jueves, 21 de mayo de 2015

Socios y sabuesos (1989) de Roger Spottiswoode

 

 
El detective Scott Turner (Tom Hanks)
¡Qué película más entrañable! Recuerdo que de pequeño la vi infinidad de veces y me encantaba. En la línea ciertamente establecida dentro del cine de acción de presentar una pareja de polis como protagonista (véase ''Arma letal'' o ''Tango y Cash''), ''Socios y sabuesos'' presentó su propia y peculiar pareja de polis, uno humano (Tom Hanks, estrella cómica por excelencia de los ochenta) y Hooch, un imponente dogo de Burdeos, cuya relación será un tanto complicada. El primero, un detective llamado Turner, investiga el asesinato del dueño del segundo. La causa, la de siempre, tráfico de drogas, corrupción y esas mierdas a los que los personajes de las pelis policíacas se tienen que enfrentar siempre. Hooch aparte de ser el testigo principal, será un elemento fundamental para la resolución del caso. Eso sí, Turner se ve en la obligación de llevárselo a su casa y claro, el caos reinará. Turner era un tipo muy meticuloso, limpio y ordenado y esto será incompatible cuando Hooch entre en su vida. 

La relación entre Turner y Hooch será algo complicada

Hooch es muy achuchable
Las babas, los destrozos, los mordiscos, será algo con lo Turner deberá aprender a convivir, eso sí, no tardará en cogerle un cariño increíble a su peludo compañero. ¡Y cómo no! A mí de pequeño este perrazo me tenía enamorado (al igual que el San Bernardo de ''Beethoven''), por eso, y aunque adoro la película siempre me pareció imperdonable (¡y sí, lo voy a decir y con mucha indignación!) que el pobre Hooch acabe muriendo, ¿Por qué, joder?, ¿por qué ese mazazo, coño? Vale que con la escena final intentan arreglar la cosa, intentando dejar buen sabor de boca con la aparición de un retoño del propio Hooch, pero es que en serio, que el pobre perrillo muera, a mí me sigue pareciendo un puñetazo en el estómago. Por este detalle, siempre me gustó más otra peli coetánea que es muy similar a esta (por no decir casi exacta), ''Superagente K-9'', de idéntico argumento pero con James Belushi como protagonista y con un pastor alemán como estrella canina, dicho film al menos sí tiene un final feliz (por cierto, ambas son del mismo año también. 

Hooch es único destrozando cosas

Pero bueno, no puedo decir que no le tenga un grandísimo cariño a esta película, es una de esas que me marcaron la infancia, con la que disfruté muchísimo y de la conservo nostálgicos recuerdos. No voy a decir que sea la película más fantástica del mundo, pero para mí sí que es una maravilla (obviando el triste detalle final, claro), ¡la magia del cine ochentero!, ésa que tanto escasea entre tanta mierda cinematográfica que nos contamina en la actualidad.

Un mini-Hooch

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