jueves, 13 de marzo de 2014

Poltergeist 2 (el otro lado) (1986) de Brian Gibson



''Hola Carol Anne, hemos vuelto''
Para mí "Poltergeist" ha sido, es y será por siempre una de las mejores películas de terror sobrenatural (véase fantasmas, casas encantadas y estos diabólicos asuntos) que jamás se han hecho en la Historia del Cine, un clásico imperecedero que además, fue un absoluto exitazo de taquilla en su momento. Por ello, obviamente, salió esta secuela, cuatro años después de la original. El film como tal, es pasable, pero con un resultado muy inferior al magno proyecto que significó su antecesora. La primera es una gran obra maestra del género de terror fantástico y esta secuela no, así de simple. Los porqués se encuentran en diversas causas. No obstante, es de agradecer que se mantenga la mayoría del reparto del primer film (a excepción de la pobre Dominique Dunne, que hacía de la hija mayor del matrimonio protagonista, la cual fallecido poco después de hacer la primera), lo que hace despertar el interés por el film (la tercera parte ni eso lograría). "Poltergeist 2" nos muestra cómo es la vida de la familia Freeling, después de escapar por patas de la casa maldita del primer film.

JoBeth Williams y Craig T. Nelson vuelven a ser el sufridor matrimonio Freeling

Ahora viven en otra bonita vivienda, aparentemente en paz, hasta que la pequeña Carol Anne (la entrañable Heather O'Rourke) vuelve a mostrar signos evidentes de que su comunicación con los habitantes del más allá sigue vigente. La aparición de un espeluznante reverendo (Julian Beck, un tipo cuyo aspecto de verás acojona lo suyo), hará notorio lo evidente; que los fantasmas no están dispuestos a dejar en paz a los Freeling, por mucho que éstos cambien de casa. De nuevo la familia al completo, volverá a ser víctima de violentos ataques paranormales y por ende contarán con la ayuda de la pitonisa Tangina Barrons (repite Zelda Rubinstein), y además la de un gigantesco indio (Will Sampson), capaz de confluir las energías positivas de la tierra (o alguna mierda así mística), muy valiosas para contrarrestar el mal. 

La enanita Tangina Barrons (Zelda Rubinstein) vuelve a hacer acto de presencia

Lo que van a sufrir estos pobres niños
Bueno, "Poltergeist 2" es una secuela un tanto rara, principalmente porque se desvirtúa mucho del aire de la primera parte; tal vez sus realizadores lo que pretendían es coger la historia y aplicarle otro enfoque (se agradece el detalle para no afincarse en repetir el mismo esquema), pero la verdad, no les quedó muy efectivo el experimento. Eso sí, me parecen dignas de destacar algunas magníficas secuencias plagadas de geniales efectos especiales (nominados al Oscar) que le dan encanto al film, efectos muy artesanales y muy de los ochenta de gran imaginería visual (por ejemplo la escena del aparato dental del niño o cuando el padre vomita ese extraño y repugnante ser). También resulta curioso ver cómo es "el otro lado" (al que además hace alusión el título), donde estuvo perdida la pequeña Carol Anne (el cual en la original no nos enseñaron) y que se mantenga esa relación tan entrañable entre los miembros de la familia, que peleando todos juntos y en colaboración todo lo pueden lograr. Por lo tanto esta secuela aporta algún que otro dato interesante y alguna secuencia muy lograda (el diseño de la otra dimensión a mí me moló un huevo sinceramente). Aunque se pierde por ejemplo un mecanismo muy importante que le daba a la original ese estatus de film entrañable y magnífico a partes iguales, cuya esencia además lo ha conservado como imperecedero y es que se desvincula por completo del drama humano que vive la familia.

