viernes, 13 de junio de 2014

Freddy contra Jason (2003) de Ronny Yu



Buen triplete de scream queens; Monica Keena, la ex
Destiny's Child Kelly Rowland y Katharine Isabelle
¡Y por fin llegó el combate más esperado! En 2003 se hizo realidad el sueño de tantos fans de tan míticas sagas de terror como son "Pesadilla en Elm Street" y "Viernes 13". Puede que no muchos lo sepan pero este combate ya se llevaba intentando hacer desde el año 1988, fecha por la que tanto Freddy como Jason cosechaban millones y millones de fans por separado. No obstante diversos contratiempos y desacuerdos no pudieron hacer realidad el enfrentamiento hasta 2003 y la cosa quedó francamente bien, por supuesto desde los ojos de un fan irremediable de sus tan icónicos protagonistas. Por supuesto la película se llevó las consabidas hostias en lo referido a las críticas. Ahora yo planteo una pregunta, ¿qué hace tanta gente con gustos tan finos, tan artísticos y tan cultos viendo un film como "Freddy contra Jason"? En fin, supongo que no la verían confundiéndola con una de esas obras maestras de Lars Von Trier, Michael Haneke o rollos patateros del mismo estilo que tanto hincha la crítica. 

Freddy (el genial Robert Englund) reclama su merecido estandarte como figura del terror

''Jason mamá te está hablando''
Pues bueno yo me atrevo a decir que "Freddy contra Jason" es un espléndido deleite para los que adoramos de verdad a tan míticos y entrañables personajes. Yo no concibo mi vida sin la existencia de ambos, porque desde que tengo uso de razón ya estaban en mi mente. Ya siendo bien pequeño veía a escondidas sus películas en el programa "Alucine" de La2, o en canales del satélite digital como "Calle 13" o "Showtime Xtreme". ¡Y qué recuerdos me trae! Por lo tanto explosiones de emociones varias y nostalgia me recorría el cuerpo mientras disfrutaba de esta joya en el cine. El film técnicamente (ningún crítico lo dirá obviamente) tiene una grandísima calidad, está muy bien hecho (lucen como estrellas los 25 millones de presupuesto, para un film de este estilo, ¡toda una superproducción, vamos!). La fotografía de veras es prodigiosa, así como la ambientación y los efectos, la mayoría convencionales que rememoran la magnífica década de la que provienen ambos malvados, los ochenta (se usan también efectos digitales, pero en momentos bastante puntuales, no destacan por encima de la labor artesanal, lo que le da una frescura al film y un aire retro memorable). 

Jason deja al pobre Trey para el arrastre
(¡una de las mejores muertes de ambas sagas!)

Aún envuelto en llamas, Jason es imparable
La dirección corrió a cuenta del coreano Ronny Yu, y hay que decir es la mar de solvente y dinámica, este buen señor ya venía de meter mano a otro mítico y entrañable icono del terror ochentero como fue el muñeco más diabólico del celuloide, habiéndose encargado unos años antes de la realización de la también grandiosa "La novia de Chucky". Por lo demás, la película es muy entretenida, muy sangrienta (no se cortan un pelo a la hora de meter gore por un tubo) y muy pero que muy divertida. Es surrealismo puro y duro, ¿por qué nadie se atreve a criticar a Buñuel y sus hilarantes films surrealistas donde todo valía? Pues aquí todo vale, y entre decapitaciones, humor absurdo, sangre, pesadillas, máscaras de hockey, jóvenes borrachos y mucha acción hay abundantes cantidades de entretenimiento y diversión. 

Freddy se va haciendo más poderoso

Puntazo: Freddy emula a la oruga fumeta de
"Alicia en el país de las maravillas"
En definitiva, ¡es un peliculón!, mucho mejor que la mierda de "Alien contra Depredador" (otro llamativo crossover que se estrenó a la par que ésta), y la recaudación fue bestial (113 millones de dólares en todo el mundo), prueba de que siguen siendo ambos personajes queridos y venerados como se merecen. Y es que digan lo que digan pero Freddy y Jason son dos grandes personajes. El cine no sería lo mismo sin ellos, que se apliquen el cuento los mierdas de críticos que no hacen más que defenestrar sus películas y al fin y al cabo el público manda y siempre será más rentable una sangría adolescente que un truñaco dogma para cuatro tipos que van de intelectuales. Por algo será ¿no? Lo mejor de todo, repito, es que supieron mantener intacto el espíritu de sus personajes, a la par que ese especial toque tan característico de los ochenta que es, para nostálgicos como yo, pura magia. En resumidas cuentas, suprema, magnífica, y deliciosamente canalla. 

El film hace gala de una excelente y colorista fotografía (¿homenaje al giallo italiano?)

*MI MOMENTO FAVORITO: en sí la película me parece estupenda en su conjunto y podría señalar múltiples momentos que me han parecido fabulosos. Pero por supuesto, si me tengo que quedar expresamente con uno en particular, escojo la secuencia final en la que los dos astros del terror se dan de hostias en una encarnizada y sangrienta lucha. 

Nos prometieron una batalla épica y con creces, ¡nos la dieron!

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