miércoles, 15 de julio de 2015

1990: los guerreros del Bronx (1982) de Enzo G. Castellari



Aquí tenemos al chulazo del prota, Trash (Mark Gregory)
Veamos, era 1982, pelis como ''Mad Max 2, el guerrero de la carretera'' y ''1997, rescate en Nueva York'' habían sido un exitazo rotundo y habían creado un antes y un después en la historia del cine de ciencia ficción. Y ahí estaban los productores italianos, muy avispados ellos a la hora de hacer plagios, copias y usurpar ideas para generar resultados en taquilla, ¡menudos eran! Y así surgió este mojoncillo que nos ocupa, muy locuazmente llamado ''1990, los guerreros del Bronx''. La idea, hacer una especie de cruce entre los films ya nombrados (del primero copia la estética cyberpunk, del segundo el argumento a rasgos generales), añadiéndole además un toque del film ''The Warriors'' y hacer una mezcla, eso sí con menos presupuesto y talento a la hora de plasmarlo en pantalla. El resultado fue una macarrónica serie B, de estética totalmente ochentera, que si bien es bastante cutrecilla, puede servir para pasar el rato. 

Una de las peligrosas bandas del Bronx

Aquí George Eastman haciendo de villano, ¡cómo no!
Para darle un empuje más internacional, se ambienta la acción en el Bronx, en Nueva York, rodando además con actores americanos (véase Fred Williamson, Christopher Connelly, o el posteriormente tristemente fallecido Vic Morrow), todo de cara a darle más tirón comercial, y de hecho no dudo que en su momento sacasen una buena tajada, porque explotaciones como ésta empezaron a surgir como churros. Que aparecía un éxito brutal made in Hollywood, enseguida estaban ahí los italianos preparados para en poco tiempo y con poca pasta, sacar su propia versión underground de dicho filón comercial (véase sin ir más lejos el caso de ''Star Crash'' con ''La guerra de las galaxias''). Así que sin más aquí tenemos a un guerrillero valiente, el tal Mark Gregory, de 17 añitos (sustituyendo a Kurt Russell), que se adentra en el Bronx de 1990 (en ese momento, el futuro), un lugar peligrosísimo, para salvar la vida de la hija de un millonario que se encuentra prisionera por un criminal sin escrúpulos. 

Por aquí andaba también Fred Williamson, icono de la blaxploitation setentera

Para llegar hasta ella deberá enfrentarse a un buen puñado de tribus urbanas que habitan diversas zonas del Bronx, y contras las cuales el protagonista deberá componérselas para salir victorioso, entre pelea y pelea. Lo que queda es un film muy de andar por casa, chapucerillo desde el punto de vista audiovisual, gamberrete refiriéndonos a lo estético y muy de andar por casa, simplemente acto para los fanáticos de la caspa y devoradores de cualquier bizarrada fílmica, porque de todo tiene que haber.

Aquí va a haber movida de la gorda

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