martes, 23 de diciembre de 2014

¿Quién mató a tía Roo? (1972) de Curtis Harrington



La tía Roo (Shelley Winters)
Tras el éxito de esa joya llamada "¿Qué fue de Baby Jane?", hubo muchos que se apuntaron al carro de la realización de films que podrían ir englobados dentro de una vertiente denominada "terror de viejas", caracterizada por el protagonismo de un personaje ya entrado más bien en la tercera edad (por lo general femenino), ido un poco de la chola e interpretado por alguna actriz de prestigio de antaño. Lo que aquí nos ocupa es una especie de libre adaptación sobre el popular cuento de "Hansel y Gretel", ambientada en Navidad y que, con el tiempo, parece haber adquirido cierto estatus de admiración y culto por parte de determinados sectores del público. Sí bien es cierto que el argumento de "¿Quién mató a tía Roo?" promete a priori, el film además hace gala de una correcta ambientación (muy propia del terror gótico propio de las pelis de la Hammer, de hecho en su guión figura Jimmy Sangster, autor de algunos de los libretos que dieron lugar a las obras maestras más recordadas de la productora) y tiene su aquél, considerándola una pieza de terror light añejo. 

La enorme y siniestra mansión de la tía Roo

Los hermanos Christopher (Mark Lester) y Katy (Chloe Franks)
Pero, en lo personal, me parece que su argumento deja mucho que desear, su guión daba para mucho más, se desaprovechan múltiples posibilidades, plantea ser más macabra de lo que finalmente acaba siendo y tira por las ramas de subtramas secundarias que acaban importando una mierda; razones de sobra para considerarla un fallido subproducto un tanto patatero. La peli cuenta como una vieja traumatizada por el recuerdo de la muerte de su hija (siendo niña), la tía Roo (la oscarizada Shelley Winters), invita a su casa cada Navidad, para atiborrarlos de dulces, a un grupito de niños de un orfanato. Ese año, por casualidades del destino, acaban visitándola una pareja de hermanos, Christopher (Mark Lester, el prota de la tierna "Oliver") y Katy (Chloe Franks). En su mente un tanto trastocada, la tía Roo acaba confundiendo a la niña con su hijita muerta y por lo tanto, acaba permitiendo que ambos hermanos vivan con ella en su inmensa casona. Los niños, que conocen al dedillo el cuento de "Hansel y Gretel", acabarán atando los suficientes cabos como para creer que la mujer en realidad, es una bruja que (al igual que en el cuento) los quiere cebar para merendárselos. 

¿Es la tía Roo la inocente viejecita que aparenta ser...

La situación pues, dará lugar a una serie de catastróficas desdichas, un tanto estúpidas, debo decir. Como ya he dicho, la película divaga aportando una serie de pistas falsas que parecen encarrilar la trama por unos senderos que al final, no tienen nada que ver con el desenlace de la misma. En resumidas cuentas, me pareció bastante floja a nivel argumental, porque si bien desde el punto de vista estético cumple satisfactoriamente, la historia acaba siendo una gran tontería, dejándonos un film de terror extremadamente light y descafeinado, nada de ese perturbado tono macabro que prometía inicialmente y que tan acertado hubiese sido. Una gran decepción.

...o esconde siniestros y perturbadores secretos?

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