sábado, 7 de junio de 2014

Rejas ardientes (1983) de Paul Nicholas



La pobre Carol (Linda Blair) entra en prisión
Pues la verdad es que esta especie de thriller/drama carcelario de serie B me pareció bastante regulero, tirando a malo. Vale, a muchos no les parecerá extraño teniendo en cuenta la calidad de un producto de esta categoría, pero francamente me esperaba algo mejor. Mis expectativas hacia "Rejas ardientes" eran a priori bastante positivas, puesto que había visto poco antes de visionar ésta que nos ocupa, esa joyita ochentera llamada "Calles salvajes", película que adoro, y claro, me figuré que esta otra película sería más o menos del estilo, teniendo en cuenta que ambas tienen como protagonista a la eterna niña de "El exorcista", Linda Blair, y que ambas también comparten rasgos habituales del cine grindhouse cafre de la época. Pues bueno, me llevé un chasco bien gordo. Y es que "Rejas ardientes" me pareció muchísimo menos potente que "Calles salvajes" y que también, por ejemplo, otros múltiples films que retratan la durísima situación (llevada a extremos) de un grupo de presas en el interior de una cárcel. 

Agresiones sexuales en la prisión

Carol se convierte en un objeto de deseo
El film nos relata en resumidas cuentas, el infortunio de una joven (Linda Blair) condenada por asesinato, en el interior de una prisión, donde las convictas son sometidas a diversas agresiones físicas y sexuales, por parte de los guardas y demás dirigentes del recinto. Entre las presas, la que corta el bacalao es una zorra lesbiana (interpretada por otro icono ochentero de la serie B, Sybil Danning), que le hace favores (ya me entendéis) a la cabrona de la guardiana jefe, así se gana sus privilegios. Como el argumento es bastante simple, y su realización tampoco es muy apabullante, el punto fuerte de un film de este estilo, vendría a ser el grado de truculencia que podría llegar a representar, en definitiva para eso se hicieron estos productos, para resultar provocadores y generar morbo (de ahí que durante aquélla época fueran un boom para los vieoclubadictos). Por ello "Rejas ardientes" desde este punto de vista, se ve enormemente desaprovechada. Hay violaciones, desnudos, asesinatos, apuñalamientos, todo tipo de agresiones, peleas, lesbianismo, etc; indudablemente no es un film para niños, pero ¡qué demonios!, choca que todo esté representado de una forma tan light

El alcaide (John Vernon) es un pervertido cojonudo

La zorrita lésbica de Ericka (Sybil Danning) entrándole a Carol
Si la comparamos por ejemplo con "Calles salvajes" podremos comprobar que ésta pierde por goleada a la hora de resultar cruel u opresiva. La película no tiene garbo, es muy contenida, todo lo violento que ocurre es más sugerido que mostrado, y lo mismo ocurre con el erotismo, por ello la película se presenta como algo flojísimo, y más, repito tratándose de la clase de film del que se trata. Aparte, los actores en su mayoría, son una puta mierda y las situaciones reflejadas en el guión, carecen de chispa, de ese toque tan excesivamente macarra que caracteriza al grindhouse por excelencia. En definitiva, yo sólo la destacaría por la presencia de Linda Blair, que como de costumbre, al menos se lo curra, convirtiéndose en un punto de vital atractivo, y alguna otra escena puntual que si bien no está mal resuelta, podría haber estado infinitamente mejor. Y es que agallas y visceralidad es lo que le falta a "Rejas ardientes", si hubiese sido un pelín más cruda y menos cobarde, habría ganado enteros, sin dejar de ser una pachanga más de la época. A mí la verdad, no me quedaron ganas de volverla a ver nunca más. 

Una muerte un tanto cruel

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