domingo, 29 de junio de 2014

Solos en la oscuridad (1982) de Jack Sholder



El Dr. Dan Potter (Dwight Schultz, Murdock en "El equipo A")
''Solos en la oscuridad" es otra de esas películas que, como ya he mencionado otras veces, sólo viendo la carátula te apetece verla. Recuerdo siendo un crío haberme parado centenares de veces ante ese gastado VHS colocado en un estante del videoclub de mi barrio, observando centímetro a centímetro esa acojonante imagen representada en la propia carátula, decía para mí mismo: "esta peli tiene que ser la hostia, ¡mi madre!''. No obstante por circunstancias del destino, nunca llegué a alquilarla (no sé el porqué, porque la verdad, ganas no me faltaron) y no fue hasta años después, cuando conseguí verla en un canal de televisión por cable llamado Showtime Extreme, en el que echaban pila de películas de terror retro. Viendo el resultado debo decir que "Solos en la oscuridad" no es ni la mitad de fascinante de lo que su aterradora carátula parecía prometer, es más en mi opinión, es muy irregular y bastante floja, salvando un par de aspectos que afortunadamente la salvan de la quema. La película en sí podría ir perfectamente enmarcada dentro de la popular moda slasher que lo estaba petando en el mercado a principios de los ochenta, porque indudablemente posee algunos de los clichés típicos del subgénero, no obstante en ocasiones se aleja por completo de lo comunmente establecido, divagando por otros terrenos y aquí es donde radica el principal atractivo del film, aunque también sus más lamentables fallos. 

Potter flipará con los métodos del Dr. Bain (Donald Pleasence)

Tres psicópatas lunáticos en busca de venganza...
El film arranca con la llegada de un psiquiatra, el Dr. Potter (Dwight Schultz, un rostro popular gracias a la serie televisiva "El equipo A"), a una institución para enfermos mentales, en la que comenzará a trabajar. Dicho centro se encuentra arbitrado bajo la supervisión del Dr. Bain (Donald Pleasence), un señor que realiza un tipo muy especial de terapia con sus pacientes, por ejemplo les permite andar sueltos sin ningún tipo de restricción por donde a ellos les plazca (una decisión casi suicida, pues algunos son peligrosos y desquiciados homicidas). Pues bien, se ve que la llegada del nuevo doctor no es muy bien asimilada por un cuarteto de chiflados allí internos, a los cuales se les mete en la cabeza que este pobre ha sido el responsable de la muerte del anterior psiquiatra, al que ha venido a sustituir. Así que en su degeneración mental, los cuatro locos; un predicador como una puta regadera (Martin Landau), un gordito super violento (Erland van Lidth), un hemofílico (cuya identidad se mantendrá en riguroso secreto hasta el final; incluso en una ocasión oculta su rostro tras una máscara de hockey en claro homenaje a uno de los reyes de los carniceros cinéfilos, Jason Voorhees) y el líder de todos ellos (Jack Palance); planifican una cruel venganza contra el médido y su familia y tras escaparse del manicomio, tras un incómodo apagón, pondrán rumbo a su casa, con unas malas pulgas de aúpa. A la familia Potter, se le avecina una auténtica noche infernal. 

...y un cuarto emulando al mismísimo Jason de "Viernes 13"

¡Menudo conciertito!
Bueno, comentar que "Solos en la oscuridad" cuenta con el aliciente de ser un slasher atípico, su director y guionista Jack Sholder (quien posteriormente sería el responsable de "Pesadilla en Elm Street 2, la venganza de Freddy") se molestó en añadirle al argumento trilladísimo, acerca de un psicópata que va cargándose peña por ahí, ciertos toques de originalidad que al menos sirvieron para dotar a su película de cierta personalidad que la hace despuntar de otros múltiples slashers que simplemente adaptaron el esquema impuesto por films como "La noche de Halloween" o "Viernes 13". Otra de esas modificaciones evidentes, es que en esta ocasión no hay un solo psicópata, sino que el peligro se multiplica por cuatro y es que, un cuarteto de killers sin escrúpulos (en plan cuadrilla) irá plagando de horror la pantalla con suma crueldad. Se nota además la referencia clara que se hace por ejemplo, al western clásico, como también le sirvió de inspiración a John Carpenter para elaborar "Asalto a la comisaría del distrito 13", manteniendo a los protagonistas principales encerrados en su casa (a modo de ratonera), mientras son víctimas de un asedio por parte de los villanos, que los atacan sin ninguna piedad; llegando finalmente a mutar la línea argumental en un survival, cuando los buenos finalmente tengan que sacar las uñas y pelear contra sus atacantes para lograr salvar el pellejo. No cabe duda pues, que "Solos en la oscuridad" está dotada de detalles de interés, lamentablemente también viene lastrada por múltiples fallos que desde mi punto de vista, acaban inclinando la balanza en su contra más que en su propio bien. 

