica, a donde un grupete de científicos ha partido para realizar una expedición para encontrar un fósil prehistórico que ha sido disipado por el lugar. Sin embargo con lo que se toparán, será con el ataque de un ser monstruoso, mitad humano, mitad anfibio, que en sus intentos por vivir en paz en su hábitat, irá eliminando a los miembros de la expedición, enamorándose a la vez de la secretaria (y rollete) de uno de los científicos, la atractiva Kay Lawrence (interpretada por Julie Adams, quien se convirtió en un mito erótico en el momento, gracias a su sugerente y ceñizo bañador).

El grupito ya de expedición por el Amazonas

Rollete en la jungla, entre la secre (Julie Adams)
y su jefecito (Richard Carlson) saltan chispas
Con este argumento bien simple, Jack Arnold consiguió una película muy bien ambientada y dirigida, por supuesto, hay que tener en cuenta que se trataba de una producción de bajo presupuesto y tenían que aprovechar al máximo cada uno de sus limitados medios. La película posee aciertos varios, uno de ellos, desde mi punto de vista, es el diseño de la propia criatura protagonista; si bien es cierto que el paso del tiempo ha hecho mella en ella y su aspecto poco o prácticamente nada intimida. No obstante, a mí personalmente, me gusta mucho y además ha logrado instaurarse como otro de esos icónicos monstruos clásicos de la Historia del género. Como ya he dicho, la ambientación está muy conseguida, pues si bien la acción se desarrolla en Brasil, el film fue íntegramente rodado en Estados Unidos (muchas escenas en las zonas pantanosas de Florida) y creo que perfectamente da el pego, transmitiendo una plena sensación de estar los personajes en el lugar que se supone que están, gracias a las acertadas localizaciones naturales. Uno de los puntos más sobresalientes del film, son esas tomas acuáticas en las que podemos ver al monstruo mover las aletas mientras espía a la prota femina darse un chapuzón, filmadas de una manera prodigiosa y gran profesionalidad (rodadas por un experto llamado James C. Havens). Mencionar el detalle de que al monstruo lo interpretaron dos personas distintas, uno fue Ben Chapman que lo encarnó en las escenas en las que el ser camina por la tierra, y el otro fue el nadador profesional Ricou Browning, quien por supuesto, debido a su profesionalidad, es el monstruo en las escenas acuáticas.

Un ser monstruoso empieza a hacer picadillo a los miembros de la expedición

Impresionantes escenas subacuáticas abundan en el film
Comentar por ende algún que otro detalle un tanto absurdo que no se puede pasar por alto. Como por ejemplo, la malísima documentación que los guionistas y realizadores en general, llevaron a cabo a la hora de construir la historia en un aspecto tan básico como las características de la supuesta localización de la acción. Resulta que la película se desarrolla en Brasil, dicho además varias veces por boca de los personajes. No obstante estaremos todo el rato viendo como los carteles de los lugares están en español, y me parece a mí señoras y señores que el idioma oficial de Brasil ha sido siempre el portugués. Se ve que aquí la peña estadounidense ha dado por sentado que en toda Sudamérica el único idioma existente es el español y no se han molestado en corroborarlo ni siquiera (que ya es de ser algo lelos). Otro punto muy en su contra, es el propio personaje de la mujer protagonista, Julie Adams, y es que aparte de pavonearse por ahí en bañador y mostrarse como un sugerente pedazo de carne que pone cachondote al monstruo, no pinta un cagarro en la historia, y me explicaré.

Julie Adams se convirtió en un mito erótico gracias a este bañador

El monstruo en tierra (Ben Chapman)
Su personaje es el de la típica mujer florero, es el objeto de deseo del dueto de científicos rivales, causa de algún que otro encontronazo entre ellos, da un par de grititos, es secuestrada, rescatada y ya está, terminó su función. La chica es incapaz de mostrar un mínimo sentimiento, el cual habría sido de agradecer, ante la pobre criatura que, en resumidas cuentas no se nos muestra como el villano del film, sino como una víctima. Los humanos son los sangrantes torturadores que irrumpen en su terreno y hacen veinte mil tetras para capturarlo y o bien, estudiarlo o exhibirlo a la civilización como un hallazgo que les dé fama. El pobre monstruo, como muchos otros antes en el universo del fantástico (véase en "Frankenstein" o en "King Kong"), es un ser que en el intento de defenderse, ejerce daño físico a sus atacantes, de ahí sus actos más violentos. De hecho quedan muy claros sus emociones un tanto humanas, cuando muestra atracción hacia la mujer, la cual, evidentemente corre a los brazos de su Don Juan machote, para que le pegue cuatro tiros a la criatura que osa poner sus repugnantes zarpas sobre sus bronceados muslos. En resumidas cuentas, que el papel de la chica es una solemne mierda y que si no fuera por el momentazo del bañito erótico festivo, sería tan necesaria en la película como cualquier otro objeto de figuración.

Aquí la peña preparándose para capturar al monstruo

En definitiva, "La mujer y el monstruo" es un gran clásico, veo bien merecida su fama y su importancia en el género, porque si bien partía de una base no muy original, resulta un film muy entretenido, muy bien realizado y lo más importante, descubridor de un nuevo monstruo milenario, cuya figura sería reutilizada en posteriores producciones décadas después. Es una película muy recomendable, por supuesto siempre y cuando se esté dispuesto a pasar por alto algún que otro fallito inevitable debido a la gran cantidad de años que han pasado por ella. 

El monstruo dispuesto a llevarse a su amada

*MI MOMENTO FAVORITO: ese bañito que se pega Kay Lawrence (Julie Adams), siendo vigilada bien de cerca por la criatura. 

El monstruo bajo el agua era el nadador profesional Ricou Browning

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