martes, 10 de marzo de 2015

El exorcista 3 (1990) de William Peter Blatty



La famosa escalera en la que se mató el padre
Karras en la original ''El exorcista''
¡Menuda castaña de película! La tercera parte de la magna e inigualable ''El exorcista'' (si existe un film sobre el que deberían haber descartado toda remota posibilidad de hacer secuelas, por excelencia, es éste) llegó en 1990, trece años después de la raruna ''El exorcista 2, el hereje'', dirigida por nada más y nada menos que William Peter Blatty, escritor de la novela original en el que se inspiró el primer film y autor, además, del guión del mismo (galardonado con un Oscar). Pues bien, Blatty adaptó su novela ''Legión'' (continuación de ''El exorcista'') y convirtió a esta tercera parte en una especie de secuela directa de la primera, obviando todo acontecimiento ocurrido en la segunda, y la verdad, el resultado fue extremadamente flojo (y más tratándose del creador de la original quien se encontraba al mando), prueba de que ''El exorcista'' hay una y no más. La peli se centra en las investigaciones del teniente Kinderman (interpretado por el actorazo George C. Scott, que toma el relevo del Lee J. Cobb, quien lo había encarnado en la primera película, el cual ya había fallecido en 1976), el cual va persiguiendo a un peligroso asesino que comete unos perturbadores crímenes, utilizando simbología religiosa. 

El psicópata Géminis (genial Brad Dourif)

El teniente Kinderman (George C. Scott) al frente de la investigación
Al parecer estos asesinatos tienen cierta relación con un psicópata denominado Géminis (genuino Brad Dourif), fallecido quince años atrás, con el difunto padre Karras (Jason Miller), quien había participado en el exorcismo de la joven Regan (Linda Blair en la peli original), e indirectamente con otras personas que habían tenido cierta colaboración, en mayor o menor medida, con dicho exorcismo. La cosa acaba resultando un film rarísimo, una especie de thriller (por momentos me recordó al estilo de ''El silencio de los corderos'' en lo referente a las charlas entre el poli y el loco del manicomio, en busca de pistas para resolver los crímenes) muy extraño que se aleja mucho (para mal) del tono de la peli original, lo cual descoloca irremediablemente. El film carece de chispa, de garra y de detalles interesantes, es aburrido, posee una dirección muy televisiva, muy plana. 

¡Cuidado con la vieja!

Es monótono y salvo dos o tres escenas muy puntuales, es extremadamente descafeinado, prácticamente nada se puede destacar en él. Con merecimiento, pasó bastante desapercibido y de hecho, a día de hoy, es poco conocido. En lo personal, me pareció incluso peor que ''El exorcista 2, el hereje'' (que ya de por sí, era muy flojita), desde luego me aburrió muchísimo más. En resumidas cuentas es de esa clase de películas que grato favor le hubiesen hecho a la Historia del cine que no se hubiesen rodado.

El padre Karras (Jason Miller) poseído se halla

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