lunes, 6 de julio de 2015

Cocoon (1985) de Ron Howard



Los abueletes protagonistas pasándolo pipa
¡Qué película tan mágica y entrañable! ''Cocoon'' es un excepcional film de ciencia ficción ochentero, realizado por el reputadísimo a día hoy Ron Howard, aunque perfectamente podría haber llevado la firma Spielberg, porque imita a la perfección es toque spielbergriano que identifica al director de ''E.T.''. A mí ''Cocoon'' me parece grandiosa, preciosa, memorable, imprescindible. Nos cuenta la historia de un grupo de viejecitos (uno de ellos, Don Ameche, llegó a ser premiado con un Oscar al mejor actor secundario por su papel, debo decir que más por méritos conmemorativos que actorales, porque siendo francos, no realiza precisamente una labor digna de tal reconocimiento) residentes de un asilo, que se adentran en un caserón vecino que unos turistas acaban de alquilar para unas vacaciones. Dentro de dicho caserón, los abueletes se dan unos bañitos en una piscina, en cuyo fondo reposan una especie de capullos (de hecho, Cocoon significa ''capullo'', de ahí el título). 

Amistosos habitantes de otro planeta

Confraternizando con una visitante muy cariñosa
Total, que desde ese momento, éstos comienzan a sentirse más jóvenes, más vitales, es como si el agua de esa piscina tuviese algún compuesto curativo que es el responsable de este proceso de rejuvenecimiento. En efecto así es, porque resulta que los propietarios de ese caserón son realmente extraterrestres, y muy en la línea de Spielberg, son amistosos y buenos, incluso una de ellos (Tahnee Welch, hija de la mítica Raquel Welch) llegará a enamorarse de un humano (Steve Guttenberg, el recordado Mahoney de ''Loca academia de policía''). El argumento de ''Cocoon'' parece haber sido claramente influenciado por ese capítulo que dirigió el propio Spielberg para el film ''En los límites de la realidad'' que a su vez se basó en un episodio de la mítica serie ''La dimensión desconocido'', titulado ''Kick the can'', en el que se planteaba el tema de que los viejecitos de una residencia volviesen a rejuvenecer (aunque en ese caso, volvían a ser niños tal cual). 

Abueletes con mucha marcha (al ritmo de la canción ''Gravity'' de Michael Sembello)

Ahí tenemos al pequeño Barret Oliver
(Bastian en ''La historia interminable'')
Como ya he dicho, el film imita a la perfección el estilo buenrollista y familiar del propio Spielberg, logrando un film verdaderamente bonito. Visualmente además, es excepcional, aparte del Oscar al mejor actor secundario para Don Ameche, también obtuvo el de mejores efectos especiales (absolutamente merecido, aunque haya quien pueda ladrar que dichos efectos artesanales y de gran calidad, han podido quedar ciertamente desfasados con el paso del tiempo, ya se sabe, lo pro píxeles y pachangas digitales). De esta peli sólo puedo hablar maravillas, me encantó desde siempre, es emotiva, es tierna, es muy entretenida y en resumidas cuentas, es otro magno ejemplo de ese cine nostálgico y mágico que se realizaba en los años ochenta. ''Cocoon'' es una joyaza imprescindible.  

¡Qué penita da esta escena!

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