Atrapado (1982) de William Fruet

Grupito de jovencitos de ciudad pasándolas putas en el medio rural

Un bodriete de mucho cuidado que imita claramente el esquema de la famosa "Defensa" de John Boorman, film que presentó los clichés del subgénero survival. En la línea de dicho referente, tendremos a un grupete de personas "civilizadas" pertenecientes a un entorno urbano (en este caso, unos jovencitos la mar de gilipollas), que se verán inmersos en un entorno hostil y fuera de su hábitat, o sea en plena naturaleza, en un bosque a tomar por culo, aislado de cualquier tipo de socorro. Pero claro, no sólo se tendrán que enfrentar al desconocimiento del terreno, también se les presentará un peligro mucho mayor, el lunático de turno que conoce al dedillo el terreno en el que se mueven sus víctimas, y que los irá cazando como moscas. En este caso este peligro tiene el rostro del mítico Henry Silva, que interpreta a un cazador psicópata que ha matado a su esposa de forma cruel. Los chavales, como han sido testigos de tal atroz acto, pues claro, el cazador mosqueado tendrá la labor de no dejarlos escapar y que se chiven.

El cazador psicópata (Henry Silva)

Bueno, las tetas que no falten

Bueno, argumentalmente es así de simple, pero lo que vendría a importar en un film de esta categoría no es precisamente la historia, sino la intensidad de lo filmado, su ritmo, su seriedad, su puesta en escena. Pues bien, en "Atrapado" todo esto falla de manera estrepitosa. El film es muy flojo, carece bastante de acción, los actores son una puta mierda, el suspense brilla por su ausencia y salvo un par de momentos muy escuetos, no pasa gran cosa salvo ver a un puñado de imbéciles correr de un lado para otro entre los matorrales del bosquecito que sirve como marco escénico. Dirige William Fruet (autor de "Fin de semana sangriento"), tipo curioso dentro del género de terror/fantástico, porque posee una amplia colección de títulos durante la década de los ochenta, pero la mayoría de ellos son unas porquerías vergonzosas y ridículas; vamos lo que podríamos denominar como un autor basura de manual (siendo la ya mencionada "Fin de semana sangriento" su peli más sobresaliente, y ya es flojilla de por sí). En fin, una patata explotativa sin ningún tipo de atractivo, más que para haber "adornado" los múltiples estantes de los obsoletos y entrañables videoclubs de antaño.

¡Qué hostilidad desprende el mundo rural!