lunes, 12 de enero de 2015

Hostel (2005) de Eli Roth



Tres turistas de excursión por tierras europeas, ¡se creen
ellos que se van a correr la juerga Padre!, ¡qué ilusos!
Moraleja de la película: si quieres unas vacaciones tranquilas y agradables, ¡no visites Eslovaquia! Y es que yo creo que "Hostel" es el film idóneo para que cualquier aficionado a eso de hacer turismo "mochilero" (podríamos llamarlo) se lo piense un par de veces, porque la cosa tiene tela, y lo más aterrador es ponerse a pensar, ¿acaso no puede ser verdad lo que plantea el film?, ¿acaso, de hecho, no podría estar pasando?, ¿acaso no estarán pasando cosas, seguramente, peores?, porque la realidad con creces, la mayoría de las veces, acaba superando a la ficción. "Hostel" fue algo así como un boom absoluto que recogió el testigo de las sangrentadas que un año antes "Saw" se había ocupado de desparramar por las pantallas del mundo entero y que, de manera definitiva, instauró las bases del llamado subgénero del "torture porn", apostando por un terror visceral, y explícitamente gore, aunque esa extrema nueva oleada de casquería en la pantalla, fue algo de duración muy escueta, pues con el cambio de década hemos retrocedido y el panorama cinematográfico no hace más que estrenar morralla suavizada y light que muchas veces nos hacen añorar salvajadas del estilo "Hostel" a los más devotos de algo más políticamente incorrecto (entre los que me incluyo). 

Golfillas a tiro, los nenes piensan que van a mojar el pizarrín...

...pero no, el destino les depara...
La historia va de tres pavos que están de excursión (al estilo mochilero) por Europa, su obsesión es tirarse todo lo que tenga una buena delantera y de parada en Amsterdam (en el Barrio Rojo, por supuesto), se enteran "de casualidad" (desgraciadamente) de la existencia de un hostal en Bratislava (capital de Eslovaquia, y sí yo también me enteré de ello gracias a esta película) en el que hay un montón de tías que están que te cagas de buenas y que encima, son muy pero que muy putonas. Claro, los chavales empiezan a pensar con el pito y van para allá de cabeza. Craso error, pues todo es una tapadera para pescar incautos (como estos panolis) que se acabarán convirtiendo en las víctimas de un sádico y demencial juego. Tras todo este entramado, se esconde la más oscura y aterradora perversidad del ser humano, pues la finalidad de dicho cebo es cubrir la satisfacción de un puñado de ricachones que se divertirán sacándoles literalmente las tripas a los pobres incautos que han osado pisar dicho hostal. El planteamiento que expone el film, la verdad, pone los pelos de punta. El hecho de pensar que, te puedes convertir en el objeto de satisfacción sangrienta de un cabronazo que ha pagado por desmembrarte, a mí hace que me recorra un escalofrío por todo el cuerpo; y todo por pura diversión. ¡La virgen! 

...una jugarreta mucho más cruel...

...atroz y sádica
Dicho esto, si bien "Hostel" parte de una idea escabrosa, grotesca e interesante para todo fan del género que se precie, sí que creo que el resultado final no es tan óptimo como cabría esperar. Vale que la peli es brutal, asquerosa, repulsiva y (lo que más adoro) muy políticamente incorrecta; tiene lo suficiente para que los goremaníacos se den todo un homenaje y disfruten como posesos. Ahora bien, el film habría ganado enteros si hubiese algo más de trasfondo, que no se hubiese quedado resumido a ser un espectáculo de casquería mundano. El principal problema que le vi a la peli es lo muy poco que nos hace empatizar con los protagonistas, desde mi punto de vista personal, ninguno me pareció simpático, se les muestra como los típicos descerebrados tolais que por una parte, cuando van directos hacia su desgracia, te hacen decirte a ti mismo: "os lo merecéis por imbéciles". Si se hubiesen currado el hecho de haber definido algo más sus personalidades o algo por el estilo para humanizarlos y no simplicarlos tanto, creo que "Hostel" habría ganado mucho desde el punto de vista dramático. 

Bueno, no veo muy apropiado soltar un chiste sobre ojos

¡Qué cabrones son estos puñeteros niños!
Ídem puedo decir de los secundarios, son todos excesivamente planos, da la sensación de ser todo muy forzado, todos son meros figurantes preparados para dar paso al verdadero protagonista; la hemoglobina. Pero bueno, tampoco hay que pararse a darle muchas vueltas a esto, "Hostel" fue un producto directo que expuso muy bien sus características y fue llamativo precisamente por eso, por el morbo que generó su promesa de presentar todo un festival de tripas y sangre (y lo cumplió). Bueno vale, también influyó bastante el hecho de que fuese coronada con el magno nombre de Quentin Tarantino, cuya única participación en el proyecto se resume a ser productor ejecutivo y nada más, es decir el señor Tarantino no metió mano en ningún aspecto de la realización del film, pero bueno no queda mal que haya constancia de su presencia como gancho publicitario. En sí, la creación de la idea y todo el tinglao corrió a cargo de Eli Roth, quien ya había tenido una presencia sonada dentro del género con la anterior "Cabin Fever" y al cual "Hostel" le atribuyó cierta relevancia profesional. 

Selecto club de asesinos con tarjetitas y todo, ¡qué nivelazo!

Cortando por lo sano
Bueno, no era para menos, la peli fue un gran éxito y generó un puñadete de imitaciones (a la par de un par de secuelas, una oficial obra del mismo equipo técnico y otra, denonimémosla "bastarda" sacada directa al mercado doméstico) y dio lo suyo de qué hablar, por lo tanto no es de extrañar que de aquí a unos años, se gane el apelativo de clásico o film de culto. En mi opinión, no deja de ser curiosa y ciertamente importante (porque ha dejado su huella), aunque sinceramente nunca me ha fascinado, salvo un par de escenas fuertecitas (¡de cojones, eso sí!) y los repugnantes (a la par que geniales) efectos de maquillaje, no tiene mucho más que me motive a calificarla como un buen film. Me aterra más el hecho de pensar que lo que expone tenga su fundamento real y pueda, esté, o llegue a ocurrir, que en sí visionar el material filmado en todo su conjunto; creo que ha desaprovechado muchos aspectos que la podían haber convertido en una joya con todas las de la ley.

¡Ojito con el primo de Leatherface!

*MI MOMENTO FAVORITO: el que seguro a todos y todas, sin exepción, hizo que se nos encogiera el cuerpo de dolor al verlo por primera vez. Me estoy refiriendo a ése en el que uno de los pobres protagonistas (Derek Richardson) está siendo torturado por uno de los psicópatas cabrones (Jan Vlasák), y el muy cretino lo desata y le da la posibilidad de escapar. Cuando el chaval va a incorporarse de la silla, en la que estaba atado, comprobamos con horror, como sus talones han sido rajados literalmente, impidiéndole logicamente la huída. Debo reconocer que la escena me dio bastante grimilla.

Eso no es empezar precisamente con muy buen pie

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