Merlín, el encantador (1963) de Wolfgang Reitherman

El jovencito rey Arturo, apodado Grillo

Quizás "Merlín, el encantador" (título hispano que como de costumbre nada tiene que ver con el original en inglés, que vendría a ser "La espada en la piedra", eso sí, mola más el nuestro, es más entrañable, ¡vaya que sí!) no sea uno de los clásicos más recordados o memorables de la factoría Disney, pero sin lugar a dudas, creo que es de los más divertidos, de los más disparatados y de los más idóneos para disfrutar cuando se está un poco deprimido, el porqué es muy simple; la diversión está asegurada. El film es una adaptación muy libre del tomo "La espada en la piedra", primera obra de las cuatro que forman la historia de "Camelot", que narra las aventuras del rey Arturo, concretamente esa primera narra la vida del propio rey cuando era niño y recibía los sabios consejos de su tutor, el mago Merlín. El film rebosa simpatía y buen humor por los cuatro costados y es que si algo destaca en "Merlín, el encantador" es su constante toque sarcástico y bufonesco, excelentemente bien traído. 

El mago Merlín se convertirá en el tutor de Grillo

Merlín y Grillo en la piel de unos peces

La película posee momentos cómicos geniales, por ejemplo esas predicciones que Merlín, maestro visionario, hace acerca del futuro (memorable esa escena en la que se presenta vestido con converse, camiseta hawaiana y gorra, asegurando venir de vacaciones de las Bermudas del siglo XX), o múltiples gags que van apareciendo a lo largo de la historia, aportados por personajes la mar de carismáticos (véase el búho Arquímides, la bruja Mim, o hasta la rebelde azucarera del propio Merlín). A la vez, en el film no faltan constantes enseñanzas y moralejas que perfectamente pueden servir de aprendizaje para nuestras propias vidas cotidianas; la más potente de ellas es el lema de que la inteligencia es más valiosa y efectiva que la fuerza bruta, hecho que viene a explicar el porqué un debilucho y jovencito Arturo es capaz de sacar la mítica espada Excalibur del yunque y convertirse en rey de Inglaterra, mientras forzudos cavernícolas habían sido incapaces de hacerlo. Este tipo de anécdotas hacen que la película posea un amplio valor y sea la mar de entrañable. 

¡Qué puñetera es esa "enfermedad" llamada amor!

Arquímides, el búho de Merlín, se parte

En cuanto al punto de vista visual, como ya había ocurrido en "101 dálmatas", podemos presenciar como el trazo de los dibujos es más grueso, más tosco, distanciándose del más refinado de las pelis Disney más clásicas, lo que quizás le aporta un toque menos cuidado, aunque no creo que eso signifique deficiencias presupuestarias, más bien que dicho aspecto estético del dibujo era algo intencionado, iba más acorde al look de la época (véase los míticos dibujos de Hannah Barbera, como "Los Picapiedra" o "Los autos locos"). También da la sensación de que la Disney, acogía un poco el espíritu burlón de las historietas de los Looney Tunes, ya que "Merlín, el encantador" en ocasiones parece atribuir ciertos detalles que recuerdan bastante a las humorísticas historietas de Bugs Bunny y compañía. Como curiosidad final, fue el último film de animación que el propio Disney vio estrenado en vida, el próximo fue "El libro de la selva" que vio la luz en 1967, y el magnate estiró la pata (o lo congelaron, según la leyenda) en 1966. 

La fuerza bruta no sacará a Excalibur del yunque...

Resumiendo que es gerundio, "Merlín, el encantador" es un clasiquillo cuyos méritos se suelen reconocer de manera notoria, y que injustamente parece haber quedado condenado a ser tachado de un film menor dentro de la compañía Disney en detrimento de otras pelis más famosas de la misma, pero que en mi opinión, sigue cumpliendo a día de hoy con sus objetivos, entretener y divertir a público de todas las edades y de servir a la vez de cierta doctrina refelxiva a muchos, que nunca viene mal. 

...sólo el valor, la inteligencia y la inocencia

*MI MOMENTO FAVORITO: ese divertidísimo duelo de magia que se disputan Merlín y la alocada bruja Madam Mim.

Madam Mim es una tramposa de cuidado