Pesadilla en la medianoche (1990) de Alec Mills

El asesino escogiendo víctimas

''Pesadilla en la medianoche'' (de título original ''Bloodmoon'') es un film australiano de bajo presupuesto que intentaba, lo que otros muchos, rascar lo que pudiese en cuestión de rentabilidad económica, aprovechando el filón (ya escasísimo) del slasher ochentero (absolutamente de capa caída). El resultado fue una patata más destinada inevitablemente al olvido. La película es bastante patética, intenta construir una historia con algo de suspense, pero en ningún momento se torna interesante. El esquema reflejado es más similar a un thriller de intriga que a un slasher en sí, aunque también apunten ciertos detalles propiamente slasher. El más llamativo de ellos es, obviamente, el de un psicópata que va matando jovencitos promiscuos, en mayor o menor medida. 

Ésta tuvo la desgracia de ponérsele por delante al killer

Un polvito tenía que caer por alguna parte

La acción se desarrolla dentro del marco de un colegio religioso y se va jugando con la posibilidad de que múltiples sospechosos puedan ser el asesino. Eso sí, la incógnita no durará mucho, pues más o menos a mitad de peli la identidad del killer queda desvelada, así como sus motivos para cometer sus crímenes, explicación de lo más previsible y floja. En sí, en la película nada destaca para bien, la atmósfera no inquieta, las interpretaciones son paupérrimas, la dirección es plana, los asesinatos son flojos y descafeinados (la presencia de sangre es más bien escasa); por lo tanto, en líneas generales podemos calificar a ''Pesadilla en la medianoche'' como un mojoncete parásito, que pretendía seguir estirando el chicle de popularidad del slasher ochentero, cuando claramente los mejores años de éste ya habían expirado. Trillada, estereotipada al máximo y muy regulera, ''Pesadilla en la medianoche'' no es algo para nada recomendable, aunque (como digo en muchas otras ocasiones) afortunadamente, es bastante difícil de localizar. 

Aquí llega el psicópata bien preparado