No podía faltar la típica escena erotico-festiva adolescente...

...que terminará con los pobres teenagers más tiesos que la mojama
Como slasher, el film es muy flojete. La sangre escasea bastante (salvo en alguna ocasión muy aislada, en la que asoma tímidamente algún ramalazo gore), y eso que contó con la participación del maestro Tom Savini en el apartado de efectos de maquillaje (lamentablemente su toque mágico para lo grotesco y lo sanguinolento habitual, no se nota lo más mínimo). Muertes, lo que se dice muertes, no hay muchas y todas en conjunto son bastante light y sosas, nada destaca y eso pues perjudica mucho su concepción de slasher, quedando muy ensombrecida con respecto a otras más potentes de la época. El guión presenta un montón de momentos verdaderamente absurdos y ridículos, sin ir más lejos uno no puede dejar de llevarse las manos a la cabeza con la gilipollez que resulta el ver al personaje de Donald Pleasence, que se supone que es un psiquiatra reputado, actuando como un imbécil dándole cancha a un puñado de locos, como si fuesen colegas suyos, algo surrealista que de antemano impide que te tomes la película demasiado en serio. 

Así no se trata a una señorita

El psicópata gordinflas cuando quiere no es tan malo
Luego está el tema de los psicópatas, si bien me parece muy acertada la idea de que haya cuatro (lo que se supone algo más intimidante), considero lamentable que sean tan poco carismáticos y en ocasiones tan cargantes y patéticos (ni las actuaciones de actores veteranos sirven para tomarlos en serio). El personaje del predicador interpretado por Martin Landau, es insoportable, siempre que sale se pone a vociferar y llegado un momento resulta demasiado cargante. El otro lunático, el chico con sobrepeso, ídem de lo mismo; no entiendo cómo es posible que en ocasiones sea tan violento y agresivo y en otras sea parecido al peluche de Mimosín, véase sino la escena en la que conversa con la hija del Dr. Potter (la pequeña Elizabeth Ward), como si fuesen colegas, ¿éste es un psicópata que se supone que debe darnos miedo? No les quedó muy claro a Jack Sholder y compañía que un criminal deshumanizado acojona más, por lo que se ve. No beneficia tampoco al film que su ritmo no sea especialmente muy llevadero y que en un amplio porcentaje del metraje, en sí, no ocurra nada demasiado interesante. La cosa mejora en su tercio final que es cuando se produce el ataque de los villanos contra la familia protagonista, y sí bien es cierto que se consigue sacar partido al suspense en ocasiones, la cosa acaba resultado de lo más descafeinada, nunca he llegado a ver una extrema sensación de peligro y Jack Sholder se muestra incapaz de meternos en la situación, como seguramente sí habría hecho un John Carpenter con suprema facilidad. 

El peligroso líder de los villanos (Jack Palance)

La familia Potter atacada en su propia casa
El desastre viene coronado con un final que de verdad, no sé cómo tomármelo, ¿pero a quién hostias se le ocurrió incluir esa escena final tan extremadamente patética?, ni habiéndola enfocado como una comedia paródica les habría quedado tan involuntariamente cómica; en serio, rompe por completo con toda la supuesta seriedad que poseía el film hasta el momento y resulta el mayor de los lastres que puntúa en su contra. Con todo, "Solos en la oscuridad" no llega a apestar del todo, posee cierto carisma y sobre todo ese toque ochentero tan especial, que perfectamente puede servir para que cualquier fanático del género se pegue una cierta dosis de entrañable nostalgia. Eso sí, en mi opinión, no merece ningún tipo de alabanza, porque lo que podía haber resultado un film repleto de suspense y de terror, quedó en una intentona torpe de ofrecer algo ciertamente original y diferente, que de haberse currado mejor muchos de sus alarmantes fallos, no habría quedado un experimento tan errático. Mi impresión inicial al verla fue de absoluta decepción y mi perspectiva no ha variado mucho viéndola con el pasar de los años. 

¿A qué memo se le ocurriría este estúpido final?

*MI MOMENTO FAVORITO: se me quedó grabada desde la primera vez que la vi, esa escena en la que ese cuchillo se desliza peligrosamente entre las piernas de una pobre (y promiscua) niñera, que después sucumbirá a manos de los psicópatas.

Por la raja de tu falda...

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