miércoles, 24 de junio de 2015

El club de los cinco (1985) de John Hughes



Los cinco protagonistas castigados
Pues francamente, con esta película me pasó lo mismo que con ''St. Elmo, punto de encuentro'', se trata de un film icónico de la década de los ochenta, muy representativo de la misma y una pieza fundamental dentro del cine juvenil. ''El club de los cinco'' se ha convertido en un clásico, venerado sobre todo por esa generación a cuyo estreno le pilló en una edad más o menos adolescente y (y sí lo sé, repito una vez más) yo adoro en líneas generales todo lo relacionado con la época a la que pertenece, sinceramente no me entusiasmó demasiado. El film se me hizo algo lento y plomizo, imperdonable esta apreciación si tenemos en cuenta que estamos ante un vehículo de absoluta distracción y entrenimiento. La peli va sobre cinco muchachos, totalmente distintos en personalidades (y todos estereotipos del mundillo del instituto), que son recluidos un Sábado en su centro de estudios, por el asqueroso del director que les tiene cierta ojeriza (la figura de éste se asemeja a la de un terrateniente o un coronel como poco). 

Los chicos se aburren y los espectadores también

La peli no aporta grandes sorpresas
Los chicos, a pesar de no tener nada en común, irán limando asperezas durante las horas que dura su castigo, encontrando ciertos puntos en común. En sí la peli tiene algo, ese toque característico de los ochenta, que la hace ciertamente entrañable, pero la verdad no me parece merecedora de cargar con la coletilla de ser un film de culto. El problema como dije antes, no sólo es que la peli sea bastante parada y su ritmo un tanto lentillo, sino que encima (y es una apreciacion personal) los personajes no resultan empáticos. Los cinco jovenzuelos protagonistas eran miembros del denominado Brat Pack, y de hecho para muchos ésta se convirtió en su peli más característica. Molly Ringwald (vista en ''16 velas'' o ''La chica de rosa'',  ambas apadrinadas bajo el nombre de John Hughes) hace de la tonta repipi y estirada a la que dan ganas de cruzar la cara. 

¡Qué Sábado más divertido!

¡Movida, movida!
Ally Sheedy (prota de ''Cortocircuito'') una friky rarísima a la que parece que le falta un verano. Judd Nelson es el matón de turno que va de chulo, de creído y de antisistema. Emilio Estevez es el guaperillo por el que todas las féminas babean, quizás el personaje más ''normalito'' y que presenta una cierta y encomiable evolución (por cierto, estos tres últimos también coincidirían en ''St. Elmo, punto de encuentro''). Y por último Anthony Michael Hall (rostro también fetiche de John Hughes) hace del nerd empollón, que también da muestras de cierto retraso. En definitiva, la peli transcurre en un único escenario y con estos reducidos personajes, hay poca (o casi ninguna) acción y todo se resume a los comentarios y diálogos de los chavalucos, primero tirándose mierda unos a otros y posteriormente ''reconciliándose''. Emotiva no es que sea, más bien resulta un tanto rancia. 

Y éste se supone que es el más inteligente del grupo

Quizás se apoye más en el lado nostálgico, incluso hasta a mí, que no me agradó especialmente, me vi invadido por un agradable gustirrinín al escuchar la inolvidable canción ''DON'T YOU FORGET ABOUT ME'' de Simple Minds, que acompaña a la banda sonora, de lejos lo mejor de la película (todo un temazo de los buenos). Tampoco digo que no se pueda ver, es más, si te consideras un fanático irremediable del cine ochentero, es de obligación echarle un vistazo, aunque no sea más que por su exacerbada fama. 

El insti es como una prisión

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