domingo, 11 de mayo de 2014

Clownhouse (1989) de Victor Salva



Los tres chavales protagonistas (Nathan Forrest Winters,
Brian McHugh y Sam Rockwell -el mayor-)
Un film muy discretito y con cierto encanto. A día de hoy se le puede llegar a tener en más estima debido a que su director, Victor Salva, se ganó cierta reputación dentro del género de terror, tras realizar esa pieza de semi-culto en 2001 llamada "Jeepers Creepers", una película que, si bien no era ningún prodigio, cosechó un muy notable éxito. Bueno, "Clownhouse" es de esos films baratillos de los que no te esperas gran cosa, pero que te acaban agradando en cierto sentido. La película es muy sencillita, obviamente con el presupuesto con el que se realizó no podían hacer gran cosa, pero tiene una realización bastante buena. Nos cuentan las aterradoras vivencias de un trío de hermanos, que se han quedado solos en casa, durante una noche que no olvidarán. El menor de ellos, Casey (Nathan Forrest Winters), siente un pánico atroz por los payasos, fobia a la que no le quedará más cojones que enfrentarse cara a cara. 

El circo no es un sitio muy indicado para alguien que tiene fobia a los payasos

Tres payasos psicóticos, ¡qué mal rollo!
Resulta que cerca de la casa de los muchachos, se encuentra un circo. Hasta aquí llegan tres psicópatas dementes, recién fugados de un manicomio y, ¡qué casualidad!, los locos acaban asesinando a tres payasos (que habían actuado en dicho circo) y se visten con sus atuendos característicos. Una vez transformados en payasos, los psicópatas irán a parar a la casa de los chicos protagonistas y, como ya he dicho, les harán pasar una noche muy puta. Destacar varios aspectos de la película; el primero, su correctísima dirección y su excelente puesta en escena. El film posee una fotografía francamente buena, parece que estamos ante un trabajo de mejor nivel técnico del que en realidad resultó, lo cual es muy pero que muy positivo. Las interpretaciones no son malas del todo, destaco al protagonista principal, el pequeño Nathan Forrest Winters, que es el que más peso tendrá en la historia. Como mera curiosidad, el que interpreta al mayor del trío de chavales es un jovencito Sam Rockwell, quien posteriormente tendría cierta relevancia y fama, (eso sí, es el más insoportable y detestable de los protagonistas, disfruta martirizando a su hermano menor, con su miedo a los payasos y se burla constantemente de él). 

Los psicópatas rodean la casa de los muchachos

Un plano muy inquietante
El film a mí no me aburrió, además teniendo en cuenta que dura muy poquito (no llega ni a 80 minutos), pues se hace ameno. Juega bien con el suspense, sobre todo en las escenas previas del ataque del macabro trío de payasos a los infantes, su principal fuerte en este sentido es que ayuda bastante bien a crear cierta tensión (''bueno el careto de un payaso me parece siempre algo muy efectivo para crear intranquilidad''), prescindiendo de artimañas viscerales y sangrientas (en este sentido la película es alarmantemente light). A veces sí que puede parecer ciertamente algo ridículo, pero realmente tampoco creo que pretendiese ser un film muy serio, es más se muestra con un tono un tanto infantilizado, hay que verlo teniendo en cuenta ese detalle. En mi opinión no es un mal film, tiene buenos momentos de suspense, buena ambientación y los momentos que son más ridículos no quedan mal del todo si se tienen en cuenta como un tanto paródicos, incluso. Lo mejor es que despierta ese encanto ochentero que a mí personalmente me gusta tanto. Es un terror muy light, así que con casi toda seguridad no agradará a los amantes del terror más extremo, pero en mi opinión no deja de ser ciertamente entrañable, puedo decir que, sin ser nada del otro mundo, me agradó su visionado.

¡Corre que te pilla el payasito!

*MI MOMENTO FAVORITO: cuando el trío de payasos psicóticos se cargan a Randy (Sam Rockwell), el insoportable hermano mayor. ¡Qué gran alivio da que despachen a un personaje tan estúpido y cargante!

¡Jódete Randy!

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