lunes, 19 de mayo de 2014

Encadenados (1946) de Alfred Hitchcock



Devlin (Cary Grant) y Alicia Huberman (Ingrid Bergman)
"Encadenados" está considerada otra de las más grandes obras maestras de Alfred Hitchcock. Sinceramente, sin desmerecerla, desde mi punto de vista no es una de sus películas más brillantes, lo que no quiere decir que no lleve muy impregnado su sello personalísimo como indiscutible maestro del suspense. "Encadenados" parte de una premisa muy interesante, tiene un desarrollo muy emocionante, mezclando a la perfección el género de espías, el thriller (marca de fábrica de su director) y el romance, aunque desgraciadamente no está rematada por un final idóneo, que la habría instaurado (insisto, desde mi punto de vista) como una magna obra redonda, como muchas otras que Hitchcock posee en su brillante filmografía. La historia se centra en Alicia Huberman (magnífica Ingrid Bergman), la hija de un espía nazi, condenado por traición contra los Estados Unidos, recientemente finalizada la Segunda Guerra Mundial. 

Devlin le propone a Alicia una arriesgada misión

Esta mujer es convencida por un apuesto agente de los servicios de inteligencia llamado Devlin (un muy idóneo Cary Grant, en su línea de seductor habitual), para tenderle una emboscada a un tipo llamado Alexander Sebastian (espléndido Claude Rains, nominado al Oscar al mejor actor secundario), sospechoso de ser el cerebro de un grupo de nazis cobijado en Brasil. Alicia se convertirá en el gancho de una operación para desentrañar los asuntos turbios de Sebastian, pues éste está enamorado de ella, así que aprovechará dicha atracción para no sólo acercarse a él, sino también acabar siendo su esposa. 

Alicia camelándose al nazi Alexander Sebastian (Claude Rains)

Hitchcock haciendo su habitual cameo
Una vez incorporada al entorno de Sebastian, Alicia será un elemento clave a la hora de destapar los tejemanejes que éste y su grupito de nazis, se traen entre manos de tapadillo. El problema será que Alicia y Devlin se enamorarán, lo cual supondrá un incómodo punto débil a la hora de seguir fingiendo el teatrillo esencial para el éxito de la misión. Sin darse cuenta, la pobre Alicia pondrá en serio peligro su vida. Pues bueno, "Encadenados" ofrece lo que se espera del maestro, ni más ni menos. Un argumento en el que no falta tensión y suspense por un tubo, una realización ejemplar que potencia dicho suspense y ejercita asombrosamente la narración; Hitchcock era un prodigio a la hora de convertir sus movimientos de cámara en elementos primordiales a la hora de compenetrar al espectador a la historia, y una dirección de actores sublime. La química entre Ingrid Bergman y Cary Grant es apoteósica, de verdad ambos están fabulosos y logran transmitir la seriedad necesaria para hacernos partícipes del relato. Lo mismo puede decirse de unos secundarios de lujo, destacando en este lote al magno Claude Rains, y a Leopoldine Konstantin, que hace una sobria interpretación de la rígida y absorbente madre del personaje de Rains. 

La señora Sebastian (Leopoldine Konstantin) es una madre muy metete

Brebaje envenenado
Lamentablemente, tengo que decir que me llevé una cierta decepción en la concepción del final, para mí un tanto precipitado y algo flojete. Adoro a Hitchcock, pero eso no quita el hecho de decir claramente cuando ha hecho algo que no me ha llegado a alucinar (muy pocas veces ha sucedido esto, realmente). En fin, eso queda para las múltiples opiniones de la gente, pero considero que el desenlace de "Encadenados" no hace justicia a otros soberbios finales de otras joyas del director inglés, claramente superiores. Pero bueno, a pesar de todo, "Encadenados" no deja de ser otro muy notable ejercicio de Hitchcok, refleja a la perfección su impecable estilo y en resumidas cuentas, será lo suficientemente complaciente para todos aquéllos que adoremos las múltiples contribuciones que este gran director aportó al Séptimo Arte. 

Un amor que puede resultar mortal

*MI MOMENTO FAVORITO: lo que Hitchcock puede dar de sí un elemento tan simple como una llave. En una tensa escena, durante una fiesta en casa de Sebastian (Claude Rains), su mujer, Alicia (Ingrid Bergman), intentará mangarle una llave, clave para delatar los entresijos oscuros de su esposo. Todo este tramo ocurrido en la fiesta es un clarísimo ejemplo del soberbio uso del suspense que Hitchcok dominaba a la perfección. 

''¿Dónde están las llaves?''

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