sábado, 10 de enero de 2015

Matador (1986) de Pedro Almodóvar



Los dos perturbados protagonistas (Assumpta Serna y Nacho Martínez)
¡Increíble! Almodóvar metido en el terreno del thriller con tintes parapsicológicos, mezclando de por medio el tema taurino y sendas referencias al giallo italiano y al slasher. ¡Menudo mejunge!, esto no podía dar nada bueno y efectivamente, no lo da. "Matador" es un film absurdo, chavacano y vulgar (bueno, estamos hablando de un film de Almodóvar, lo refinado aquí tiene poca cabida) y para colmo de males, presenta una historia absolutamente demencial. Desde el primer fotograma en el que vemos como un tipejo, que resulta ser un torero psicópata (el asturiano Nacho Martínez, fallecido en 1996 a los 44 años), se masturba viendo fragmentos de las pelis "Seis mujeres para el asesino" de Mario Bava y "Bloody Moon" de Jesús Franco (bautizada en España con el repelente título de "Colegialas violadas"), concretamente de escenas en las que mujeres son brutalmente asesinadas por los killers de las correspondientes películas, uno acostumbrado a ver cine grindhouse podrá adivinar los tiros por los que aflora tito Almodóvar con este trabajo. 

¡Hala, viva la Pepa!

Los fetiche por excelencia de Almodóvar,
Carmen Maura y Antonio Banderas
Efectivamente, "Matador" apunta en diversas ocasiones a ser una especie de giallo encubierto, presentando tramas criminales enrevesadas y la correspondiente pachanguera investigación policial, eso sí aquí la identidad de los asesinos siempre es desvelada, por un lado está el torero que se pone ultra cachondo cortando pescuezos y por otro, una abogada ninfómana (Assumpta Serna) a la que también le satisface la idea de mandar al otro barrio a sus respectivos amantes, a los que les da pasaporte con un alfiler para sujetar el pelo (elemento muy giallístico). Los dos acaban conociéndose y claro, el folleteo llama a la puerta. Pero aquí no acaba la cosa, entra en en la acción la presencia de un retraido Antonio Banderas, que resulta que tiene unos poderes que le permiten ver visiones de los crímenes y que para colmo se convierte en sospechoso de los crímenes de los otros dos frikazos. En fin, el resultado es un esperpento de tomo y lomo. Un film estúpido, aburrido, alarmantemente patético, zafio, cutre, y bueno, un no parar de despropósitos. Los más adeptos del director dirán que se trata de una obra incomprendida de un "maestro", yo simplemente digo que es una puta mierda pinchada en un palo, muy deudora del estilo trash de su autor.

¡Qué sórdida la relación!

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