viernes, 13 de marzo de 2015

Sigue vivo (1978) de Larry Cohen



La nueva parejita de desafortunados papis
(Frederic Forrest y Kathleen Lloyd)
Aquí la secuela directa de ''Estoy vivo'' de 1974, dirigida por Larry Cohen. De nuevo Cohen repite como guionista y director y presenta una continuación un tanto irregular. De nuevo se nos presenta a una parejita feliz por el inminente alumbramiento de su primogénito. Pero claro, esta felicidad se verá truncada rápidamente cuando descubran que el bebé que espera la mujer es un bicho mutante como aquél de la primera parte que se cargó a un montón de peña nada más salir del vientre de su mamita. Pero en esta ocasión, este retoño no estará solo, sino que tendrá la compañía de otro dueto de bebés mutantes, cuidados y resguardados por un grupito de científicos que apuestan por estudiar esta nueva ''raza'' de seres, en lugar de proceder a su exterminación. Entre los que postulan a favor de no eliminar a estos bebés, se encuentra Frank Davis (repite John P. Ryan), el que fuese el padre del bebé asesino de la primera peli, el cual intentará instruir a la parejita protagonista en los cuidados necesarios para criar a su ''tierno'' retoño. 

Asistiendo a otro infernal parto

John P. Ryan repite como Frank Davis
Pero claro, este trío de criaturas tiene bastante mala leche, y no tardarán en salir por ahí en busca de sangre. Bueno, la secuela de ''Estoy vivo'' carece de la mayoría de las virtudes de su antecesora. En primer lugar, en lo referido a su premisa y desarrollo calca bastante a la peli original, por lo tanto aquí podemos olvidarnos de golpes de efecto, y por sentado, se evapora todo atisbo de novedad. En segundo lugar, sí, podemos ver que el número de ''enemigos'' aumenta, ahora no sólo hay un bebé asesino sino que hay tres, lo cual podría crearnos ciertas expectativas de que esta secuela aguarda más sangre, más muertes y más mala leche. ¡Pues no! ''Sigue vivo'' es bastante más contenida que su antecesora, menos violenta y acusa una escasez de sangre muy incómoda, lo cual incumple la regla número uno de toda buena secuela (como bien apuntaba el entrañable Randy en ''Scream 2''), ofrecer un espectáculo más pasado de rosca para enganchar de nuevo al público, ¿qué sentido tiene proseguir una historia, y ofrecer una continuación más light y descafeinada? 
 
Los bebés mutantes se multiplican

A la caza de los bebés mutantes
En tercer lugar, la peli peca de andarse en exceso por las ramas, una buena secuela debe ir más al grano, pues ya estamos curtidos de los suficientes antecedentes y lo que hace falta en pasar a la acción de forma más rotunda. Vale, ''Sigue vivo'' tampoco es del todo desdeñable, ofrece algún que otro momento ciertamente destacable, por ejemplo a la hora de ofrecernos algún detalle más concreto acerca de la naturaleza de los bebés mutantes y un cierto halo de crítica hacia la sociedad, haciendo una clara segmentación entre la peña que se los quiere cargar, repudiándolos por ser diferentes, u la que ve en ellos una nueva raza a la que proteger y sobre la que se puede aprender (si leemos entre líneas, podríamos atribuirlo a cualquier otro aspecto que la sociedad en la que vivimos puede tachar de ''diferente''). No obstante, en resumidas cuentas, como película de terror de sus características es la mar de floja, dista mucho de la grandiosidad inherente en su antecesora (un clásico la mar de original) y peca de ser pesada, edulcorada y muy poco novedosa. Como curiosidad, y si se es un admirador acérrimo de cualquier patata de serie B existente en la Tierra, puede ser interesante echarle un vistazo, pero en mi opinión es bastante cutre y acusa un clarísimo e imperdonable empeoramiento en comparación con la original.

El pobre Frank Davis no tendrá un muy buen final

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