El indio (Will Sampson) enseñando sus rareces místicas

El padre vomitando un bicho realmente asqueroso
En la original este aspecto era lo más importante, estábamos viviendo un drama intenso de la familia, un calvario que tenían que superar a través del amor que se procesaban el uno al otro. Sin embargo esta secuela ha perdido ese lado de emotividad, va más a saco y eso la perjudica enormemente. Todo se resume a un puñado de ataques por parte de los espectros, desmesurados para mostrar un buen puñado de efectos muy trabajados. Han pasado de darle la profundidad y el carisma a los personajes en el guión, que a pesar de ser los mismos, parecen más acartonados, no se les coje tanto cariño (ni siquiera a la preciosa Carol Anne). En sí las situaciones se vuelven más forzadas y en resumidas cuentas la película resulta más vacía. Además le añaden algunos puntos a la trama nada interesantes y que no pegan ni con cola (por ejemplo el indio o el predicador, personajes que no me parecen nada carismáticos, y en el caso por ejemplo del personaje del indio, hasta ridículos. Tampoco pinta mucho el personaje de Zelda Rubinstein (vital en el primer film, aquí parece metida con calzador, aunque saldría peor parada todavía en la tercera película).

El bicho en cuestión (diseñado por el genial H. R. Giger, creador del monstruo de "Alien")

Tampoco es que la película destaque por ser un alarde de acción apabullante, todo lo contario, es más pausada que la primera y aunque presenta algunos momentos de terror bastante potentes, el 70% del metraje es pura matraca, mucho "bla, bla, bla" y rollo místico, y pocos fantasmas (se hecha mucho de menos la impresionante puesta en escena del primer film, cuya esta secuela no logra igualar ni por asomo, y eso que fue una producción más cara). En definitiva, es una secuela totalmente innecesaria cinematográficamente hablando. A ver, se puede ver, al menos es entretenida y está muy bien hecha, aunque queda muy lejos de lo maravillosa que fue su antecesora. Simplemente pasable y poco más. Con todo, hay que decirlo, esta secuela cumplió muy satisfactoriamente en taquilla, así que hubo tercera parte. 

La familia de visita en el "otro lado"

Los putos fantasmas no dejan a la pobre Carol Anne en paz
*Como curiosidad; "Poltergeist 2" potenció esa mala fama que ya se hizo inherente en su primer film. Durante el rodaje de la peli original, se murmuró que una especie de maldición se aferró a los miembros del set, debido a diversos accidentes que se produjeron, e incluso la muerte de algún miembro del equipo. La supuesta maldición se hizo más notoria cuando, como ya he dicho, poco después de filmarse "Poltergeist", la joven Dominique Dunne, que hacía de la hija mayor de los Freeling, murió con 23 años después de una brutal agresión por parte de su novio. Pues bueno, esta secuela no estuvo exenta de hechos misteriosos y desagradables y se apuntó dos nuevas víctimas. El primero fue el actor Julian Beck, que hace del siniestro reverendo Kane, el cual falleció incluso antes de llegarse a estrenar el film de cáncer de estómago. El segundo fue el gigantón que interpreta al indio, William Sampson (conocido por su participación más famosa en "Alguien voló sobre el nido del cuco") que murió poco después de terminar el rodaje, de un ataque de corazón. Estos hechos, como ya he dicho, potenciaron esa mala fama arraigada al mundillo de "Poltergeist", la cual se coronó cuando la pequeña protagonista, la preciosa Heather O'Rourke falleció con 12 añitos rodando la tercera parte en 1988. 

El siniesto y acojonante reverendo Kane (Julian Beck)
R.I.P. (1925 - 1985) 

Will Sampson
R.I.P. (1933 - 1987)

*MI MOMENTO FAVORITO: ése en el que al pobre niño, Robin (Oliver Robbins), sufre el ataque de su propio aparato dental. Sí, algo inaudito y verdaderamente increíble, el alambre de los dientes cobra vida y aprisiona al chaval, formando una especie de capullo metálico alrederdor de su cuerpo. Una escena que la verdad me dejó alucinado. 

El aparato dental empieza a cobrar vida

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