miércoles, 25 de mayo de 2016

Las amistades peligrosas (1988) de Stephen Frears



La perversa marquesa de Merteuil (Glenn Close)
Seducción, engaños, venganza, son los elementos de esta lujosa adaptación de una famosa novela francesa del siglo XVIII de Choderlos de Laclos. Si digo lujosa es porque tanto su puesta en escena (impecable y majestuosa) como la labor técnica y su talentoso reparto, es de auténtico lujo. ''Las amistades peligrosas'' nos lleva a un viaje a lo más maquiavélico de la mente humana, se sitúa la acción en la Francia del siglo XVIII (acorde con la época en la que se escribió la novela) y tenemos como protagonistas a dos personajes (que se las traen) de la alta sociedad; ella es la marquesa de Merteuil (Glenn Close, volviendo a encarnar a una peligrosa mujer, aunque en esta ocasión más comedida que la que ya le había tocado interpretar en ''Atracción fatal'', aunque no menos cabrona), él el vizconde de Valmont (John Malkovich). Él es un mujeriego de tomo y lomo que disfruta engatusando a las mujeres y alardeando de sus infinitas conquistas, ella es una resentida llena de rabia que maquina un plan de venganza y que se servirá de él para llevarlo a cabo. 

El vizconde de Valmont (John Malkovich) intenta cortejar
a la virtuosa Madame de Tourvel (Michelle Pfeiffer)

La marquesa engatusa a la ingenua
Cecile de Volanges (Uma Thurman)
Ambos son tal para cual, sus mentes retorcidas y sin escrúpulos los convierten en un dueto idóneo para poner en práctica crueles hábitos para con aquéllos que desean manipular, pero algo se interpondrá entre los malvado entresijos urdidos. ¿Qué pasaría si un mezquino comenzase a sentir amor?, ¿qué pasaría si alguien que se jacta de jugar con los sentimientos ajenos de pronto se ve herido por la afilada flecha de Cupido? Algo de esto inspirará la aparición del tercer personaje en discordia, la virtuosa y frágil Madame de Tourvel (guapísima como siempre, Michelle Pfeiffer), cuya inocencia y cándido corazón será capaz de poner en jaque los más sucios apetitos del vizconde de Valmont, encendiendo más la llama de la ira de la diabólica marquesa de Merteuil. En fin, todo un culebrón de emociones encontradas que conllevan como resultado una película que engancha con suprema facilidad (no puedo comentarla desde el punto de vista de si es buena adaptación porque nunca leí el libro, pero por lo que he podido investigar al respecto creo dicho trabajo de adaptación es bastante fidedigno al espíritu del original literario). 

El vizconde y la marquesa urdiendo maldades

Como ya dije, desde el punto de vista escénico es soberbia, toda la decoración, vestuario (ambos premiados con un Oscar) y detalle escenográfico está cuidado al extremo, dándole un aire de sofisticación digno de aplaudir. La labor de los actores es también prodigiosa, destacando al trío protagonista, sin desmerecer la participación de otras caras en aquel momento casi principiantes, véase Uma Thurman o Keanu Reeves. Por ponerle una pega, me quedé con ganas de ver algo menos de frialdad en los personajes y que el contraste entre los buenos y los malos fuese menos acentuado (detalle que para mí, mejoró el remake moderno de la misma, de tipo juvenil, ''Crueles intenciones''), pero por lo demás me parece una gran película, un excelente culebrón de época, en el que lo sofisticado y lo elegante reinan por antonomasia. 

El vizconde no pierde el tiempo

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