jueves, 10 de diciembre de 2015

Shock (1977) de Mario Bava



Los protas Dora (Daria Nicolodi) y su marido Bruno (John Steiner)
Último film de Mario Bava, todo un broche de oro para una brillante carrera dedicada casi en exclusividad a brindarnos un terror elegante, violento, grotesco y con clase. ''Shock'' es una peculiar película de fantasmas, y si digo peculiar es porque realmente, dentro de lo manido que estaban incluso en ese momento, el género de terror sobrenatural, el propio Bava la añade unas gotitas de su macabro toque fílmico para elaborar un complejo coctail de elementos dispares que contribuyen a idear una rara avis dentro del género. La peli arranca de una manera muy típica, un matrimonio aparentemente feliz y su hijo, se trasladan a vivir a una casa en la que hay un fantasma, hasta aquí todo se cuece según las reglas establecidas. 

El niño está poseído

Una caricia de ultratumba
Ahora bien, este fantasma cabrón no es uno cualquiera, no sólo hace que leviten ciertos objetos de la vivienda, sino que comienza a tomar posesión del criajo, el cual comienza a cambiar de personalidad y a putear a su pobre mami (interpretada por Daria Nicolodi, la pareja de Dario Argento y madre de Asia Argento). ¿Qué intenciones tiene el espectro para ser tan tocapelotas? Muy sencillo, este espíritu invasor es en realidad el primer marido de ella, el cual le tiene una tirria que asusta. El hombre murió, supuestamente porque se suicidó, y si digo supuestamente es porque claramente, algo en ese hecho huele a podrido. El fantasma realmente quiere vengar una muerte que quedó sin castigo y apunta de manera muy certera a la posible responsable y encubridora de un delito sin posterior justicia. 

Dora desquiciada perdida

Eso ya no sale ni con lejía
La peli tiene una atmósfera totalmente opresiva, una BANDA SONORA estridente (muy setentera, recuerda un tanto a las composiciones de Goblin, los habituales colaboradores de Argento) que transmite mal rollo constante, una fotografía excepcional típica de su autor, correctas interpretaciones, algo de erotismo, psicodelia, muy buenos momentos de tensión y sus correspondientes toquecitos de gore violento. El conjunto da como resultado un excelente clásico, menos notorio dentro de la filmografía de su autor y menor vitoreado en comparación con otras de sus obras como ''La máscara del demonio'' o ''Las tres caras del miedo''. Por supuesto es infinitamente mejor que bodrios más actuales como ''Insidious'' o ''Expediente Warren'', porque da muestras claras de ser un terror adulto y sólido y no una descafeinada soplapollez para señoritos fácilmente impresionables.

''Poco a poco así, resbala por mi piel''

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