lunes, 27 de junio de 2016

Delicias turcas (1973) de Paul Verhoeven



El prota, un joven y hortera Rutger Hauer
¡Amantes de la escatología, ésta es vuestra película! Una cerdada al estilo ''Pink Flamingos'' (puede que sin pasarse tanto, pero por ahí van los tiros), eso es lo que es ''Delicias turcas'', uno de los primigenios trabajos del holandés Paul Verhoeven, quien posteriormente triunfaría en Hollywood con peliculones como ''Robocop'', ''Desafío total'' o ''Instinto básico''. El cine de Verhoeven siempre ha estado caracterizado por la provocación y por ciertos ramalazos de erotismo (en algunos de sus trabajos más gráficos que en otros) de tono muy europeo digamos (o sea, menos pudoroso que el made in Hollywood), y ''Delicias turcas'' va por esa línea, porque realmente podría ir enmarcada dentro de la vertiente de cine erótico tan popular en la Europa de los setenta (ya había tocado en cierto sentido el género en su anterior película, ''Delicias holandesas''). Este film, está inundado de cierto anarquismo, detalles alocados e irreverentes que sin lugar a dudas caracterizaban el espíritu liberal de muchos realizadores de los setenta. 

¡Cuidado con la cremallera!

Preparándose para la cópula
Bien, vale, eso está muy bien cuando se trata de palabrería, que un autor sea rompedor y provocador es perfecto, pero como siempre digo, apoyándose en algo, en una estructura narrativa, en una historia interesante que nos cuente alguna serie de sucesos que atrapen la atención del espectador y eso no ocurre con este mojoncete, tan anárquico como repulsivo. La peli no trata el erotismo de forma digamos, elegante y fina, sino que es zafia a más no poder; la colección de escenas guarras (en el más amplio sentido de la palabra) y desagradables que se pueden ver en pantalla son innumerables y eso pues bueno, es posible que sea del agrado de ciertos estómagos hechos a aguantar todo tipo de particularidad escatológica (o que se exciten con ella, que de todo hay), pero en lo personal lo encontré repugnante. La peli sigue un poco la estela de lo que vendría a ser una ''Love story'', pero en versión chabacana, nos cuenta la relación de una pareja muy liberal (él es Rutger Hauer, famoso sobre todo gracias a su posterior participación en ''Blade Runner''), que vivirá un montón de encuentros y desencuentros, ¿podríamos llamarlos ''amorosos''? 

¡Sin comentarios!

Comprobando la textura de unas heces (¡arcada contenida!)
Él es un antihigiénico cantamañanas de mucho cuidado, bohemio y con bastantes pájaros en la cabeza, ella es una desinhibida con no mucha más inteligencia que él, total, que entre cúpula y cúpula nos damos cuenta de que son tal para cual, el pack complementario de la más rematada estupidez. El film es pesado, ridículo, y una absoluta apología de la guarrería más vulgar (no faltan hasta planos detalle de excrementos bien recientes), ¡cosa fina! La mierda ésta fue nominada al Oscar a la mejor película extranjera; supongo que en su momento fue muy llamativa, al fin y al cabo chocante tuvo que resultar, lo cual no significa que sea una obra de calidad. Menos mal que Verhoeven cambió de chip rotundamente al pasarse a hacer cine más comercial, donde demostró su auténtico talento como director de culto.

Fornicando frente a la suegra

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