miércoles, 18 de junio de 2014

La verdadera historia de Beatrice Cenci (1969) de Lucio Fulci



Retrato de la auténtica Beatrice Cenci (siglo XVI)
¡Una película con un buen par de cojones, de un autor con un buen par de cojones aún mayores! Lucio Fulci, ese director italiano que ha pasado a la historia del terror como uno de los magnánimos del gore más visceral, consiguió con esta cinta, su obra (según él mismo) más preciada. Probablemente, y lo digo de la manera más objetiva posible, estemos ante la película más sólida de toda la carrera de su autor, un film dramático en estado puro (muy alejado de las obras que le han caracterizado), pero en el que en ningún momento deja de verse su mala baba inherente en prácticamente cada una de sus historias. La película adapta un hecho real ocurrido en la Italia medieval, un acontecimiento verdaderamente atroz (como la vida misma). Beatrice Cenci (maravillosa Adrienne Larussa), es la hija de Francesco Cenci (Georges Wilson), un poderoso noble al servicio de la Iglesia Católica. Este tipejo miserable, la somete a constantes humillaciones y crueles abusos sexuales, a la par que sendos maltratos al resto de su familia. Harta se soportar lo insoportable, la joven planea junto con su amante Olimpo (genial Tomas Milian), el asesinato de su padre, y el posterior encubrimiento del crimen, fingiendo que dicha muerte se produjo de manera accidental. Pero el drama se desatará cuando la Inquisición los someta a una serie de dolorosísimas torturas, hasta que finalmente confiesen la verdad (¡bueno, cualquiera confesaría cualquier cosa en semejante y bárbara situación!). 

Beatrice Cenci (Adrienne Larussa) maltratada por su padre (Georges Wilson)

Beatrice confabula con su amante Olimpo
(Tomas Milian), el asesinato de su padre
La película se convirtió en una obra maldita. Hay que tener en cuenta que se estrenó en 1969 y cuando gran parte del público que la vio en su momento, la condenó como obscena y herética. Se dice que incluso hubo quien gritó: ¡muerte al director! (deduciremos que era algún católico apostólico y románico que velaba por la salvación de las almas de los condenados a ver semejante espectáculo, ¡válgame el señor!). El film fue prohibido, secuestrado y víctima de una brutal censura, durante un porrón de años. En España llegó a estrenarse (¡increíble!), en una versión muy cortada, por supuesto, aunque afortunadamente pudo recuperarse el metraje íntegro durante la transición de ahí que a día de hoy se encuentre disponible tal cual Fulci y compañía la concibieron. 

Fulci nunca se cortó con la violencia

Aquí los clérigos en ''Misa''
Desde mi punto de vista, es una película magnífica. Está perfectamente resuelta, muy bien filmada (Fulci era un prodigio componiendo arte escénico), y su ambientación es realmente cojonuda (véase decorados, vestuarios,...). Los actores están todos maravillosos, y decir que la mayoría no afronta unos papeles especialmente fáciles de desempeñar, pues el dolor carnal es lo que más sentencia a prácticamente todos y cumplen de manera sobresaliente a la hora de resultar creíbles. Destacar lo cruda que es, y repito, estamos en 1969, la violencia explícita y el gore aún no estaban a la orden del día y Fulci, con dos huevos como camiones, se atrevió con ello, filmando escenas de torturas gráficas inusualmente hirientes (que sí, que vistas en la actualidad seguramente se verán más lights que otras salvajadas varias ya filmadas años posteriores, pero no quita que situándonos en su contexto sean menos shockeantes). 

Para Olimpo comienza un tormento insoportable

Por último señalar esa osadía de Fulci de atentar de forma tan directa y clara contra el Catolicismo, con un claro mensaje anticlerical presente en su film, lo cual por supuesto, fue lo que más ampollas levantó. Con todo esto, creo meritorio decir que estamos ante una portentosa obra maestra encubierta, de ésas que la mayoría de los críticos intelectuales ignoran y silencian, en pro de alabar truñazos bergmanianos o fellinianos, pero que no les quita un ápice de valor ni osadía. 

En tales circunstancias cualquiera no confiesa cualquier cosa

*MI MOMENTO FAVORITO: no es que pueda señalarlo en sí como un momento agradable, pero voy a destacar las sádicas escenas de tortura por parte de la Inquisición al desgraciado Olimpo (Tomas Milian), porque resultan impactantes, sobrecogedoras e hirientes. 

¡Dios bendiga a la Santa Iglesia!

2 comentarios:

  1. ¡No conocía esta película Tomi! Y mira que Fulci es mucho Fulci y soy un grandísimo apasionado de este director ¡Me la apunto! Me encantan las pelis valientes y adelantadas a su época que tienen cojones para criticar esa secta asquerosa llamada Iglesia Católica jajaja

    ResponderEliminar
  2. pues entonces ésta es tu película, Paco...

    ResponderEliminar