lunes, 4 de abril de 2016

El proceso Paradine (1947) de Alfred Hitchcock



La atractiva señora Paradine (Alida Valli)
¡Menudo resbalón metió Don Alfred Hitchcok! ''El proceso Paradine'' es sin duda una de las películas más flojas del maestro del suspense. No es reprobable, hasta los más grandes directores tienen algún que otro mojoncete en su carrera, por muy brillante que en efecto, ésta sea, y aquí tenemos uno de los más notorios y lamentables del este genio creador. Lo que aquí nos cuentan es como un abogado criminalista (un soso Gregory Peck) acepta defender a la señora Paradine (preciosa Alida Valli, recordada por los fans del horror por ser una de las diabólicas villanas de ''Suspiria''), acusada de matar a su adinerado marido. Durante el proceso el tipo se irá encoñando con ella de manera un tanto obsesiva, mientras va descubriendo los secretos ocultos de su cliente. El film comienza bastante bien, la trama (típico de Hitchcock) engancha con facilidad, pero a medida que avanza, la cosa va decayendo hasta llegar a una resolución que es, claramente, ridícula y demasiado poco sorprendente. La historia carece de giros argumentales potentes (como otras obras magnas de su realizador), es monótona, plana y para colmo sus personajes son vacíos y nada interesantes.

El abogado Anthony Keane (Gregory Peck) defenderá a la señora Paradine

Aquí hay algo más que una relación de abogado y cliente
Es una lástima que el reparto está plagado de brillantes actores, véase el propio Gregory Peck, Charles Laughton, Ethel Barrymore (incomprensible que la hubiesen nominado a un Oscar como mejor actriz secundaria si sólo sale unos segundos y no destaca lo más mínimo), pero todos se muestran desangelados, fríos y nada aprovechados. Especialmente cargante me resultó el personaje de Ann Todd, que hace de la esposa de Gregory Peck, la cual se muestra como una mujer bastante estúpida, arrastrada y con pocas luces, la cual acepta con sumiso desdén el hecho de que a su maridito le ponga cachondo su arrebatadora cliente. Yo destacaría sin lugar a dudas la performance de Alida Valli, admirablemente captada en cada fotograma por la cámara y la cual supone el detalle más interesante de una trama muy torpemente narrada. En fin, el film me parece indigno del nombre de su autor, pero como ya he dicho, hasta los más grandes hacen de vez en cuando alguna ''basurilla'' y ''El proceso Paradine'' es de lo peorcito que ha parido el gran Alfred Hitchcock, tal cual.

La mujer de Keane (Ann Todd) es un coñazo de tía

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