viernes, 5 de diciembre de 2014

En los límites de la realidad (1983) de John Landis, Steven Spielberg, Joe Dante, George Miller



A finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, se emitió una maravillosa seria llamada "The Twilight Zone" (en español, bautizada como "La dimensión desconocida"). A lo largo de sus diversas temporadas, dicha serie dejó boquiabiertos a muchos con sus extraordinarias historias de tipo fantástico, muchas de ellas hasta sirvieron de inspiración a posteriores largometrajes mundialmente famosos, y hasta desfilaron por varios episodios reputados actores como Robert Redford, William Shatner, Roddy McDowall, etc. Con este film se pretendió realizar todo un grandilocuente homenaje a dicha serie y está compuesto por cuatro adaptaciones de cuatro (evidentemente) episodios de la misma, dirigidos por cuatro reputados directores del género fantástico, dando como resultado una nostálgica y entrañable producción, cuya estructura narrativa componía una antología al estilo de la también reciente "Creepshow"

''La dimensión desconocida" (1959 - 1964)

El film se abre con un prólogo introductorio de unos diez minutos, en el que vemos a dos pasajeros que viajan en coche; el conductor (Albert Brooks) y un autoestopista (Dan Aykroyd) que ha recogido. Ambos van conversando de manera más o menos amistosa hasta que en su charla sale a relucir el tema de la propia serie "La dimensión desconocida". La cosa acabará en una grotesca y alucinante sorpresa. Este prólogo estuvo dirigido por John Landis, el cual acaba de petarlo con su film "Un hombre lobo americano en Londres"

''¿Quieres ver algo realmente aterrador?''

Captura del episodio "A quality of mercy''
A continuación comenzamos con las historias propiamente dicho. La primera que nos ocupa es una adaptación del episodio "A quality of mercy", estuvo dirigida también por el propio Landis, y tiene como protagonista a un tipo racista hasta la médula (interpretado por Vic Morrow). Por arte de magia, este hombre acabará viajando a diferentes épocas del pasado, e irás sufriendo en sus propias carnes ese racismo característico en su personalidad. Su primer trayecto será la Alemania nazi y se verá perseguido por la Gestapo, al ser considerado un judío. Posteriormente se verá en plena guerra del Vietnam, perseguido por sus propios compatriotas, que lo confunden con un vietnamita. Por último, en plena época de Klu Klux Klan, será tomado por un negro y sufrirá las correspondientes injusticias. El episodio argumentalmente, la verdad es que resulta la mar de confuso. La explicación de esto puede ser debido al terrible accidente que tuvo lugar durante su filmación. 

El racista Bill Connor (Vic Morrow)
R.I.P. (1932 - 1982)

Este accidente tuvo como consecuencia la muerte del actor Vic Morrow y de dos niños vietnamitas. Resulta que hubo un problema mientras filmaban una escena con un helicóptero, y el aparato acabó cayendo sobre Morrow y los niños, causándoles la muerte inmediata. Una desgracia que acabó en manos de los tribunales durante varios años, dando lugar a numerosas trifurcas (ya no sólo por el accidente en sí, sino por la dudosa legalidad de la contratación de los niños). Siempre es una gran lástima que ocurran incidentes tan desgraciados y más cuando hay infantes de por medio. Haciendo balance, para mí este primer episodio es el más flojo del pack

Imagen del desgraciado accidente

Captura del episodio "Kick the can''
Pasamos a la segunda historia, la cual tiene como director al gran magnate de la taquilla, el señor Steven Spielberg, que acaba de vivir su gran boom con "E.T.". Se trata de una adaptación del episodio "Kick the can" y tiene como protagonistas a unos abuelillos que viven un tanto amargados en un asilo. La llegada de un nuevo residente (Scatman Crothers) cambiará la rutina de estos viejecitos tan entrañables, pues de manera inexplicable, les concederá el deseo de volver a ser niños y poder jugar como cuando eran niños. El film es una gran prueba de esa sensiblería un tanto ñoña de la que Spielberg ha abusado en algunas ocasiones, pero personalmente la considero muy entrañable. Este episodio concreto podría haber supuesto todo un antecedente para esa gran peli fantástica llamada "Cocoon", y a la par también parece haber influenciado en la concepción de la peli "Hook, el capitán Garfio" del propio Spielberg. Haciendo balance, el episodio parece un poco inconexo en tono con respecto al resto, pero consigue su propósito de sensibilizarnos en mayor o menor medida. 

