miércoles, 20 de enero de 2016

La zona prohibida (1980) de Richard Elfman



¿Víctimas de los efectos del LSD?
¡Menuda fumada de película! Un film tan desconcertante como ciertamente (digamos) llamativo, a camino entre una peli que rinde un culto clarísimo al expresionismo alemán, mezclado con el cine basura típico de John Waters, ¡menuda combinación!, ¿no? Pues bueno, ''La zona prohibida'' es una surrealista pieza cuyos artífices son los hermanos Elfman, de los cuales el más popular acabó siendo Danny Elfman, el compositor fetiche de Tim Burton, realizador aparte de magnas y famosísimas obras sinfónicas (sin ir más lejos, la de ''Los Simpsons''), el cual aquí (obviamente) compone la banda sonora aparte de reservarse una curiosa perfomance como el mismo Diablo (¡sí, tal cual!), su hermano Richard dirige y su hermanita Marie Pascale, también hace un pinito (mediocre, seamos francos) como actriz. ''La zona prohibida'' es una película rara de cojones, una de esas obras que muchos catalogarían como un experimento de arte y ensayo y que muchos otros (sí llamémoslos hipsters bohemios) la denominarían como obra de culto. 

Bizarrismo por un tubo

Decorados molones pintadetes
La peli es una especie de ida de olla que toma un poco el argumento (muy lejanamente) de ''Alicia en el país de las maravillas'', con un prota la mar de pringadete que efectúa un viaje a una dimensión ajena a nuestro mundo, a través de una puerta situada en la bodega de su casa, donde vivirá una lisérgica aventura repleta de personajes bizarrísimos (una princesa con una corona de cartón y en topless, un tipo con un cabezón de rana, una reina pechugona la mar de psicodélica, un diablo bailongo, etc.). La peli posee una estética muy llamativa (por lo menos a mí me lo pareció), los decorados son muy de andar por casa (son todo fondos de cartón pintados), pero emulan como ya señalé el arte expresionista (véase por ejemplo ''El gabinete del Dr. Caligari''), la fotografía en blanco y negro le da un tono muy tétrico e irreal, y esas impresiones animadas (por ejemplo en la danza de los esqueletos) le proporciona un toque underground que beneficia mucho a la película a la hora de atribuirle personalidad. 

Es imposible que la reina Doris (Susan Tyrrell) pase desapercibida

Visualmente es, digamos, atractiva, extraña y diferente, un punto fuerte como obra a analizar desde el punto de vista artístico, argumentalmente es una fumada total (ya lo señalé al inicio, pero no hay mejor forma de describirla), surrealismo puro y duro, sus personajes son extremadamente peculiares y exagerados y las situaciones vividas por ellos, rozan la falta de lógica en todo momento. Obviamente es la clase de película que no es indicada para todo tipo de persona, sólo las que casen con películas poco comunes y alejadas todo tipo de cine mainstream, podrán encontrarle su gracia. En mi opinión, me pareció meramente curiosa, aunque no la vería dos veces, me moló en particular el numerito musical que se monta el Diablo (Danny Elfman), y la cancioncita ''Squeezit to the Rescue'', es muy bailonga y pegadiza.

Este diablo (Danny Elfman) es un cachondo

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