sábado, 28 de marzo de 2015

Vigilante (1983) de William Lustig


 
El prota, Eddie Marino (Robert Forster) con su familia
''Vigilante'' es otro de esos productos exploitation cien por cien grindhouse, de los que tanto se empapó Quentin Tarantino y que posteriormente le sirvieron como mecanismos a la hora de hacer sus propias pelis. Dirigida por William Lustig, quien tres años antes ya había realizado un clásico de culto en toda regla como es ''Maniac'', y cuya rentabilidad le proporcionó la posibilidad de rodar esta matraca que, en lo que a calidad se refiere, desmejora mucho en comparación con la ópera prima del director, un film infinitamente superior en todos los aspectos. ''Vigilante'' es una película muy cutre, su realización es extremadamente patatera, es tan chunga que a su lado las típicas pelis sobre venganzas callejeras protagonizadas por Charles Bronson (cuya línea claramente sigue), son obras maestras. Aunque eso sí, todo aquél que se considere fan de este tipo de cine más precario, de serie B y ultraviolento, sabrá disfrutarla a pesar de sus abismales cagadas (sobre todo técnicas). 

Las calles están llenas de maleantes
 
Estos ''vigilantes'' van a limpiar las calles
El argumento nos cuenta la tragedia vivida por un pacífico hombre de familia (Robert Forster, prota también de, por ejemplo, ''La bestia bajo el asfalto''), cuando un grupo de maleantes asaltan su hogar y atacan a su mujer e hijo. La mujer (¡menuda interpretación de mierda por parte de Rutanya Alda!, ¡esa sobreactuación no hay quien se la crea!) acaba bien jodida, pero el pobre niño termina peor, pues uno de los villanos cabrones, le revienta la cabeza de un tiro (¡bueno, hay que decir que le quita dramatismo a la escena que se note claramente como el niño es en realidad un cantoso maniquí). Total, que se lleva a cabo un juicio y los miserables de los representantes de la Ley (más corruptos que Cachuli) no sólo no hacen nada por castigar a los maleantes, sino que encima acaban condenando al pobre padre de familia a cumplir una pena de cárcel. 
 
El ex-poli, Nick (Fred Williamson), es el líder de los vigilantes

Aparición estelar del gran Joe Spinell
El pobre hombre, asqueado por el sistema que nos representa, tras el cumplimiento de su pena, se une a un grupo de ''vigilantes'', capitaneado por un ex-poli (Fred Williamson, toda una figura de la blaxploitation de los setenta), que se encargan de ajusticiar por su propia cuenta a toda la morralla que pobla las calles. Violadores, asesinos y todo tipo de maleante caerá víctima de estos vigilantes que velan por el bien de los ciudadanos (vamos, como Charles Bronson en ''El justiciero de la ciudad'' y similares). Así, a su vez, el prota aprovechará para vengarse de los que le jodieron la vida (delincuentes y jueces, todos en el mismo saco). Bueno, de la peli destacar que la historia es simple y amena, por lo tanto sirve para entretener que es su cometido principal, aparte es dura, directa y cruel, así que en la buena línea de estas producciones, no se corta un pelo (lo contrario a lo que pasa con el cine actual). 

Eddie en la cárcel con Rake (Woody Strode)

Combatir el crimen es una tarea difícil
En él se pueden ver un porrón de rostros bastante habituales dentro del mundillo de la serie B, ya he mencionado a Fred Williamson y Robert Forster, y por ejemplo secundando loablemente podemos destacar a Woody Strode (el mítico negraco que competía con Kirk Douglas en la arena en ''Espartaco'') o el magno Joe Spinell (el brillante psicópata protagonista de ''Maniac''). Y por supuesto, lo mejor de todo es esa majestuosa BANDA SONORA, muy característica de los ochenta que acompaña a la perfección al film. Lo peor, pues que resulta muy chapucera y muy cutre, y que no vengan a excusar sus garrafales fallos de realización que presenta por el tema de ser un film de muy bajo presupuesto, porque sin ir más lejos la anterior peli de Lustig, ''Maniac'', era más precaria en cuanto a medios técnicos y su resultado final resulta más brillante. 

Listos para la acción

Con todo (y al igual que ''Maniac''), ''Vigilante'' acabó convirtiéndose en algo así como en un clásico de culto dentro del cine grindhouse, sobre todo desde que llegó Tarantino y declaró su admiración por la misma (y ya se sabe lo que dice Tarantino, parece ir a Misa para muchos/as). En mi opinión, dentro de su estilo, las hay muchísimo mejores, sin ir más lejos cualquier peli de Charles Bronson, o ''Ángel de venganza'', ''Curso de 1984'' o ''Calles salvajes'' (por mencionar algunas de tipo similar), le dan mil vueltas a ésta. 

La venganza es un plato que se sirve frío

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