Los abuelillos a punto de ser jóvenes otra vez

Captura del episodio ''It's a good life"
El tercero es absolutamente maravilloso, ¡toda una joya en sí mismo! Tuvo como director al excelentísimo Joe Dante, que venía de hacer magnas joyas como "Piraña" y "Aullidos" y que posteriormente lograría su merecida gloria como realizador con "Gremlins". Este segmento es una adaptación del episodio "It's a good life", y como ya he dicho, es de lo mejorcito, sobre todo a nivel visual. Nos cuentan como una conductora (Katherine Quinlan), se topa por accidente con Anthony (Jeremy Licht), un niño muy especial. El infante la invita a su casa y lo que la mujer verá allí, desde luego, sobrepasa los límites de la realidad. El niño posee unos poderes telepáticos que le permiten no sólo tener a raya al resto de su familia (vaya panda de bobalicones) y someterlos a su voluntad, sino que además es capaz de cambiar su entorno físico. La casa donde viven está confeccionada según la psique infantil de Anthony, y su puesta en escena es todo un homenaje al estilo cartoon característico de los Looney Tunes. Dibujos animados asesinos, un monstruo al estilo el Diablo de Tasmania, los escenarios surrealistas del interior de la casa; todo en su conjunto configuran una maravilla de episodio, un despliegue de imaginación acojonante y una delicia para los adoradores del buen cine fantástico. 

''Me parece haber visto un lindo... conejito''

El ridículo monstruito de "Nightmare at 20,000 feets''
Y por último llegamos al cuarto episodio, el cual tengo que decir que es mi favorito. Se trata de la adaptación del capítulo "Nightmare at 20,000 feets", el cual estuvo dirigido por Richard Donner (futuro director de "La profecía", "Superman", "Los Goonies",...) y protagonizado por William Shatner (el recordado capitán Kirk de "Star Trek"). Dirige el australiano George Miller (quien había pegado fuerte gracias al éxito de "Mad Max" y "Mad Max 2") respectivamente y el argumento nos cuenta como un pobre señor con mucho miedo a volar, se encuenta a bordo de un avión y descubre horrorizado como una espantosa critatura posada en un ala, va destrozando el motor. Este último fragmento, me parece fascinante y considero necesario destacar de él dos puntos concretos. El primero la cojonudísima interpretación de John Lightow, el cual demuestra ser un actorazo de tomo y lomo, consiguiendo reflejar a la perfección la angustia, la paranoia y la locura de su atormentado personaje. 

El acojonado John Valentine (John Lightow) tendrá un vuelo aterrador

Y el segundo, el cojonudo diseño de la criatura que causa los frenéticos estragos; muy acertadamente se sustituyó el ridículo osito de peluche (parecido a un teletubbie) del episodio televisivo, por un bicharraco viscoso que con casi toda seguridad, influyó en la confección del aspecto de los gremlins. Recuerdo que cuando vi la peli de niño, me dio un escalofrío esa escena en la que John Lightow mira por la ventanilla del avión y se topa cara a cara con el monstruito desafiante. ¡Qué canguelo! En fin, decir para terminar que estamos ante el fragmento con mayor tensión y que supone un broche de oro para cerrar un maravilloso film fantástico digno de rememorar en múltiples ocasiones.

El cabroncete del gremlin cargándose el avión

*MI MOMENTO FAVORITO: ése que me hizo pegar un brinco en el asiento, cuando el pobre John Valetine (John Lightow) se encuentra a cara con el monstruo al otro lado de la ventanilla del avión. ¡Menudo susto me metió ese instante!

Cualquiera viaja tranquilo en estas condiciones

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