viernes, 15 de abril de 2016

La última noche del Titanic (1958) de Roy Ward Baker



El asombroso barco Titanic
Y desde Reino Unido, bajo la dirección del hammeriano Roy Ward Baker (posterior realizador de piezas como ''Las cicatrices de Drácula'' o ''Las amantes del vampiro''), apareció para mí la mejor adaptación cinematográfica que se haya hecho acerca del Titanic (salvando las distancias con la más ambiciosa, espectacular y famosa de James Cameron, la cual también me fascina). ''La última noche del Titanic'' es dramática, demoledora, realista, todo un prodigio de puesta en escena y de angustia y emoción. Me gustó bastante más que su coetánea ''El hundimiento del Titanic'' por la cuestión simple de que me resultó más efectiva a la hora de crear una atmósfera de temor semejante a la que debieron de vivir los pobres pasajeros de aquel fatídico viaje. La versión americana se centraba en el melodrama, en contarnos la historia de una serie de personajes centrales apoyada en las interpretaciones de actores reconocidos del star system hollywoodiense (Barbara Stanwyck era toda una leyenda). 

La guapa Honor Blackman, posterior chica Bond en ''Goldfinger''

A la dcha. el actor Bernard Fox, curiosamente también
aparecería haciendo un papel en la peli de Cameron de 1997
Sin embargo en ésta no encontramos protagonistas definidos, no hay estrellas reconocidas (como curiosidad sale un desconocido Sean Connery, como uno de los miembros anónimos de la tripulación, que pasa plenamente desapercibido) y eso le da un aire más realista al film, ninguna de las historias representadas acerca de los pasajeros pesa más que otra y eso despista a la hora de saber quién podría ser un superviviente a la tragedia. El tono dramático del film es soberbio y su ritmo frenético, por no hablar de los magníficos e increíbles efectos especiales. Las escenas del hundimiento, las maquetas utilizadas, etc., son soberbias, para la época en la que se realizó el film toda la escenografía esta dotada de un realismo espectacular, mejor que muchas producciones de Hollywood más pretenciosas. La idea principal a la hora de hacer el film, era intentar retratar los hechos de una forma cercana al documental, de ahí que la narración no se centre en ninguna historia concreta referida a los personajes de la trama, sino en lo que fue conllevando al choque del barco con el iceberg y su posterior naufragio, detalle que desde mi punto de vista, le aportó un gran plus a la narración. 

Durante el naufragio cunde el pánico

Comentar que se nota a la legua que el propio James Cameron tomó buena nota de muchos elementos de este film para construir su propia versión cuarenta años después, pues hay situaciones y escenas bastante similares en ambos films, no hay más que echar sino un claro vistazo al momento del hundimiento del barco y hacer sendas comparaciones (aunque lógicamente, la del 97 luzca efectos mucho más modernos). En definitiva, creo que este film es una auténtica joya, una pieza imprescindible para visualizar, para emocionarse y para llorar.

Espectacular hundimiento

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