martes, 29 de noviembre de 2016

La bruja (2015) de Robert Eggers



Hora de rezar
¡Aquí la sensación hipster del año! ''La bruja'' esta pseudo-peliculilla de ¿terror? aclamada por la crítica especializada y señalada como el no va más dentro de ese universo tan amplio como es el género de horror (decían que psicológico, para darle más prestigio), se estrenó para torturar al público, y no precisamente por hacerle pasar un mal rato por el miedo que pueda provocar, sino por el sopor tan tremendo. En cuanto leí un par de críticas que la señalaban como una especie de cruce entre cierta obrita de M. Night Shyamalan (creador de excrementos fílmicos donde los haya) y ciertas reminiscencias de Michael Haneke (creador por excelencia del aburrimiento máximo convertido en pieza audivisual), me dije: ''¡Esta peli va a ser un coñazo!''. Y la verdad retrasé lo más que pude su visionado, pero bueno como siempre digo, hasta no ver el material no se puede juzgar. Me dispuse a darle una oportunidad con total desgana, y no me equivoqué, ¡vaya truño de película!

Despacito que hay tiempo de sobra para rellenar metraje

La cabra se aburre y quiere salirse de la película
Transcurridos los 15 primeros minutos, aburrimiento; media hora, doble aburrimiento; 45 minutos, sofocante desesperación; 1 hora y una cabra se vuelve loca y dicen que es Satanás; ¡al menos pasó algo!; 1 hora y 15 y ¡por Dios que se acabe esta tortura!; 1 hora y media y ¡menuda mierda de final y menudo pestiño! He visto durante toda mi vida cine de terror y en serio, con respeto a los gustos de cada uno, que digan que ''La bruja'' merezca posicionarse dentro de una lista de las mejores películas que ha brindado este género a lo largo de la historia, me parece insultante como poco. Para quien la quiera defender basándose que en si tiene una conseguida atmósfera, una ambientación muy buena, unos silencios abrumadores, un no sé qué y no sé qué más desde el punto de vista visual (detalles que no se le pueden negar), yo digo, ¡vale, todo eso está muy bien!, pero no se puede defender lo indefendible, lo mínimo que se le puede pedir a una película es algo de alma y no vender un vacío en base únicamente a su envoltorio. 

¿Estará el nene bajo el hechizo de una bruja?

Para mí una película que resulta un triunfo acabar de verla, no tiene mérito como película en sí, como obra audiovisual es un fiasco, porque si no ha logrado interesarme lo más mínimo durante su metraje, no voy a ser cínico de destacar nada de ella. ''La bruja'' es otro de esos bochornosos ejemplos de pedantería, un mojón pretencioso que ningún hipster reconocerá que no le ha gustado, uno de esos truños que aquéllos que presumen de gustos más refinados que los de los mortales normales, dirán que es la hostia, que es súper tensa, que es aterradora y bla bla bla. Yo la llamo por su nombre; pesadez extrema, mojón, truño, y así podría seguir. A sus realizadores no les vendría mal aprender qué significa la palabra, ritmo.

Maldita no sé, pero loca ¡fijo!

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