El precio del poder (1983) de Brian De Palma

El prota, el delincuente Tony Montana (Al Pacino)

¡Tarantino, ríndete a los pies de De Palma! Bueno, aquí el magistral (y probablemente mejor tenido en cuenta) film de este director, un remake de ''Scarface, el terror del hampa'' dirigida por Howard Hawks en 1932, cuyo guión fue magistralmente adaptado por Oliver Stone (antes de convertirse propiamente dicho en un director de prestigio). Ya me he declarado en otras ocasiones un fan incondicional de Brian De Palma, sin duda, al que considero uno de los mejores directores de la Historia, tristemente infravalorado. En "El precio del poder" una vez más, demuestra ser un profesional increíble y un auténtico maestro. Con un estilo visual inconfundible De Palma vuelve a dar ese "toque" tan personal que le da a toda obra suya, lo que le delata como lo que es: un excelente director. 

Tony con su inseparable compinche Manny Ribera (Steven Bauer)

El mundo del crimen acarrea altercados desagradables

A continuación quiero mencionar algo acerca de lo que ciertas malas lenguas han señalado por ahí (según he podido leer en múltiples páginas sobre análisis fílmicos) acerca de que De Palma realiza una mala dirección en este film. Ante todo, creo que la composición visual que De Palma hace en sus películas es siempre más que sobresaliente y "El precio del poder" no es una excepción. El manejo de la cámara de De Palma es excelente, su estilo visual impresionante, así que no sé qué demonios ve la gente para acusarle "torpeza" fílmica. Pero claro, si fuese un film de un directorucho más sobrevalorado (véase Tarantino, Bergman, Fellini,...) o mismamente de los coetáneos de De Palma; Scorsese o Coppola (que no son para nada malos, pero su trabajo sí es más reconocido desmereciendo a De Palma), entonces nadie comentaría ningún aspecto negativo, sin más resumirían diciendo que el film es una redonda obra maestra (que francamente a mí no me lo parece, todo sea dicho, aunque me gusta mucho). 

Tony con su hermana Gina (Mary Elizabeth Mastrantonio), aquí se potencia
ese toque incestuoso de su relación, ligeramente implícito en el film original

La preciosa Elvira (una jovencita Michelle Pfeiffer)

Declaro mi fascinación por este film acusando ese ''punto especial'' que este magnífico director sabe imprimirle y es que los films de De Palma, tienen para mí algo tan cojonudamente bueno, que hacen que te mantengan totalmente fascinados (aunque sinceramente prefiero sus thrillers hitchcokianos). Me encanta por otra parte en general también, el soberbio reparto (desde el magistral Al Pacino, a todos y cada uno de los secundarios). Me fascina el ambiente ochentero, la banda sonora (prodigiosa, adoro especialmente la canción PUSH IT TO THE LIMIT), esa sobredosis de violencia por todos los lados, las toneladas de acción sin cuartel, etc. Todo el conjunto hace que "El precio del poder" sea un film más que destacable y atractivo. La pega que le pondría es su excesiva duración, yo le habría restado perfectamente 20 minutos o incluso media hora y ya habría resultado un film perfecto. Por cierto otra cosa que quería comentar es que, se ha apuntado por ahí (en alguna que otra crítica dedicada al film) que ''El precio del poder'' fue un fracaso en taquilla. 

 

La sangre asesina de los Montana

Pues bien, no sé dónde lo habrá leído el autor de este comentario, pero aclaro con mucho gusto que el film tuvo un presupuesto de 25 millones de dólares y recaudó en taquilla en Estados Unidos solamente, más de 45 millones de dólares. En el resto del mundo la recaudación fue superior a 65 millones de dólares. O sea que fracasar, tampoco fracasó que se diga. Y es que yo no sé por qué a De Palma le llueven "enemigos" por todos los lados. En fin, yo lo admiro, siempre diré que es de lo mejorcito, valiente e innovador que ha parido Hollywood.

A tiro limpio

*MI MOMENTO FAVORITO: el dramático instante en que Tony (Al Pacino) descubre que su compinche Manny (Steven Bauer) es el amante de su hermana Gina (Mary Elizabeth Mastrantonio), dando lugar a la consiguiente tragedia. 

Va a ser que era amor verdadero